Bueno, vi "Away we go" y mi dictamen es favorable :P ¿Viste Lucía que no hago berrinches todo el tiempo? jajaja...che, ¡soy cabrona pero no tanto!
Más allá de las bromas, la peli me encantó. Sí, es cierto que lo que le molestó a Lucía me jodió a mi también, para qué decir que no, eh? La minita fumada no me representa ni un poco (escuchaste Paula? jaja) ¿alguien conoce a alguna persona que te reciba en su casa diciéndote "Namasté"? y encima en la escena en donde "portea" al bebé lo hace mal, el nene va "colgado de sus partes" y no con las piernas en M y el culito más abajo de las corvas de las rodillas, y encima va mirando para afuera! NO!!!!! Jajaja...ven, soy aún más ortodoxa que la minita fumada, ¡NAMASTE! :P  

Donde realmente me sentí mal es cuando la loca esa cita a mi querida Simone :(

Bueno, esa parte de la película no resiste ningún análisis, está un poco exagerado para que uno se ría. Cuando el tipo hippie le explica lo de la "cama continuum" casi me desmayo de la risa, qué se yo, yo duermo con mi hija pero no porque me lo diga tal o cuál teoría, jamás explicaría mis motivos así. Y lo del cochecito es genial, me morí :D Sí me pareció algo "agresivo" y el estereotipo está llevado a su máximo nivel.
Igualmente no es el único tipo de paternidad que ridiculiza o estereotipa, están los padres que le faltan el respeto a sus propios hijos preadolescentes y también ellos están exagerados. ¿Y la mujer esa que se encuentran en el hotel y le hace repetir al nene todos sus "saberes" como un loro? También hay crítica ahí ;-)

Esto sobre las partes en cuestión en el post anterior.
Y les cuento, de forma fragmentada,  por qué me gustó (MUCHO) la película:

Me encantó cómo muestra el escenario a futuro que abre un embarazo. Cómo uno en seguida se encuentra imaginando cómo será, qué cosas hará, cómo será esa vida que comienza. De repente todos queremos ser artesanos, tejedoras, carpinteros o lo que sea. Y se respira ese clima de felicidad, nostalgia e incertidumbre. Aparecen mil nombres y jugamos a cambiarlos y combinarlos. Apostamos por si será nena o varón. Es esa sensación de que cuando un embarazo comienza sólo podemos pensar a futuro.

Los protagonistas empiezan un viaje por encontrar su tribu, una tribu inexistente y desperdigada por todos lados. Pero su búsqueda es también emocional, es intentar dilucidar qué padre quiero ser.

Verona (la protagonista) perdió a sus padres a los 22 años. Se encuentra con su hermana menor y ella la incita de alguna manera a hablar de ellos y le dice algo que para mí es muy cierto: "[Con el nacimiento de este bebé]De alguna manera, estás trayéndolos de regreso". Me sentí muy identificada. El nacimiento de un hijo es también un viaje al pasado para leerlo de otra manera y ver qué sacamos de allá atrás. Yo al menos, traje muchas cosas del pasado con mi maternidad.

Con quienes más identificada me sentí es con el matrimonio bohemio/cultural que vive en Montreal. Eso de seguir construyendo a pesar de todas las tristezas y decepciones y desilusiones es algo que tengo muy incorporado y, si bien suena a lugar común, es algo que me esfuerzo en hacer. No, no quemo cochecitos, pero sí intento construir mi familia aún sobre la tristeza que dejan las frustraciones cotidianas o las grandes catástrofes. El padre de esta familia le dice a nuestro progtagonista "Cuando tenés hijos debes ser mucho mejor [persona] de lo que jamás imaginaste". ¡Ay! Sí, definitivamente, ¿será que el altruismo no me sobra y por eso me cuesta tanto? Detrás de muchas paternidades hay historias fuertes y creo que de eso se trata la película, de gente creciendo y construyéndose y de cómo seguir adelante con la paternidad a cuestas. Y cada quien elegirá su camino: con o sin cochecitos, antes o después de los treinta, gritándole a sus hijos o no. Pero cada camino es único, imposible de ser "transmitido" e irrepetible. Y eso lo saben nuestros protagonistas cuando encuentran su lugar, que es como el símbolo de una etapa que se cierra.

Como dice Verona "Todo lo que podemos hacer es ser buenos con este bebé. No tenemos control sobre mucho más"
Eso, no tenemos control sobre el futuro o lo que hagan los demás, pero sí la oportunidad única de criar a nuestro hijo siendo nosotros mismos mucho mejores de lo que jamás imaginamos.

Obvio que me lloré todo porque no soy como la hippie soberbia esa de la película, soy una hippie sensible :P (jojojo!)