Estoy acá. Me descubro abriendo la ventana de las entradas del blog y presionando, sin pensarlo mucho siquiera, "nueva entrada". Vengo con pequeños recortes de mi vida.
Hace meses que Guillermina escucha a Jorge Drexler, lo descubrió porque solemos escucharlo mucho en el auto y su último disco es tan bello que en seguida siguió escuchándolo en casa, en su celu, en la compu. Con David fuimos a verlo en vivo en junio de este año, fue un show delicioso y nos arrepentimos de no haberla llevado y de que ese no fuera su primer recital. Ya habrá tiempo.  
De a poco fue escuchando toda su discografía nueva, hasta ir más atrás, hasta el disco Eco. A veces me pregunta si conozco tal canción y yo le digo que sí, que es de algún disco viejo. Hace algunos días me preguntó por Antes y le conté que esa fue la canción con la que entramos a la fiesta de nuestro casamiento. Después, una vez que ellos nacieron, esa canción tomó un nuevo significado para mi <3.
Hoy le conté que hace 10 años empecé a escribir un blog que se llama De amor y de casualidad justamente por esa canción. La escuchó contentísima. No puedo creer que ya tiene la edad suficiente para leer este viaje que fue mi blog por mi maternidad reciente. 
Este año decidí volver a mi casa, en muchos sentidos. Volvimos a vivir en calle Salta y en junio mi cápsula del tiempo fue publicada aquí. Creo que de a poco voy a mudar todo lo publicado en mi otro blog para seguir escribiendo aquí.
Sin dudas necesito escribir, lo estoy haciendo para mí de manera privada y ansío hacerlo aquí de manera pública. Quizá nadie lo lea, los blogs han pasado de moda. Aunque sigo leyendo a todos mis blogs preferidos, entristeciéndome cuando ya no publican o me aparece el cartel de "acceso denegado". Pero igual necesito este ejercicio porque no la estoy pasando bien, digamos que este no ha sido el mejor año de mi vida. Mi familia preciosa sigue tan unida como siempre, pero empecé a sentir cierto malestar con mi historia personal que me terminó llevando bastante cerca de la locura. Me di cuenta de que ya no podía más cuando terminé llorando frente a un grupo de alumnos, por cuestiones que nada tenían que ver con ellos. Ahí puse fin a aguantarmelá y busqué ayuda profesional. Ando organizando mi mente y descansando. Desencadené (después de varios picos de estrés que se manifestaron de diversas formas) en un trastorno generalizado de angustia, aunque de a poco voy saliendo a flote y pudiendo conectar las piezas para volver a ser yo. Estoy de licencia en mis horas docentes. Al principio, pensé que en solo 20 días me iba a sentir como nueva, PERO justo ahí cuando paré es que se vino lo peor. Y no soy una persona a la cual la paciencia le resulte un don natural, por así decirlo. A veces siento furia contra mi misma por estar así, pero entiendo que mi infancia no fue precisamente la más amorosa y que remé tanto cuando tuve los veintipico -en medio de un país devastado por el 2001- que dejó marcas profundas en mí. Empecé un proceso de psicoanálisis que parece será interminable, pero es ahora o nunca. Y necesito que SEA, en algún momento. 
Así, me propuse avanzar de un día a la vez e intentar hacer cosas que me generen bienestar. Logré empezar y terminar varios libros. Arranqué proyectos fotográficos que no me generen una presión insostenible y de a poco voy pudiendo empezar a realizar actividad física suave -llegó un momento en el cual me costaba horrores salir de casa y hacer cosas simples, como buscar a mis hijes a la salida de la escuela- pero con esto me tengo paciencia. Todo lo demás ha tenido que esperar un poco: mis alumnos, mis clientes (a quienes agradezco tanto la paciencia) e incluso mi familia. Han sido 10 años agotadores: la crianza de mis dos hijes, la puesta en marcha de una empresa que resultó exitosa y que me ha dado mucha felicidad, la salida de una crisis de pareja, la decisión de que David se dedicara a ser un papá en casa y desarrollara su propio emprendimiento. Todo eso generó un cansancio extremo y ese estrés me llevó a mis peores fantasmas. Acá estoy, cada vez menos vulnerable, para hacerles frente.
Quiero llegar a fin de año fortalecida. En 3 meses cumplo los 40. Será un cumple feliz, porque tengo una vida plena y hermosa que estoy volviendo, de a poco, a disfrutar.
Si llegaron hasta acá, es solo una parte pequeñita de la historia de lo que soy. De a poco voy a volver a publicar las cosas tan buenas de estos años: los viajes, todo el amor, los libros, las canciones, las fotos de esta vida que de tan bella a veces duele.
Acá estoy, viva <3.