Recorriendo sitios de diseño para habitaciones infantiles encontré este video que me dejó llorando. Si están sensibles, no lo vean: es realmente indignante.
Se trata de una cuna robotizada llamada Suima que se alquila en Japón por unos 80 euros y fue desarrollada por la Universidad de Kyushu (qué cráneos). Cuenta con un dispositivo que hace que la cuna se empiece a mover cuando el bebé que esta allí dentro (abandonado?) llora. La particularidad es que, según los expertos, se mueve "al ritmo del corazón de la madre". Claro que nada es tan simple ni se siente tan bien como los brazos reales. Y si el bebé finalmente se duerme no es porque se haya "calmado", es porque entendió que su llanto no es escuchado y que no puede esperar nada de aquellos que lo cuidan. Ante esta situación, mejor dormir y olvidar que aquellos de quienes espera brazos, contención, amor lo dejaron abandonado en esa cuna.
Lo peor del video son las "risas" de fondo que se escuchan, incluso sobrepasando al llanto del bebé. Qué soledad debe sentir ese bebito, ¿no? Evidentemente está aprendiendo de manera eficaz lo "rudo" que es este mundo. ¿Esto no es abandono de persona?
Muy triste.

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