Un recorrido por el Parque Nacional del pre Delta
29 octubre 2018
Creo que los santafesinos del sur no sabemos que podemos disfrutrar de un Parque Nacional a pocos kilómetros de Rosario. Funciona sin interrupciones desde hace más de dos años en la localidad de Diamante, Entre Ríos y se trata del Parque Nacional del Pre Delta, un espacio creado específicamente para proteger la flora y fauna de uno de los mayores humedales del mundo. Somos muy fans de recorrer los parques nacionales porque siempre aprendemos cosas nuevas y podemos disfrutar de un entorno natural y cuidado. En esta entrada, cuento cómo fue la primera vez de mis hijxs en un parque nacional: El Palmar. Después conocimos en familia el Parque Nacional Iguazú y el año pasado recorrimos buena parte de los del NOA.
Pero hoy traigo las fotos que tomé en el parque de Diamante en 2017, íbamos camino a Paraná y decidimos parar un rato porque nos lo habían recomendado. Tenemos que ir otra vez, con más tiempo para conocerlo mejor. Si bien es pequeño, en comparación con otros, tiene varios senderos interpretativos para recorrer, caminos bien señalizados y zonas parquizadas en donde se puede tomar mate e incluso hacer un asado. También tiene un área para acampar y un centro interpretativo para aprender más sobre la naturaleza de la zona. Y la entrada es gratuita.
La ruta hasta el parque es bellísima, te lleva por las cuchillas entrerrianas y también está la opción de entrar en los pueblitos de la zona, conocidos como las Aldeas de los alemanes del Volga. Acá quiero hacer la aclaración de que no son pueblitos soñados y llenos de encanto al estilo alemán tradicional, como La Cumbrecita o algunas zonas del sur argentino. Son pequeños poblados, que tienen algunas construcciones interesantes y una buena oferta gastronómica. Vale la pena comprar quesos, embutidos y panes caseros en los puestos de la ruta para realizar un picnic en el parque del Pre Delta. Nosotros entramos a algunos de los pueblos, nos queda pendiente en otra oportunidad conocer más a fondo la zona y de paso aprovechar más tiempo en el delta del río Paraná. En este link les dejo la página de turismo de Entre Ríos con el listado de todos los pueblos que forman parte del triángulo de aldeas alemanas. Es muy interesante desde el punto de vista histórico, el paisaje de cuchillas es lindísimo, pero las aldeas en cuestión no son "encantadoras", solo pequeños pueblitos.
Ahora sí, valancha de fotos de naturaleza e hijxs.
Lo que me quiero guardar de esta semana (4)
26 octubre 2018
No puedo creer que ya hace 4 semanas que este blog está activo. Si pudieran saber lo bien que me hace escribir acá, incluso aunque lo lea poca gente. Los blogs pasaron de moda, pero yo persisto! Me da un motivo para levantarme tres veces por semana. Y no es poco, porque últimamente hay días que me cuesta muchísimo estar motivada, tener un propósito "de vida". Ni les digo lo que me está costando salir a la calle. De a poco lo voy superando, pero tengo que concentrarme mucho para lograrlo. Un día voy a hablar de mi diagnóstico, pero aún no puedo, aún estoy demasiado adentro para poder nombrar las cosas en perspectiva. Ya voy a poder ❤
Pero vamos ahora con todo lo que me quiero guardar de la semana, algunas cosas ni siquiera las terminé de leer completas y me quedaron pendientes, por eso me las guardo.
Como este texto sobre Mujercitas, el clásico de Louisa May Alcott: "150 años de Mujercitas: una nueva mirada desde la perspectiva feminista", que lo tengo a medio leer pero que hasta donde leí me gustó muchísimo. Amaba Mujercitas, tenía un ejemplar viejísimo sin tapas que releía una y otra vez. De hecho no terminé de leer el artículo porque TUVE que ir corriendo a leer la novela.
Maravilloso este fotozine con imágenes sobre la legalización del aborto en Argentina. Agosto fue glorioso. Solo me resta decir #quesealey.
Me gustó muchísimo la entrevista que le hicieron a Cin Retamozo sobre porteo y crianza en brazos. Pueden verla acá. Junto a Fer Gómez de la Cruz están brindando un taller de porteo para profesionales, pueden obtener más info escribiéndole a sus cuentas.
No se pierdan esta Ted Talk de Chimamanda Ngozi Adichie: "Los peligros de la historia única", compré el libro esta semana y lo devoré en 10 minutos. La charla es idéntica al libro, solo que este último tiene el agregado de un texto de Marina Garcés, muy bueno también.
Esta nota a Zuleika Esnal. Y toda su página de facebook: No me calmo nada, que no tiene desperdicio.
Por último, cómo me gustaría poder seguir la rutina antialgoritmo de redes sociales que aplica Lucía SIN PIEDAD ;-) Tal vez empiezo ahora mismo ❤
Me encanta este proyecto creativo. Quiero aprender a bordar lindo, voy a ver si siguiendo los tutoriales puedo hacer algo así.
Es todo por este viernes, cierro el post mientras me dispongo a comer una ensalada ceasar con el pollito que sobró de ayer. Que tengan un fin de semana mágico.
Dos mercados populares en Chile. La vega Central / El Cardonal
24 octubre 2018
Alcauciles en el mercado La Vega Central, Santiago de Chile
Cada vez que planeamos un viaje en familia lo hacemos pensando en disfrutar el destino y exprimirlo al máximo en cuanto a sus calles, sus sabores, olores. Para eso detectamos aquellos lugares en los cuales se sienten cómodos los "locales", es decir, los residentes de la ciudad en cuestión. Los mercados populares suelen ser uno de nuestros sitios favoritos para recorrer. Los de Chile no solo no me defraudaron, sino que me fascinaron. En Santiago conocimos La Vega y el Mercado Central, ubicados uno frente al otro. Y en Valparaíso el mercado El Cardonal y toda su zona de influencia, ya que es un mercado que empieza en una zona cerrada y termina desperdigado por sus alrededores, en especial los fines de semana. Almorzamos en La Vega y El Cardonal, los dos los recomiendo muchísimo, se come a precios razonables y comida auténtica. No hay demasiadas fotos de comida porque detesto profundamente que se enfríe, así que jamás seré de esas fotógrafas que no te deja atacar la comida cuando te la sirven. Tenemos algunas fotos de comida sacadas con el celu y que hemos subido a instagram, pero no con la cámara ya que exige mayor preparación y por ende se me enfría el plato (pecado absoluto). En ambos casos comimos pescado, uno de los mejores productos chilenos.
Hoy, las fotos del recorrido por los mercados populares de Santiago y Valparaíso. En donde almorzamos y también compramos productos para los diversos picnics que hicimos y para traer. El mejor producto que me traje fue el merken, una especie de pimentón ahumado picante que es delicioso.
Mercado La Vega - Santiago de Chile
Algunas de las fotos que hice de la comida, rápidas y con el celu, para que a nadie se le enfríe ;-) La primera foto es justamente ceviche, que no se enfría porque ya está frío, pero las costumbres son las costumbres :P La panificación chilena es riquísima, aunque muy diferente a la argentina, vale la pena probar las hallacas con manteca ❤
En los mercados populares es en donde se puede apreciar mejor el ritmo de una ciudad: sus sonidos, sus colores, sus voces, sabores y aromas. Y además, suelen tener mejores precios que otras tiendas. En Santiago hay muchísima inmigración haitiana y venezolana -entre otras, pero predominan estas nacionalidades- y eso le da una identidad particular a las tiendas del Mercado La Vega.
En Valparaíso nos pasó que no habíamos ido con el plan de conocer el mercado porque no sabíamos que había uno, está alejado de los barrios turísticos, que son algunos cerros específicos de la ciudad. Cuando era la hora de almorzar tuve -lamentable y afortunadamente- una crisis de pánico con mucha angustia, llanto y desorientación. Estábamos cuasi perdidos y no lograba encontrar el rumbo, algo que en otra situación no me hubiese afectado, me sumergió en una angustia terrible. Lo atribuí al cansancio del viaje, a que no habíamos parado de hacer cosas día tras día, a que mis hijxs también estaban cansadísimxs y hambrientos. A veces, las cosas malas nos llevan a lugares buenos, ¿no? David tomó el mando y nos subimos a un cole urbano que nos dejó en la puerta de El Cardonal. Allí me tranquilicé inmediatamente y tuvimos un almuerzo épico ❤. En este mercado comimos el pastel de jaiba, un plato de pescado exquisito que parece una sopa de camarones.Y de paso tuve la certeza de que algo no andaba del todo bien, aunque demoré un mes más en pedir ayuda.
Mercado El Cardonal - Valparaíso
Desde un punto de vista bromatológico por ahí no es la mejor opción que haya gatos (o sí, porque las ratas son mas sucias, todo muy lindo jaja!), pero mis hijxs jugaron con cada gato que nos cruzamos ❤.
Creo que esto es chirimoya, no estoy segura porque lo anoté en un libro de viaje que David cambió de lugar y ahora no lo encuentro, pero quería comentar que los mercados son un lugar magnífico para probar todas aquellas frutas y verduras que no conocemos. No nos animamos con todas, esta la compramos y no nos gustó demasiado.
Miren el tamaño de esos brócolis, por favor! En-lo-quez-co.
Amo mucho estas balanzas de los mercados.
Otro producto estrella de Chile es la palta, que la comen a toda hora. Son pequeñas (de la variedad hass en general, aunque tienen otras) y super cremosas.
Algunas instantáneas de los mercados desde instagram, nuestro hastag para Chile fue #viajechileluydavid y allí fueron a parar las fotos que hicimos durante el viaje los dos.
Y después de estas mil fotos de comida, me voy a preparar mi almuerzo. Espero haberlos inspirado también a ustedes para comer algo rico hoy ;-) Llueve en Rosario desde hace tres días, a ver si mejora el tiempo de una vez. Nos vemos el viernes para todos los recomendados de la semana ❤.
Nuestra vida en Pichincha
22 octubre 2018
Hace exactamente 1 año nos estábamos mudando nuevamente a nuestro departamento de calle Salta. No me mudé muchas veces en mi vida. Mis abuelos se asentaron en San Lorenzo en 1944, mis viejos construyeron al lado en los '60 y yo nací a dos cuadras de la que fue mi casa durante 24 años. La primera mudanza fue dolorosa, mis viejos habian muerto unos años antes y decidimos vender la casa familiar para independizarnos las tres (soy la menor de 3 hermanas). Metimos una casa de mil ambientes -y todos sus muebles- en la casita mínima de mi abuela y vivimos allí hasta que logramos comprar dos departamentos en Rosario (uno para mí y otro para mi hermana Analía, nuestra hermana mayor se quedaba con la casa de nuestra abuela en San Lorenzo). Uno de esos departamentos fue este. Era pleno 2003 y el mercado inmobiliario estaba despertando del letargo del 2001. Recuerdo que venía a ver departamentos de pasillo y cuando los quería volver a ver con mis hermanas ya los habían vendido. Esperé al chico de la inmobiliaria acá en frente de casa, en Salta aún se estacionaba de la otra mano, me había bajado del colectivo que me traía de San Lorenzo cerca del cruce Alberdi y había venido caminando mientras inspeccionaba un poco el barrio. Iba a vivir sola y tenía 24 años, así que la seguridad era importante. No tenía aún ni siquiera como proyecto tener hijos, pero al ver la Gurruchaga supe que era una buena opción para que los futuros niñxs que tuviera con el futuro marido fueran allí a la escuela. Así que cuando el chico de la inmobiliaria abrió el depto, supe que era acá donde quería vivir. Tal vez hoy no elegiría justo este departamento -que tiene sus problemas edilicios por ser un pasillo antiguo y la imposibilidad de construir para arriba- pero si no hubiera comprado justamente este, estoy segura de que muchas cosas de mi vida serían distintas. Y amo mi vida. Se cumplieron 15 años desde que compré. 15 años hace que vivo en Rosario.
Cuando Emilio tenía dos, tuvimos que mudarnos porque su energía ya no entraba en nuestro dos ambientes con mini patio. Vivimos 4 años en la casa de Lavalle, a pocas cuadras de acá, en el barrio Luis Agote. Sin embargo, cuando volvimos el año pasado, me di cuenta lo mucho muchísimo que había extrañado el barrio. Pichincha cada vez está más influido por el centro, sin ser el centro. Los fines de semana se respira una calma que termina el lunes bien tempranito. Estacionar es un caos y hay bastante bullicio, pero nosotros vivimos en la realidad paralela del centro de la cuadra.
Pichincha era el barrio prostibulario de Rosario, sus edificaciones conservan buena parte de la impronta de ese período de principios de SXX. Aunque todos lo conocemos con ese nombre, hoy se llama Alberto Olmedo, lo que se llama Pichincha es un pedacito de calle Richieri desde Salta hasta el viaducto. Por supuesto la historia del barrio no es ningún orgullo, ya que aquí es donde se asentó la mafia polaca, dedicada a la trata de blancas. Más allá de su pasado delictivo, la zona conserva muchos de los edificios de la época porque fueron declarados inmuebles de valor patrimonial por lo que no se pueden hacer cambios en las fachadas.
El sábado pasado le propuse a Guille salir a recorrer el barrio para tomar algunas fotos, caminamos muchísimo y le fui contando algunas historias de los edificios. Pueden leer algunas de esas curiosidades en este link. Estas son las fotos que tomamos entre las dos.
Lo que me quiero guardar de esta semana (3)
19 octubre 2018
Y antes de que traspasemos completamente la mitad de este viernes, vengo a dejarles todas las cosas que me sostuvieron durante la semana. Las personas que me inspiran, que hacen cosas para lograr que los días de todos sean mejores. Como dice uno de los textos que voy a linkear "ser esa luz brillando en un rincón". Estas son las lucecitas que brillaron esta semana en la oscuridad. La instalación de la foto es una rueda gigante de palabras, se llama "los verbos del nosotros" y está en la Isla de los Inventos, que este año cumple junto al Tríptico de la infancia, sus primeros 15 años. Los verbos del nosotros son una invitación a sostenernos, entendernos, esperarnos, abrazarnos y muchas cosas más, dentro de una comunidad. Otra luz brillando en un rincón.
Y ahora sí, toda la inspiración de la semana.
Primero, la entrada en el blog de Flor con un pedacito de su recorrido por los parques de Talampaya e Ichigualasto. Hace años que queremos ir, creo que no pasa de la Semana Santa del año próximo. Me decidió el hecho de que recomienda muchos lugares para visitar, no solo los parques. El año pasado recorrimos parte del NOA, pero nos faltó toda esta zona de La Rioja, San Juan y Catamarca. Volveremos, sin dudarlo.
Amé esta receta de pickles de Paula, que en realidad es de FacuCocina, pero llegué hasta ella por Pau. D trajo una bolsa gigante de berenjenas del mercado, así que ya encontré su destino. Por cierto, también tengo en preparación el chucrut de Paulina Cocina y mostaza casera (saqué una receta genérica de internet). Se terminó el primer frasco de mostaza que hice y mis hijes claman por más ("chicos, eso era de cuando mami estuvo loca", cómo les voy a explicar???). Como es más fácil hacer que explicar, ya tengo las semillas macerando. Antes de contarles mi experiencia por acá, quiero probar varias recetas.
Sin dudas, las palabras que cambiaron el ritmo de mi semana están en esta foto de Ceci Alemano, a quien sigo hace muchos años, desde que escribía en su blog Sos lo que amás. Gracias por poner en palabras lo que siento después de descubrir que la amargura por lo destruido me empañaba los ojos. No queda otra que encender lo que tengamos dentro, los rincones devastados, para seguir adelante.
Estoy leyendo con una voracidad que no experimentaba desde hace años. Aún no conseguí el libro Los chicos de Varsovia (quedará entre mis pendientes!), pero esta semana leí Reportajes de Joe Sacco, Camino a Auschwitz de Julián Gorodischer y Marcos Vergara y estoy leyendo El queso y los gusanos de Carlo Ginzburg, recomendado por una amiga historiadora (en el link, acceso directo al pdf de este último). Carlo Ginzburg estuvo esta semana en Rosario para ser condecorado como Doctor Honoris Causa en la facultad en la que estudié. Su texto es fascinante.
Un particular hallazgo de estos días fue encontrar (lo busqué mucho en la web, porque en su página original solo estuve disponible hasta el año pasado) el documental "El siglo de Cartier Bresson", lo voy a ver cuando termine este post. Que es ya ;-)
Que tengan un fin de semana hermoso y ¡feliz día de la madre! ❤
Un año después: el Mercado del Patio
17 octubre 2018
Este post se demoró un poco en llegar, digamos que al margen de que no lo publiqué el lunes (porque fue feriado y me dediqué a mi familia), lleva una demora como de: 12 MESES! Hoy voy a presentar lo que llamo mi "consagración" como anti-influencer. Hace casi un año fui invitada, junto a otros instagramers y bloggers, a recorrer el recientemente -en ese momento- inaugurado Mercado del Patio. Por supuesto que en el momento posteamos en las historias y en el feed de Instagram, pero este post lo seguía debiendo. Disfruté muchísimo de esta invitación, pero por suerte no publiqué el post en su momento porque mi opinión del Mercado ha cambiado sustancialmente en este año. Recién inaugurado le faltaba su impronta e identidad que se fue consolidando a lo largo de los meses.
La primera vez que lo visité sentí que era meramente un lugar de paso, con el transcurso del tiempo me fui dando cuenta de que este espacio me invitaba a quedarme, a frecuentarlo cada vez más y a disfrutarlo. Hemos ido incontables veces en este año ya que vivimos a unas 7 cuadras y es un plan muy relajante para hacer con chicos. Personalmente, soy anti-shopping por lo que esta opción tiene mucho que ver conmigo. La oferta gastronómica es amplia y accesible, el parque que rodea al Patio es amigable y allí se consigue todo tipo de productos para nuestra mayor pasión familiar: la cocina (productos que hace años era imposible conseguir en Rosario). Se ubica en un predio histórico de Rosario, el antiguo Patio de la Madera, frente a la Terminal de Ómnibus de la ciudad.
Mi primera impresión cuando lo conocí fue de disgusto. Ansiaba un mercado rosarino popular al estilo de esos enormes que recorrí en Perú, Brasil, Bolivia o Chile. El Mercado del Patio no tiene ese estilo, de hecho tampoco está pensado así. Es más "aséptico" lo que, bromatológicamente hablando, es absolutamente correcto y claramente esperable. Más parecido al MAM montevideano que a un mercado popular tipo La Vega.
Sin embargo, en este primer año que pasó desde su inauguración fue sumando encanto y eso le va aportando rasgos típicamente rosarinos. Además, está gerenciado por una mujer que pude conocer cuando nos invitaron a recorrerlo, sé que hace un trabajo enorme para sacar adelante este proyecto que apoyo incondicionalmente porque le da vida al barrio y suma oferta gastronómica a mi ciudad.
Una vez terminado el recorrido de instagramers y bloggers, nos invitaron a degustar las exquisitas hamburguesas de El churrasquito, donde hemos vuelto una y otra vez en familia o en salida de parejas. Muy recomedado y de mis lugares favoritos en el mercado. Acá, la recorrida que hicimos ese día (si ven algún precio, recuerden que las fotos son de 2017).
Las cosas que me guardo de esta semana (2)
12 octubre 2018
En mi ritual de viernes, todo lo que me conmovió o movilizó en esta semana. Que estos links nos sirvan para agarrarnos fuerte a la vida, porque son pura inspiración y alegría para el fin de semana ❤
En primer lugar, les dejo la cuenta de instagram de Ana Person, la hija de Lucía, que desde enero recorre latinoamérica como mochilera y cuenta las mejores historias de viaje. Ahora mismo está volviendo hacia su casa, pero sé que seguirán las aventuras. Sin desperdicio.
@anabananaUn recorrido por la bella Santiago
10 octubre 2018
No logro terminar de maquetar un fotolibro propio desde 2015. Así que como estas fotos no verán la luz (aún) de otra manera, al menos disfruto publicándolas aquí. En las vacaciones de invierno viajamos a Chile: Santiago y Valparaíso. Amamos Santiago. La cantidad de cosas que hay para hacer es increíble, nunca lo imaginamos y por eso destinamos pocos días, o al menos muchos menos de los que hacen falta para conocerla tranquilos. De todas formas, nos llevamos un buen pantallazo de lo que es la ciudad, para poder volver ya con más tiempo y recorrerla a conciencia. Eso sí, prepárense para la avalancha de fotos si pretenden llegar hasta el final de esta entrada ;-)
En abril conseguí pasajes baratos por Latam y decidimos que era una magnífica experiencia poder cruzar la cordillera por arriba (ya la crucé una vez por tierra, pero no es julio la mejor época para hacer ese cruce). No voy a mentir: el avión se mueve mucho y eso es algo escalofriante, pero no por eso deja de ser una vista alucinante. Acá va, entonces, parte de nuestra experiencia en Santiago de Chile.
Santiago al pie de la Cordillera
Un proyecto trunco que igual amo
08 octubre 2018
El año pasado, como ya conté en varias oportunidades, empezamos un proyecto de retratos familiares. La idea era hacer una foto familiar por mes y que esa foto desarrollara una temática determinada (un lugar familiar preferido, fotos documentales, viajes, etc.). Completamos la mitad del proyecto y después lo abandonamos. Pero ¿quién nos quita lo que sí hicimos? Creo que este es un proyecto al cual TENEMOS que volver, eso me lo gritan desde la compu las fotos logradas. De hecho, creo que es un proyecto que todas las familias deberían hacer. ¿Me gusta salir en las fotos? Obviamente que NOOOO, odio verme. Paréntesis necesario: pocas veces en la vida me ha gustado verme en fotos, por supuesto gracias a la lógica patriarcal que nos dice que si somos acordes a la belleza estereotipada, buno, entonces somos feas o no estamos lo suficientemente flacas o no tenemos el pelo lo suficientemente ¿lacio?¿rulos definidos?¿color perfecto? Lo cierto es que nada de esto tendrá sentido real cuando nuestros hijos e hijas vean estas fotos en 20 años. Nadie pensará en si estabas lo suficientemente flaca o si tenías muchas canas. Lo sé porque jamás me planteo eso cuando veo las fotos de mi familia materna (de las cuales tengo cantidad!). Por eso me saco fotos y animo a las mamás y papás a que salgan en las fotos junto a sus hijos e hijas. Porque contextualiza, brinda una imagen con lazos de sostén. ¡Es importante que salgamos en las fotos! Nunca lo voy a repetir lo suficiente: es IMPORTANTE salir en las fotos. Ya voy a hacer algunos post al respecto para darles consejos acerca de cómo lograr salir en la foto <3.
La serie familiar que sigue corresponde a los 7 primeros meses del 2017. Algunas son autorretratos logrados con el disparo programado (recién este año recuperé el control remoto de la cámara, todo me grita que tengo que volver a intentar este proyecto), otras son fotos que nos sacaron amigues. Como sea, son increíblemente valiosas para mi familia.
Al final del post, la foto familiar más famosa del año pasado y una pequeña anécdota.
Febrero (2/12)
Marzo (3/12)
Correr desde la cámara a la foto en 10 segundos, en un río plagado de piedras, es deporte de alto riesgo. Nótese la cara de proecupación de hijo menor (y la diferencia en la cara de David :P ). Esta foto es en uno de mis lugares preferidos de Córdoba: San Miguel de los Ríos, el fondo está quemado porque era la peor hora del mediodía. Pero, con todas sus imperfecciones, amo esta foto.
Abril (4/12) y nuestras bebidas preferidas. David quería aparentar estar muy relajado.
Mayo (5/12) y nuestra enredadera, la última vez que se ponía roja de otoño <3
Julio (7/12), nuestras vacaciones en el NOA. Fotos tomadas por nuestros amigos, que viajaron con nosotros <3.
En la foto del salto fui acusada vilmente de "saltar bajito". Me están desafiando jaja!
Pero falta la foto de junio, la dejé para el final porque esta es la foto que generó una ola de repercusiones en facebook, principalmente gracias a cómo D se metió en el personaje. Un día fuimos al Parque Villarino y como había gran cantidad de las hojas de los plátanos en el piso, nos pusimos a jugar. Fue una de esas fotos que hay que tener siempre a disposición para recuperar la sonrisa. Así que la imprimí en un imán para la heladera y David la pidió de regalo en formato taza para el día del padre (un regalo algo bizarro, pero elegido por él mismo). Siempre me gusta imaginar que la música de fondo de esta foto es The sound of music (carcajadas :P ).
Junio (6/12)
Por supuesto, la cara de David no tiene desperdicio <3 Pero ese día disfrutamos un montón e hicimos sesión familiar completa. Así nos divertimos con las hojas de ese otoño.
Tengo que repetir urgente una sesión familiar. Ver esta serie me llena de amor y de emoción. Si me veo objetivamente, por supuesto me veo horrible, despeinada y gorda. Pero la emoción REAL de estas fotos son de pura felicidad y sé que ese es el recuerdo que va a prevalecer. Voy a armar un post con consejos (de otros y míos) para mejorar las fotos familiares y lograr salir en la foto.
¿Y ustedes?¿Tienen fotos familiares?
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Luisina Serenelli
Docente // Fotógrafa // Blogger //Feminista // Doula// Escritora // Lectora incansable // Mamá de Guille y Emi // Enamorada de David // En permanente deconstrucción y construcción