Soy Luisina, mamá de Guillermina, y esa es mi única certeza en estos días de cambio.

Este blog nació con el objetivo inicial de conservar los recuerdos del crecimiento de mi hija. Poco a poco fue cambiando su primer objetivo, porque yo misma inicié una transformación profunda en muchos aspectos de mi vida.

Hoy por hoy, los objetivos de este blog son variados. Por un lado me mueve el deseo de compartir mi maternidad y mi forma de crianza con otras mamás que también tienen sus propios blogs. Pero hay algunas otras cosas que me gustaría contarles.

Guillermina nació por cesárea debido a que estaba en posición podálica. Nuestra lactancia, a pesar de que me había propuesto amamantar por un mínimo de dos años, llegó a su fin cerca de los seis meses. Podría haber dejado todo allí, cerrar la etapa, limitarme a decir "Simplemente no se dio la posibilidad de tener un parto natural", o "Hice todo lo que pude para preservar mi lactancia, pero no fue posible", y también podría agregar "En definitiva, lo que importa es que mi hija está sana". Decir frases como estas sería mentirme a mi misma y mentirles a ustedes, y como siempre fui una persona inconformista, en vez de sentarme y justificarme, preferí revisar por qué me pasaron las cosas que me pasaron. Para esto leí muchísimo, me informé y empecé a generar mis propias respuestas. Hace muy poquito empecé a asistir a los encuentros de la Liga de la Leche en Villa Hortensia, Rosario. Estoy convencida de que la ayuda madre a madre no se logra solo desde atrás de un escritorio, sino aprendiendo para poder ayudar. Tal vez tendría que haber llegado a ese grupo hace un año, pero de todas maneras seguro es mejor tarde que nunca.

Guille tuvo el nacimiento y la lactancia que esa "otra yo" de hace un año pudo darle. No fue una cesárea 100% respetada, aunque soy consciente de que podría haber sido peor. No tuvo la lactancia exclusiva y prolongada que yo deseaba, tal vez ese "fracaso" fue solo una parte de un aprendizaje interno que movilizó en mí muchísimas experiencias pasadas. Sí es criada con amor y con respeto, "criada a besos" como me gusta decir.

Las respuestas que hallé para mí misma conforman parte del blog, otra parte está compuesta por las cosas que leí para saber, para informarme, para crecer. Sin dudas ha sido un camino doloroso. Porque tuve que ver qué parte de la responsabilidad me tocaba. Y sabemos lo difícil que es asumir responsabilidades.

Tal vez tenga otro hijo, todo sea mejor y pueda darle lo que Guille no tuvo, y pueda decir que ella fue el motor que posibilitó un mejor nacimiento para otro bebé. Pero tal vez no tenga otro hijo, y sin embargo el objetivo será el mismo: posibilitar información para mejores formas de parir y de nacer, posibilitar más lactancias prolongadas, hacer posible que en el mundo haya más niños criados con amor y con respeto.

Las mujeres no necesitamos que nos enseñen cómo cambiar un pañal, necesitamos respaldo emocional para que la maternidad nos transforme en personas distintas, más sabias, más espirituales, más cerca de nuestros hijos que del éxito profesional.

Durante muchos años me empeñé en "cambiar el mundo" desde la práctica profesional docente, desde el voto ciudadano...nunca pensé que la maternidad me iba a dar la posibilidad de cambiar el mundo de una manera tan rotundamente tangible. Pero no me alcanza con criar a mi hija con amor si en el mundo exterior reina la violencia. Esa es la propuesta del blog, entre las mil cosas más que mencioné, este intenta ser mi pequeño aporte para difundir la crianza con apego.

Porque un mundo mejor es posible, mamás: lo tenemos en nuestras manos.