Hace mucho que no pongo recetas en el blog, pero hoy casualmente me acordé de algo que leí en el libro de Laura Gutman La revolución de las madres, y decidí compartir con ustedes esta receta. Gutman sostiene que la introducción de alimentos sólidos debería hacerse cuando el niño se muestra interesado en ellos, en lo que come la familia o en lo que ve pasar por delante. Esto seguramente no ocurrirá hasta que el bebé pueda mantenerse sentado y firme,  cerca de los seis meses, coincidiendo así con las recomendaciones de la OMS acerca de la lactancia materna. Gutman sostiene que el bebé debería empezar a comer cuando puede manejarse con autonomía frente al alimento:

"¿Qué significa comer con autonomía? Significa que el niño pequeño es capaz de encontrar, tomar y llevar a la boca, por sus propios medios el trozo de alimento. Si pensamos en "un trozo" de alimento, es obvio que el puré es el alimento anti niño por naturaleza, porque se deshace en el intento de llevarlo a la boca.
Por lo tanto, tendremos que pensar en ofrecer comida en forma de "trozos blandos", cuando el niño es muy pequeño y no tiene aún dientes para triturarla. La comida sencilla en forma de croquetas, bollos, formitas, son ideales. Se pueden comer fríos o calientes y pueden estar preparados con anterioridad para ser utilizados en cualquier momento del día. La "forma" en que el alimento es presentado al niño tiene mucha importancia, de hecho ése es uno de los motivos por los cuales la "comida chatarra" tiene tanto éxito entre los niños pequeños: porque pueden comerla con autonomía y como parte del juego. Con un poco de imaginación podremos ofrecer al niño alimentos de mejor calidad, conservando la facilidad y la autonomía para comer. Básicamente se trata de poder tomar el trozo de alimento con la mano."

Laura Gutman: La revolución de las madres. El desafío de nutrir a nuestros hijos, Del Nuevo Extremo, Buenos Aires, 2009. Pág. 201

Aclaro que yo también empecé con puré y a los cinco meses de Guille (ay!), así que -si les molesta lo que piensa- a quejarse a lo de Laura Gutman ;-) Incluso me costó un montón introducir la comida en "pedacitos" porque soy hiper paranoica con que se ahogue. Pero esto tiene una razón: cuando Guille empezó a comer murió un bebito de seis meses en una ciudad vecina, atragantado con un caramelo duro. Quedé terriblemente impresionada y aunque sé que hay diferencias entre un "pedacito" de carne y un caramelo duro, igual me asustaba cada vez que Guille tosía. También quiero aclarar que esto de darle de comer al bebé en trozos que pueda sujetar con las manos no lo inventó Laura Gutman, sino que es una tendencia muy fuerte en Estados Unidos (vean esta página de Baby Finger Food). Igualmente, aunque haya empezado con puré, realmente estoy convencida de que es una buena idea intentar con trocitos de comida y así lo haré cuando introduzca los sólidos en un futuro hij@. Por eso todos los días pienso y pruebo recetas en donde el principal atributo sea que puedan agarrarse con las manos, sobre todo porque Guille jamás se sienta a comer y es imposible perseguirla por la casa con el tenedor.
La idea general de la receta la saqué de un programa de Utilísima que ví hace un millón de años. No es nada muy nuevo, tampoco se vayan a creer que innové tanto. Es una idea básica a partir de la cual se pueden aplicar muchísimas variantes.

Necesitamos (para un montón)
2 tazas de arroz cocido bastante pasado
1 taza de espinaca cocida (o cualquier otro vegetal, o una mezcla de varios vegetales, eso sí cuidar que no tengan demasiada cantidad de agua)
pan rallado o avena molida fino

Lo que hacemos
Ponemos el arroz en la procesadora junto con los vegetales, procesamos bien todo (también se puede hacer con pollo crudo, con una pechuga por ejemplo, en lugar de vegetales). En una bandejita de telgopor o en una bolsita de nylon pincelamos con un poquito de aceite para que no se pegue y estiramos la mezcla que hicimos con el arroz procesado. Llevamos al freezer un ratito, retiramos y cortamos las formitas. Personalmente, creo que la comida no debe tener aspecto de algo que no sea comida, por eso yo corto o círculos o barritas (pero éste es un raye mío y perfectamente podrían usar un corta pastas en forma de barco, corazón o flor, o lo que tengan). Los rebozamos con el pan rallado o la avena (no hace falta pasar por huevo porque es bastante pegajoso el arroz procesado), y horneamos hasta que estén doraditos de ambos lados.
La receta es inagotable: se puede agregar casi cualquier ingrediente al arroz. Podemos reemplazar el arroz por cebada cocida o por fideos. También podemos acompañar con alguna salsita de queso crema o con tomate procesado. O hacerlas a la "napolitana" con salsa de tomate y queso fresco.
A mi me encanta esta receta, me parece súper versátil, fácil de hacer y hasta se puede hacer en cantidad y freezar. También les propongo que lo prueben como alternativa para los cumpleaños, en vez de la típica comida "chatarra", realmente son riquísimas.

Les dejo fotos del proceso

Procesar
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Estirar
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Rebozar
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Servir
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Las fotos están un cahitín oscuras porque las hice a las apuradas. Guille huele comida y empieza a pedir a los gritos ;-)