¿Qué les voy a decir? ¡Que mis lectoras son más raras que yo! No, no, en serio. Por poco tengo que prenderle fuego al blog para que se manifiesten (manifestáos!!). De vez en cuando es bueno armar kilombo para ver posta quiénes te leen.
Me encanta saber que están ahí atrás. Nunca me importaron mucho los comentarios del blog, jamás he recorrido medio millón de blogs dejando comentarios y ni siquiera soy tan cortés para devolver los que me hacen (sepan disculpar, el poco tiempo que tengo lo invierto en otras cosas). Pero el ver que ahí atrás hay una comunidad -y no sólo alguien que te deja un comment por cumplir- y que la interrelación puede ser tan honesta y copada, la verdad es que me emociona muchísimo. Porque esa conversación acerca de lo raras que nos sentimos a veces siguió sus propios carriles sin que yo intervenga y hubo un intercambio fluido entre las que están ahí atrás. Como dijo Romi ¡qué bien nos sentó este post! Por eso escribo esta entrada en lugar de comentar cada una de las cosas que dijeron, porque creo que ese post no es sólo lo que se ve en el blog, sino sobre todo los comentarios que están por debajo, metidos bajo esa piel. Me emociona encontrar gente tan "así", tan abierta como para contar lo que hacen, sus locuras y darse a conocer.
Yo también salto en los peloteros y me subo a los inflables y juego con mi hija con pasión (claro, a veces también me aburro, ojo!), y me dejo abrazar por mis alumnos (y algunos miden mucho más que yo!). Y es una linda vida, llena de cosas espontáneas. Y creo que cuando más espontáneos somos más nos miran, porque nuestra sociedad es acartonada y estructurada y no se banca a los díscolos o pretende civilizarlos.

Y lo que más me gustó es "má, lo digo, total es el blog de Luisina!" jaja, gracias amiga! Creo que estamos generando vínculos fuertes Lucía :)

Y acá está la foto suavecita de Rosario que les había prometido. Que tengan un buen fin de semana!

Rosario