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Dice una noticia que leo por ahí (no cito porque tengo versión impresa, pero si ponen en el buscador seguro encuentran cincuenta noticias como esta):

"El viernes 21, Google celebró los 30 años del PacMan con una idea original: reemplazó su doodle en la página de inicio del buscador por una imagen del juego. Y se podía jugar al PacMan desde allí [...] Según un estudio de Rescue Time (nota de la redactora: amargos!), los trabajadores invirtieron cinco millones de horas en jugar al PacMan desde el buscador, lo que supone la pérdida de productividad equivalente a cien millones de euros"

Cuando leo cosas como estas, me vuelvo loca. Primero y principal me pregunto ¿¿¿¿Y??? ¿Acaso toda esa millonada iba a servir para solucionar alguna de las terribles cosas que pasan en el mundo?. Pero dejando de lado mi parte revolucionaria, respiro hondo y arranco con otra pregunta: ¿alguien se preguntó por qué la gente está tan desesperada por "jugar"? Pocas oportunidades lúdicas ofrece el día a día para la mayor parte de los adultos. Y es una pena. El hombre es un ser sociable y el juego está justamente relacionado con esa sociabilidad. Pero no solo eso, el juego nos hace más imaginativos y creativos para afrontar otras situaciones cotidianas.
A mi me encanta jugar...y por suerte aún tengo tiempo para hacerlo ;-) Cuando era chica pasaba el día entero jugando (nunca hacía la tarea, ay dios!), y jugué con las muñecas hasta los 15 años (si, iba a bailar y después jugaba a las muñecas escondida en la terraza y si me preguntan: la verdad es que no me parece "normal", ejem!). Después me resigné y ocupé el cuerpo que se me dio y me creí el cuentito ese que "solo los niños juegan". En la universidad y con los tiempos a mil tuve pocas oportunidades: jugábamos a las cartas (naipes) de tanto en tanto. Después vinieron mis primeros trabajos y ahí sí nos distraíamos jugando. Pasábamos largas tardes en la calle (como agentes de tránsito) y jugábamos a cualquier pavada: desde quién recordaba más prendas de la vidriera vista hacía minutos, hasta quién pinchaba más burbujas del vendedor ambulante de la Peatonal (recuerdo un verano en donde la calle estaba desierta hasta las 6/7 de la tarde, qué TEDIO!). Otra: a quién saludaban más los colectiveros...este juego era particularmente divertido :D
Cuando empecé a salir con David volví a jugar como nunca: TEG, Pictionary, Canasta, Scrable:  pasábamos horas jugando. El TEG no me gusta, me hace llorar...es un juego injusto e imperialista! Y la Play-Station! Fue un flash: muéranse de risa, pero Luisina adora la Play! Tomb Rider y Prince of Persia fueron mis preferidos ♥ Ahora ya no la toco, porque no tengo tiempo y aparte me da un poco de ansiedad: para pasar de pantalla hace falta mucho tiempo y trucos de internet (¡no puedo creer lo que les estoy contando!)
Ahora juego con Guille. Sacamos los Little People y pasamos bastante tiempo con eso. Pero con lo que más aguanto sentada en el piso es pintando, me encanta dibujar y ella se entretiene un montón. También me gustan los rompecabezas ;-)

Bueno¿todo esto para qué lo cuento? Básicamente porque no me parece válido el debate jugar/producir. Creo que la posibilidad de tener opciones lúdicas a lo largo del día no debería ser una "opción", debería contemplarse como algo "natural". Y no me refiero a tirarse por un tobogán en la empresa, sino a que no se vea como algo "improductivo" el momento del juego. Estaría bueno que cada persona tuviera tiempo para dedicarle unos minutos por día el al juego. Si todos los tuviéramos realmente, la gente no se volvería loca por la pantalla Pac-Man de Google ;-)

¿Ustedes juegan?¿A qué?