Como saben, Guille no va al jardín. De ser posible, intentaremos que no vaya hasta los tres años. Y, si por mi fuera, no iría hasta los 5 a preescolar. Básicamente porque estoy en contra de escolarizar tempranamente a los niños. Sobre todo hoy en día, en donde es muy difícil encontrar jardines que promuevan el juego como único contenido. Me asombro a diario al observar jardines que ofrecen en salita de tres inglés y computación. Ojo, no estoy en contra de que la oferta exista: simplemente a mi no me sirve, no es lo que quiero para mi hija y me gustaría que hubiese otro tipo de propuestas.
Gracias a esta decisión de no ingresarla a ningún jardín maternal, cuando llego de mi trabajo disfruto de largas -y agotadoras a veces- tardes con Guillermina. Buscando actividades sencillas para realizar con bebés de un año, me encontré con el libro Arte desde la cuna, en donde ofrecen propuestas variadas para hacer con música, plástica, literatura y cuerpo en movimiento. Si bien el aspecto teórico del libro no está suficientemente desarrollado, las actividades que ofrece son buenas. Intento ponerlas en práctica al menos una vez por semana con Guille. Y la verdad es que la pasamos muy bien y "matamos" un poco el tiempo. Especialmente los domingos que David trabaja.
Comparto con ustedes las pautas para la actividad y las fotos del día que la llevamos a cabo.

"Para empezar...con agua

A partir de 1 año

¿Qué buscamos con esta actividad?
Que los niños:
-exploren distintas herramientas
-se inicien en el procedimiento de pintar

Sugerencias: esta actividad es ideal para días de calor. Si se realiza en un día fresco, se les puede poner un impermeable a los niños o desarrollarla en la cocina o algún sitio calentito.

Materiales:
- baldes
- brochas, pinceles de distintos tamaños, esponjas
- una pared porosa o piso de iguales características que pueda ser mojado. O un pliego de cartulina, un afiche, etc.

Desarrollo

Ofrecer los materiales y proponerles "pintar" con agua sobre el material disponible. El adulto comenzará a hacerlo y el niño podrá acompañarlo o simplemente observar hasta que se anime. No hay riesgos de que se manchen ni que se lleven la pintura a la boca, es un momento de descubrimiento y de enorme placer. Hacer puntitos, líneas, cubrir una gran superficie, ver cómo lentamente la huella desaparece, observar las gotitas en el piso y aprender a escurrir el pincel en el borde del recipiente..."

Extraído de AAVV: Arte desde la cuna, educación temprana para niños desde recién nacidos hasta tres años, Ed. Nazhira, Buenos Aires, 2003.

¿Cómo lo hicimos nosotras?

Bueno, nos fuimos a la terraza y llevamos todos los pinceles que teníamos más el baldecito de plástico. También llevamos una hoja grande de cartulina. Y pintamos: con pinceles, con las manos, nos tiramos agua...y nos divertimos muchísimo. Guille aprendió a manejar el pincel super rápido. Eso sí, se vació "la pintura" tres veces encima...así que terminó envuelta en un toallón y cuando bajamos estaba tan agotada que se durmió una siestita.
Acá les dejo las fotos de mi Guille pintorcita...