Como les contaba ayer, las playas de la costa del río Uruguay estaban anegadas debido a la creciente. Nuestro alojamiento era un bungalow pequeño, en el medio de la ciudad y sin pileta, por lo que necesitábamos encontrar un lugar donde disfrutar un rato del agua. Los lugareños nos recomendaron un camping que estaba cerca de Concepción del Uruguay, en las ruinas de un antiguo molino de trigo. Se trata de un camping gigante, con bungalows e infinito espacio para carpas, en la orilla del arroyo Urquiza. Si bien es un emprendimiento privado, vale la pena conocerlo -si te gusta la carpa, dale para adelante porque las instalaciones son perfectas para acampar, en otoño debe ser muy bello- y pasar el día allí.
Mis hijos se tomaron literal lo de "pasar el día". Entraron a las 10hs al arroyo y logramos sacarlos a las 17hs. (gracias San Dermaglós! algunos dirán que es tóxico...pero las quemaduras que yo me agarraba en mi niñez mis hijos no las tuvieron jamás!). El agua fresca, la arena blanca, piedras, pececitos, la combinación perfecta para que los chicos disfruten. El arroyo en realidad está canalizado y tiene poca profundidad, lo cual lo hace muy seguro. Había un par de lugares en donde Guille no hacía pie, pero en general los podías dejar jugar bastante libres. 






Al costado del predio del camping, están las ruinas del molino Barreiro, un viejo molino de trigo abandonado. Es un lugar muy lindo para caminar y descubrir sus puertas, ventanas, pasadizos, etc.





Hola! Tengo una foto con mis hijos! Felicidad total (aunque el pelo me genera dudas con respecto a la "felicidad", ja!)




Después de todo el día en el camping, nos quedaba pendiente la visita al Palacio San José, muy cerquita de Concepción del Uruguay. También fue una sorpresa recorrerlo. El Palacio San José fue la última casa en la que vivió Justo José de Urquiza, una de las figuras políticas más importantes del SXIX. Había visitado el palacio en aquél viaje de 7mo. grado, pero la dimensión histórica del lugar y lo que implica visitarlo recién las descubrí esta vez. 
En definitiva, mis conclusiones me alejaron políticamente de Urquiza (el tipo se compró un barco a vapor para pasear por un estanque...¡por un estanque!) y me quedé pensando en lo duro que debe haber sido llegar hasta el palacio para la familia del caudillo. Me refiero a esto porque aún hoy la construcción está en el medio de la nada, no me quiero imaginar lo complicado que debe haber sido llegar hace casi 200 años atrás. De este hecho se desprende otra conclusión. Como bien sabemos, a Urquiza lo asesinan en el palacio. Todas las puertas de la residencia estaban abiertas y claramente se debe haber oído que venían jinetes al galope desde una distancia considerable, es decir, los guardias tuvieron el tiempo suficiente para cerrar las puertas, pero no lo hicieron, ergo, estaba todo arreglado. Por supuesto, no es novedad que el SXIX en Argentina fue violento. Bueno, de hecho la violencia política en Argentina es algo que nos define como sociedad.
Del palacio en sí, lo que más me impactó es la modernidad de la construcción, los detalles de decoración, el trabajo de herrería en las rejas, las puertas talladas, el piso de ladrillos que te lleva hasta el estanque. Algunas de las ventanas parecen salidas de Casa chaucha! Imaginate el título "Justo José, caudillo" y todas las fotos de la casita que se hizo construir.












Me matan los azulejos, la verdad, le envidio profundamente la cocina a Urquiza, lo que en un punto es delirante ;-)




Jardín delantero


Camino al estanque, en donde paseaba en su barquito, el "San Cipriano".


Se puede visitar hasta las 18hs. Más info, acá.
¿Conocen el Palacio?¿Les gustó? A mi la construcción me pareció increíble. Mis hijos se aburrieron muchísimo, pero bueno, estaban muertos del día en el arroyo, así que es comprensible. Si bien es una visita para adultos, con niños descansados puede disfrutarse perfectamente :)