Este año tengo el peor horario en 10 años de docencia. Lo peor del horario no es el horario en sí, lo peor es que extraño mucho a mis hijos (y ni siquiera es que gano más). Me da culpa porque hace 10 días me tenían harta y les gritaba por todo. Eso.
Me voy a charlarles sobre el Popol Vuh a los de 5° mientras me pregunto cómo, en una profesión que ejercemos mayoritariamente las mujeres, no hay conciliación entre familia y trabajo. Ah, porque los del gremio son mayoritariamente hombres #patriarcadoledicen.