Los 3 de Emilio
30 septiembre 2014
Emilio cumplió los 3 el viernes pasado. Fue un año muy importante para él, está altísimo, habla a la perfección (ATURDE! já!), dejó los pañales hace rato y nos despedimos muy pacíficamente de nuestra lactancia en mayo. Hablar tan bien le permite expresar muchas de sus emociones y si bien a nivel físico criarlo es un desafío, en el plano emocional es un niño fácil de entender, casi no tuvo berrinches. Hoy, por ejemplo, me enojé porque tiró toda una caja de juguetes sin ton ni son (es decir, no estaba jugando), le cerré la puerta y le dije "Cuando juntes todo, podés salir", su respuesta fue "Está bien, junto todo, pero no cierres la puerta porque me da miedo", obviamente hice lo que él me pidió y se quedó un buen rato juntando todos los juguetes. Guille demoró muchísimo más tiempo en poder expresar qué era lo que le pasaba, veo que en ese aspecto, Emilio parece más grande para la edad que tiene.
El cumple tuvo por temática elegida a los Minions, la primera vez que elegimos personaje comercial para los cumples y la verdad es que resultó mucho más fácil que con otros temas. Cuando pueda terminar de organizar todo lo que quedó pendiente, subo los archivos por si alguien quiere animarse, aunque mucho, muchísimo, lo saqué de Pinterest.
Pasó el cumple de Emilio y se termina septiembre, ahora sí que falta poco para fin de año ;-)
Adiós, septiembre :)
2 pequeños diálogos y un logro
29 septiembre 2014
Ya consignados en FB, ahora me los guardo por acá :)
Le digo a David "Sí, eso que te regaló tu tía", Guille desde el otro lado del patio: "¡¡¡TIENE TÍAAAAA!!!". Esa capacidad de sorprenderse con TODO, qué genialidad.
Otra, esta vez de Emilio: encontró un cascarudo y se dedicó a descuartizarlo, pasa D y le pregunta "¿Cómo anda el cascarudo?", Emilio: "No anda".
Y un logro: Después de 2 años de tratamiento constante, el jueves Guillermina recibió el alta definitivo de la fono.
267
24 septiembre 2014
Mientras cocino unos fideos livianitos -posiblemente lo último liviano que comeremos hasta después del cumple de Emilio- reviso la cantidad de stickers que corté hoy y preparo la mochila de Guille para mañana. A media tarde hice la foto del 365, no me podía decidir entre la gata y el alguacil pegado en la pared, por eso aprovecho y traigo las dos fotos.
En IG, subí los los preparativos del cumple (será el viernes). El tema elegido son los Minions y Pinterest fue de grandísima ayuda (una vez más...y van...).
Cuando pase y recupere algo de tiempo, subo los descargables por si alguien quiere intentarlo ;-)
Acá, las fotos del día 267 del 2014 :)
Frida
Y la libélula
Eres responsable para siempre de aquello que has domesticado
23 septiembre 2014
Lo iba a programar para mañana porque parece muy de chiflada no escribir nunca y de golpe un día mandar dos posts juntos, pero no tendría sentido mezclar lo de mañana con hoy...y de todas formas, muchas cosas no tienen sentido.
Hace un par de meses D incorporó la rutina de leerles algo cada noche, cuando él no está, les leo yo. Me encanta esta rutina. Llegaba muy cansada a la noche y siempre pensaba que alcanzaba con leerles de día, ahora me doy cuenta de que ese rato nos relaja a todos. Guille eligió que le volviéramos a leer "El principito", ya se lo había leído yo durante algunas siestas del verano en el que tenía 4 años. D nunca lo había leído.
Anoche D no estaba y me tocaba a mí, justo era el capítulo del encuentro con el zorro. Es un libro que me encanta, pero que me da cierta pereza porque mi parte preferida -y supongo que la de muchos otros- es justamente ESE encuentro. Y cada vez que lo leo le encuentro un sentido nuevo, algo así como "de esto no me había dado cuenta antes". Ayer presté atención especialmente al tema de generar lazos y a la responsabilidad que conllevan las relaciones humanas, desde la más pequeña y efímera hasta la más profunda. Terminé el capítulo a duras penas, lagrimeando.
Hoy hicimos esta foto, para no olvidarnos de anoche <3
...
Fue entonces que apareció el zorro:
- Buen día - dijo el zorro.
- Buen día – respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta pero no vio a nadie.
- Estoy aquí – dijo la voz –, bajo el manzano...
- Quién eres ? – dijo el principito. – Eres muy bonito...
- Soy un zorro – dijo el zorro.
- Ven a jugar conmigo – le propuso el principito. – Estoy tan triste...
- No puedo jugar contigo – dijo el zorro. – No estoy domesticado.
- Ah! perdón – dijo el principito.
Pero, después de reflexionar, agregó:
- Qué significa "domesticar" ?
- No eres de aquí – dijo el zorro –, qué buscas ?
- Busco a los hombres – dijo el principito. – Qué significa "domesticar" ?
- Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. Es bien molesto ! También crían gallinas. Es su único interés. Buscas gallinas ?
- No – dijo el principito. – Busco amigos. Qué significa "domesticar" ?
- Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa "crear lazos..."
- Crear lazos ?
- Claro – dijo el zorro. – Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...
- Comienzo a entender - dijo el principito. – Hay una flor... creo que me ha domesticado...
- Es posible – dijo el zorro. – En la Tierra se ven todo tipo de cosas...
- Oh! no es en la Tierra – dijo el principito.
El zorro pareció muy intrigado:
- En otro planeta ?
- Sí.
- Hay cazadores en aquel planeta ?
- No.
- Eso es interesante ! Y gallinas ?
- No.
- Nada es perfecto – suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea:
- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. Y además, mira ! Ves, allá lejos, los campos de trigo ? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. Y eso es triste ! Pero tú tienes cabellos color de oro. Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado ! El trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el trigo...
El zorro se calló y miró largamente al principito:
- Por favor... domestícame ! – dijo.
- Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame !
- Qué hay que hacer ? – dijo el principito.
- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente el principito regresó.
- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.
- Qué es un rito ? – dijo el principito.
- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Entonces el jueves es un día maravilloso ! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:
- Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.
- Es tu culpa – dijo el principito -, yo no te deseaba ningún mal pero tú quisiste que te domesticara.
- Claro – dijo el zorro.
- Pero vas a llorar ! – dijo el principito.
- Claro – dijo el zorro.
- Entonces no ganas nada !
- Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo.
Luego agregó:
- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.
El principito fue a ver nuevamente a las rosas:
- Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.
Y las rosas estaban muy incómodas.
- Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa.
Y volvió con el zorro:
- Adiós – dijo...
- Adiós – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el principito a fin de recordarlo.
- Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante.
- Es el tiempo que he perdido en mi rosa... – dijo el principito a fin de recordarlo.
- Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito a fin de recordarlo.
Cap. XXI, El principito, Antoine de Saint-Exupéry
100 días
Ayer fue el día 265 de este año. Eso significa que al 2014 le quedan sólo 100 días. Me gusta mi proyecto 365, lo disfruto un montón y me encantaría tener la constancia de subir la foto al blog cada día (como lo hago con flickr) y comentar algo sobre ella. Me cuesta enganchar y hacer todo junto...en parte porque los minutos frente a la compu son escasos, pero, capaz, quién te dice...sin muchas expectativas la cosa suele funcionar mejor.
En la foto, Guille revoleando agua. Mis hijos son muy fans del agua (aunque dudo que haya chicos que no lo sean!), especialmente el menor, pero Guille se engancha siempre.
Quiero contar tantas cosas de mi hija, lo que dice, los cuentos que escribe y el tiempo que se pasa dibujando el día a día. Hoy renuncio a unas horas de clase en una ciudad cercana porque no-da-para-más, tal vez eso me de un poco más de tiempo.
Disfrutemos de la primavera y de estos últimos 100 días del año que para mi, son los más lindos.
2 cosas más:
- más tarde subo la foto de hoy
- en IG empecé el proyecto 100 días felices, porque soy así de estrambótica y para mi los días felices vienen a fin de año (já!), mi hastag es #100díasdeamorydecasualidad , mi usuario en IG: @luisinaese (acá)
2 cosas más:
- más tarde subo la foto de hoy
- en IG empecé el proyecto 100 días felices, porque soy así de estrambótica y para mi los días felices vienen a fin de año (já!), mi hastag es #100díasdeamorydecasualidad , mi usuario en IG: @luisinaese (acá)
Viernes a la mañana
12 septiembre 2014
No es habitual que un viernes a la mañana esté en casa. Los viernes son mis días más largos, salgo a las 7 y vuelvo a casa a las 17:30. Trabajo toda la mañana en el Normal 3 y toda la tarde en la Técnica 2. En el medio, tengo una hora para almorzar, pero en realidad la pierdo yendo de una escuela a la otra (tengo que atravesar el centro) y buscando un lugar para estacionar.
Hoy empieza el encuentro nacional de volley en el Normal y sólo fuimos a cantar la Aurora a las 7:30. Tradicionalmente no hay clases, pero este año la supervisora determinó que era fundamental nuestra presencia a las 7:30 para subir la bandera (cuák!)(esta es la parte que no me gusta de ser docente...las pavadas!). Aproveché para tomarme un café y pasar a cargar nafta, el playero me recriminó que me quedaba sólo 1 litro de nafta, "no debería arriesgarse así, señora", jejeje!
La cosa es que llegué a casa y mis niños ya no estaban (los viernes se van de la abuela), me preparé el mate, mi gata vino corriendo a sentarse encima mío y me toca corregir una pila de evaluaciones, el cierre del trimestre es tirano. De todas formas, a la tarde trabajo en la Técnica, pero ya es otra cosa ;-)
Mientras tanto, escribo este post y dejo por aquí algunas fotos de estos últimos días.
Mientras tanto, escribo este post y dejo por aquí algunas fotos de estos últimos días.
En el aula, soy feliz
11 septiembre 2014
En unos días se cumplen 11 años del día en el que abrí por primera vez la puerta de un aula como profe. Era una escuela de adultos, una "nocturna" y yo estaba muerta de miedo (como cada marzo). Adelante estaban sentadas las señoras mayores, amas de casa que no habían podido terminar la secundaria 30 años atrás y ahora se tomaban revancha. Atrás, los pibes que un par de años antes el sistema había expulsado de una trayectoria escolar "normal". Algunos se lo tomaban más en serio que otros, pero todos querían el "título", la acreditación que les dijera que ellos sabían X cosas. Para los más jóvenes era la posibilidad de un trabajo mejor, para los más grandes, la certeza de ponerle un punto final a algo que habían postergado. Fue todo aprendizaje, sobre todo para mí, que tenía 24 años y no entendía mucho cómo se construía un mundo diferente dentro del aula. Sí, lo había estudiado, el "sujeto pedagógico" y mil cosas teóricas más...pero nada me servía de mucho, no podía poner nada de esa teoría en mi relación con mis alumnos, no entendía cómo hacerlo.
Pasaron algunos años, dejé de trabajar con adultos por los vericuetos del sistema y me enfrenté a lo más temido: los adolescentes. Difíciles esos primeros años. Todo un camino. A veces, el choque es tan brutal que te hace querer salir corriendo. Hay años más fáciles que otros y lo cierto es que los docentes no dejamos todo atrás cuando entramos al aula, no, entramos con nuestros problemas, nuestras angustias y alegrías, nuestras noches sin dormir cuando tenemos bebés en casa, nuestros conflictos matrimoniales y demás. Y los chicos tampoco entran vacíos al aula, vienen con sus cambios y sus peleas con los padres y el hermanito más chico que nació y los abuelos que empiezan a morirse. En el mejor de los casos, son problemas pequeños, en el peor, sacudidas fuertes.
Y en el medio de todo eso, hay que aprender y hay que enseñar. Y me agoto de solo pensarlo, pero sin embargo lo sostengo cada día.
Hace un tiempo, sostenía que el docente se hace en el aula. Y lo sigo pensando, ¡claro! Creo que no hay profesorado ni universidad que puedan enseñarte a ser docente, es casi como ser mamá: te pueden contar mil cosas, pero la experiencia es única y sólo uno puede vivenciarla y decir si te gusta o si es para otro. Entonces, sí, el docente se hace en el aula, pero también junto a sus compañeros. Cuando tenés a tu alrededor gente a la que le gusta ser docente, la vida y la profesión se te facilitan un montón. Porque, créanme, si no te gusta la docencia, es una pésima idea ser docente :P
No sé si la escuela sirve o no sirve (ni siquiera puedo pensar en algo tan complejo como decidir eso), pero sigue siendo un lugar de encuentro social para dos generaciones y en ese encuentro se condensan un montón de cosas. La labor cotidiana es pequeña y enorme al mismo tiempo, muchas veces es dolorosa y hasta solitaria. Y cada vez me importa menos si saben o no saben acerca de la importancia del movimiento romántico en la literatura argentina, pero sí me importa que sepan que los adultos también somos vulnerables, que nos caemos y nos levantamos cada día, que las profesiones no son trayectorias lineales en donde "siempretegustaloquehacés", pero que sí vale la pena buscar tu camino (aunque te lleve 30 años) para hacer lo que amás.
Y para mí el aula es un lugar feliz, aunque a veces grite y me frustre porque no les importa el movimiento romántico (¡es importante chicos!) o la arbitrariedad del signo lingüístico (más importante aún).
En el aula soy feliz porque ahí construí mi lugar para crecer.
1° de septiembre
01 septiembre 2014
Así se nos fue agosto...
Bienvenido septiembre <3
Mientras en muchos de los blogs que leo intentan retomar las rutinas después de las vacaciones, nosotros las esperamos con ansias. Septiembre me gusta, en general nos regala buen tiempo (aunque justo hoy está nublado) y todo empieza lentamente a encaminarse hacia su cierre. Tengo las fechas de las mesas de exámenes en mi mail y varias sesiones de fotos programadas. De todas formas, nos separan 4 meses del fin de año y hay que ponerle ganas. En mi lista de cosas pendientes figura el comprado masivo de zapatillas y un corte de pelo para el más pequeño.
Pero hoy es lunes y da mucha pereza pensar en los pendientes.
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Luisina Serenelli
Docente // Fotógrafa // Blogger //Feminista // Doula// Escritora // Lectora incansable // Mamá de Guille y Emi // Enamorada de David // En permanente deconstrucción y construcción