Poder elegir
Bandolera made in casa
Diario (dos)
Afuera de mi ventana... todavía se respira el calor húmedo de nuestro verano
Estoy pensando... en que hoy la pasé muy bien dando clases
De los lugares donde aprendemos... hoy puedo decir mi trabajo
Me siento agradecida por... el fin de semana que comienza
Desde la cocina... los platos del mediodía aún me esperan
Qué traigo puesto... una remera que me traje de Bolivia y un pescador de jean
Estoy leyendo... miles de blogs al mismo tiempo
Lo que espero... que muchas cosas se calmen
Estoy creando... sigo con el sweater
Estoy escuchando... Manifiesto Opus II, Teresa Parodi "Tengo para mi/ que hay muchos más/ que con la misma intensidad/ siguen poniéndose de pie/ sin importarles la derrota". Bello, bello...
Por toda la casa... pelos de perro (pufffffff)
Una de mis cosas favoritas...cocinar
Algunos planes para el fin de la semana...hacerme análisis, estar con mi familia y compartir el sábado con mi suegro...que viene a poner los tirantes del entrepiso.
Aquí esta una foto que pensé compartirles... Avenida Belgrano, Rosario
Yo me pregunto
"
...
En esta noche de desmesura, hazte
conjuro en la cruz de tus sentidos,
sentido de su extraña convergencia.
Y si de los terrestre fueras descuidado
a la callada tierra exclama: fluyo.
A las rápidas aguas diles: soy."
Rainer Maria Rilke
Soneto XXIX, Sonetos a Orfeo
Traducción: Carlos Barral
El "subrayado" es mío
Justicia y Memoria
Oyendo los gritos de alegría que subían de la ciudad, Rieux tenía presente que esta alegría está siempre amenazada. Pues él sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere ni desaparece jamás, que puede permanecer durante decenios dormido en los muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, los pañuelos y los papeles, y que puede llegar un día en que la peste, para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad dichosa".
Este es el final de la novela La peste de Albert Camus. El libro es una alegoría de la II Guerra Mundial y termina con la liberación de París: las "ratas" es decir, los nazis, abandonan la ciudad. Pero el protagonista afirma que el "bacilo de la peste nunca muere". Así, las guerras se suceden y los pensamientos "fascistas" esperan durante años la oportunidad para salir a la luz y mandar a morir sus ratas "a una ciudad dichosa". Definitivamente recomiendo la novela de Camus y también la película homónima, dirigida por Luis Puenzo.
Analizando el "proceso" a la luz de la actualidad tengo que decir que cada vez veo acercarse más a "las ratas", vamos en el camino inverso a la consolidación del sistema democrático: Susana Giménez y Cacho Castaña proponen "mano dura" y son aclamados como la "voz del pueblo". ¿De qué pueblo? A mí no me representan. Yo también exijo seguridad, pero para eso debo exigir también salud, educación pública de calidad, justicia y programas de inclusión social para todos. "Los derechos humanos también son para los ciudadanos" esta consigna parte de la base de que hay "ciudadanos de primera" y el resto. No es así: todos somos ciudadanos. ¿Acaso podemos decir que se respetan los "derechos humanos" de los que todos los días duermen en la calle? Me parece patético que haya gente que aún hoy se burle de los Derechos Humanos. Pero también lo veo peligroso.
Así las cosas siento al "vacilo de la peste" sembrado en la generaciones futuras, ayer en la escuela un nene de 13 años me dijo: "Con los militares había seguridad". Me vine triste...pensando en que a eso se refería Camus.
Más justicia, más equidad, más inclusión social, mejor distribución de la riqueza.
Si preservamos la "memoria" evitaremos que las ratas lleguen hasta aquí para "morir en una ciudad dichosa".
400 chicos apropiados...yo podría ser uno de ellos. Mi hija podría ser la nieta de un desaparecido. Familias separadas, la mayor deuda externa de toda la historia argentina, 30.000 desaparecidos, censura, la Guerra de Malvinas, vaciamiento industrial y un triste legado de exclusión y pobreza que llega hasta nuestros días. Ni olvido ni perdón.
Nunca Más
Diario
Una de mis cosas favoritas... escribir
Mamá "forera"
Tímida me decidí por un foro en el que compartía mis días con otras cuatro personas, de a poco el foro fue quedando desierto y empecé a leer Babysitio. Ahí fue cuando vi un post que decía "Mamiamigas Marzo" y saqué la conclusión: si mi beba había nacido en marzo era oportuno presentarme y empezar a participar en marzo ¿estructurada yo?. Tuve un recibimiento genial y me integré perfectamente en menos de dos semanas.
Ahí aprendí a "forear" y compartí innumerables momentos con mamis que atravesaban -si no el mismo puerperio- al menos sí la misma etapa. Fue un deslumbramiento ver cómo mujeres de distintos países, con distintas culturas y visiones del mundo compartían un año crucial en sus vidas.
Releyendo mis mensajes de aquél entonces me veo frágil (las veo frágiles) y apenas me reconozco en la que soy hoy. El foro fue muy importante para mí: fue la red de sostén que me faltaba. Y claro que tengo familiares y amigas/os que me quieren un montón, pero cada uno tiene sus ocupaciones y trabajos y es lógico que no pudieran estar pendientes de mi. Cada día me "reportaba" bajo mi nick "Luisinaese" comentaba alegrías y desdichas propias y ajenas...veía el mundo sin salir de casa.
He leído tantas historias: mujeres que lloran, que ríen, que cantan, que gritan, que están hartas de sus maridos, que aman a sus maridos, que son líderes en donde esten, mujeres alegres, tristes, deprimidas...un montón de mujeres atravesando su puerperio todas juntas, compartiendo su día a día y el crecimiento de sus hijos.
Los foros son hoy por hoy una red de contención social fundamental para muchas mujeres con hijos, en donde se discute acaloradamente acerca del método estivill, la crianza con apego y la lactancia. Son un lugar para aprender que hay otras realidades, otras formas de ver el mundo. Lugar de encuentros, muchas veces cada una con su mate detrás de la pantalla es como si nos uniéramos en una gran ronda compartiendo la cotidianeidad de nuestros días. Sitio en donde se festeja que ya no hay más cólicos, que los dientes salen, los bebés se sientan y comen. Se aplaude a los gateadores y caminadores tempranos y aquellos más perezosos. Lugar donde lloramos nuestras penas: nos quejamos de nuestras parejas o los alabamos, confesamos que el cansancio del puerperio nos apagó la libido (que creemos perdida para siempre), lloramos por los mocos o la fiebre de nuestros hijos y, cuando pasan los meses lloramos también por las dolencias de los hijos ajenos, nuestros cibersobrin@s.
Esta semana dije adiós a una de los foros en los que participo, simplemente porque sentí que era una etapa terminada. De a poco me voy "soltando" de mi propio puerperio y necesito aires diferentes. Sé que es un lugar que extrañaré, por más que siga teniendo contacto con las amigas que me quedaron de allí. Supongo que a veces para crecer es necesario dejar algunas cosas atrás y volver a empezar. Como dice el bellísimo texto de Peter Brook que publiqué hace algunas semanas atrás: "...el final se convierte una vez más en principio y la vida tiene la última palabra".
Adiós a mis amigas de marzo, gracias por tanto. Mi alma está lista para emprender un nuevo camino.
Luisinaese
Como peces en el agua
"Sus hijos son pececitos, el agua es el amor y la pecera son los límites".
Yo al menos prefiero pensar a mi hija como un pececito en estado "natural", en su océano...y no en una pecera donde reciba agua/amor a discreción. Esta visión de la crianza supone que el amor/agua se entrega cuando el "cuidador" quiere, no cuando el pez lo necesita.
Pienso que la pecera más que "los límites" constituye la "cultura" que a veces nos atraviesa hasta cegarnos, en donde creemos encontrar la justificación más válida mientras nos alejamos de nuestro instinto.
Más allá de toda esta reflexión y de la discusión acerca de los "límites" (que me la reservo para otro post) quiero hacer notar que a esta mujer le pareció hermosa la metáfora de unos pececitos encerrados en la pecera....
Mi hermana mayor, nuestros hijos y el poder del reencuentro
Palabras para la Paz
para un mundo pacífico
...me encanta esta frase!!!
Deseos para niños
Que sean niños, y no clientes de las compañías de celulares, o vendedores de rosas en los bares, o estrellas descartables de la televisión.
Niños, no limpiavidrios en los semáforos, o botín de padres enfrentados o repartidores de estampitas en los subtes.
Que no sean niños soldados, los niños. Que sean niños los niños, simplemente. Que no sean foto de un portal pornográfico. Que no sean los habitantes de un reformatorio.
Que no sean costureros en talleres ilegales de ningún lugar del mundo.
Que sean niños los niños, y no un target.
Que no sean los que pagan las culpas. Los que reciben los golpes. Los bombardeados por publicidad. Que sean niños los niños. Todo lo aniñados que quieran. Todo lo infantiles que quieran. Todo lo ingenuos que quieran. Que hagan libremente sus niñerías.
Que se dediquen a ser niños y no a otra cosa.
Que no sean los que no juegan, los acosados por las preocupaciones, los tapados de actividades.
Que sean niños los niños y se los deje preguntar sin levantar la mano, formar filas torcidas, llevar alguna vez la Bandera no por ser mejor alumno, sino por ser buen compañero.
Que sean niños los niños y no los incentivados con desmesura a consumir todo lo que saca el mercado.
Que sean niños, y no los que aspiran pegamento en una esquina o fuman paco en la otra, tan de nadie, tan desprotegidos.
Niños, no nombres que tienen que rogar por recibir el apellido paterno o la cuota de alimentos.
Que sean niños los niños.
Y que los niños sean lo intocable, que sea la gran coincidencia en cualquier discusión ideológica; que por ellos se desvelen los economistas de todas las corrientes, los dirigentes de todos los partidos, los periodistas de todos los medios, los vecinos de todas las cuadras, los asistentes sociales de todas las municipalidades, los maestros de todas las escuelas.
Que sean niños los niños, y no el juguete de los abusadores.
Que sean niños, no "el repetidor" o "el conflictivo" o "el que nunca trae los deberes".
Niños, y no los que empujan el carro con cartones.
Que sean niños los niños, simplemente.
Que ejerzan en paz el oficio de recién llegados.
Que se los llame a trabajar con la imaginación o con lápices de colores.
Que se los deje ser niños, todo lo niños que quieran.
Y que los niños sean lo importante, que por ellos lleguen a un acuerdo los que nunca se ponen de acuerdo; que por ellos se dirijan la palabra los que no se hablan, que por ellos hagan algo los que nunca hicieron nada.
Que sean niños los niños y que no dejen de joder con la pelota.
Que sean niños en su día. Que lo sean todos los días del año. Que sean felices los niños, por ser niños. Inocentes de todo lo heredado.
Por Mex Urtizberea
Para LA NACION
Pequeñas anécdotas
Lecturas con apego
La mancha de humedad
"Hace algunos años, en los pueblos del interior del país no se conocía el empapelado de las paredes. Era éste un lujo reservado apenas para alguna casa importante, como el despacho del Jefe de Policía o la sala de alguna vieja y rica dama de campanillas. No existía el empapelado, pero si la humedad sobre los muros pintados a la cal. Para descubrir cosas y soñar con ellas, da lo mismo. Frente a mi vieja camita de jacarandá, con un deforme manojo de rosas talladas a cuchillo en el remate del respaldo, las lluvias fueron filtrando, para mi regalo, una gran mancha de diversos tonos amarillentos, rodeada de salpicaduras irregulares capaces de suplir las flores y los paisajes del papel más abigarrado. En esa mancha yo tuve todo cuanto quise: descubrí las Islas de Coral, encontré el perfil de Barba Azul y el rostro anguloso de Abraham Lincoln, libertador de esclavos, que reverenciaba mi abuelo; tuve el collar de lágrimas de Arminda, el caballo de Blanca Flor y la gallina que pone los huevos de oro; vi el tricornio de Napoleón, la cabra que amamantó a Desdichado de Brabante y montañas echando humo, de las pipas de cristal que fuman sus gigantes o sus enanos. Todo lo que oía o adivinaba, cobraba vida en mi mancha de humedad y me daba su tumulto o sus líneas. Cuando mi madre venía a despertarme todas la mañanas generalmente ya me encontraba con los ojos abiertos, haciendo mis descubrimientos maravillosos. Yo le decía con las pupilas brillantes, tomándole las manos:
-Mamita, mira aquel gran río que baja por la pared. ¡Cuantos árboles en sus orillas! Tal vez sea el Amazonas. Escucha, mamita, cómo chillan los monos y cómo gritan los guacamayos.
Ella me miraba espantada:
-¿Pero es que estás dormida con los ojos abiertos, mi tesoro? Oh, Dios mio, esta criatura no tiene bien su cabeza, Juan Luis.
Pero mi padre movía la suya entre dubitativo y sonriente, y contestaba posando sobre mi corona de trenzas su ancha mano protectora:
-No te preocupes, Isabel. Tiene mucha imaginación, eso es todo.
Y yo seguía viendo en la pared manchada por la humedad del invierno, cuanto apetecía mi imaginación: duendes y rosas, ríos y negros, mundos y cielos. Una tarde, sin embargo, me encontré dentro de mi cuarto a Yango, el pintor. Tenía un gran balde lleno de cal y un pincel grueso como un puño de hombre, que introducía en el balde y pasaba luego concienzudamente por la pared dejándola inmaculada. Fue esto en los primeros días de mi iniciación escolar. Regresaba del colegio, con mi cartera de charol llena de migajas de biscochos y lápices despuntados. De pie en el umbral del cuarto, contemplé un instante, atónita, casi sin respirar, la obra de Yango que para mí tenía toda la magnitud de un desastre. Mi mancha de humedad había desaparecido, y con ella mi universo. Ya no tendría más ríos ni selvas. Inflexible como la fatalidad, Yango me había desposeído de mi mundo. Algo, una sorda rebelión, empezó a fermentar en mi pecho como burbuja que, creciendo, iba a ahogarme. Fue de incubación rápida cual las tormentas del trópico. Tirando al suelo mi cartera de escolar, me abalancé frenética hasta donde me alcanzaban los brazos, con los puños cerrados. Yango abrió una bocaza redonda como una O de gigantes, se quedó unos minutos enarbolando en el vacío su pincel que chorreaba líquida cal y pudo preguntar por fin lleno de asombro:
-¿Qué le pasa a la niña? ¿Le duele un diente, tal vez?
Y yo, ciega y desesperada, gritaba como un rey que ha perdido sus estados:
-¡Ladrón! Eres un ladrón, Yango. No te lo perdonaré nunca. Ni a papá, ni a mamá que te lo mandaron. ¿Qué voy a hacer ahora cuando me despierte temprano o cuando tía Fernanda me obligue a dormir la siesta? Bruto, odioso, me has robado mis países llenos de gente y de animales. ¡Te odio, te odio; los odios a todos!
El buen hombre no podía comprender aquel chaparrón de llanto y palabras irritadas. Yo me tiré de bruces sobre la cama a sollozar tan desconsoladamente, como sólo he llorado después cuando la vida, como Yango el pintor, me ha ido robando todos mis sueños. Tan desconsolada e inútilmente. Porque ninguna lágrima rescata el mundo que se pierde ni el sueño que se desvanece... ¡Ay, yo lo sé bien!"
8 de marzo
Mariposas
Dice una leyenda Náhuatl: "Si quieres que un deseo se haga realidad, debes contárselo a Papalotl, la mariposa. Como no emite ningún sonido sólo podrá transmitirlo a Xochiquetzal, diosa de la alegría y de las flores. Si pides tu deseo y liberas la mariposa este llegará al más grande de los cielos y se cumplirá".
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"Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto..."
Violeta Parra
Hoy nos toca la dicha, nos toca celebrar!! En un año vos aprendiste a sostener tu cabeza, a comer, a gatear y hasta a pararte. Eso sí: no decís una sola palabra que se entienda!! Yo aprendí a luchar con mis fantasmas para permitirme ser feliz. Y lo estoy logrando. Hace 10 años lloraba escuchando que "demasiadas pocas veces se merece la vida una canción" o "vivo, en el número 7, calle melancolía...". El 3 de marzo del año pasado pasó algo más que el maravilloso hecho de que nacieras: se diluyó mi escepticismo y volví a creer en los besos, los abrazos, en lo sanador del amor humano y en la vida. En la tuya, en las nuestras...que merecen ser vividas y tener sentido. Gracias por enseñarme y haberme transformado así.
Mamá!!
Puerperios
por qué mi nombre no soy yo
por qué no tengo una casa
por qué estoy sólo y no soy.
Porque hoy nací.
Hoy recién hoy,
el sol me quemó.
Y el viento de los vivos me despertó."
De "Hoy nací", Javir Martínez, interpretada por Manal
Cuando nacen nuestros hijos, volvemos a nacer...
Yo me pregunto...
Amor
Aquél 1º de marzo de 2007 empezábamos a construir nuestra familia. Ya 3, seguimos compartiendo la misma felicidad.