No es habitual que un viernes a la mañana esté en casa. Los viernes son mis días más largos, salgo a las 7 y vuelvo a casa a las 17:30. Trabajo toda la mañana en el Normal 3 y toda la tarde en la Técnica 2. En el medio, tengo una hora para almorzar, pero en realidad la pierdo yendo de una escuela a la otra (tengo que atravesar el centro) y buscando un lugar para estacionar. 
Hoy empieza el encuentro nacional de volley en el Normal y sólo fuimos a cantar la Aurora a las 7:30. Tradicionalmente no hay clases, pero este año la supervisora determinó que era fundamental nuestra presencia a las 7:30 para subir la bandera (cuák!)(esta es la parte que no me gusta de ser docente...las pavadas!). Aproveché para tomarme un café y pasar a cargar nafta, el playero me recriminó que me quedaba sólo 1 litro de nafta, "no debería arriesgarse así, señora", jejeje!
La cosa es que llegué a casa y mis niños ya no estaban (los viernes se van de la abuela), me preparé el mate, mi gata vino corriendo a sentarse encima mío y me toca corregir una pila de evaluaciones, el cierre del trimestre es tirano. De todas formas, a la tarde trabajo en la Técnica, pero ya es otra cosa ;-)
Mientras tanto, escribo este post y dejo por aquí algunas fotos de estos últimos días.


Curiosidad En el barrio Malvón Mirando llover Blanco Paseando