El caos se va ordenando de a poco. Estas vacaciones me vinieron muy bien para ponerme al día con algunas cosas. Mientras termino con la edición de sesiones atrasadas, paso presupuesto y ya tengo algunas reservas hasta junio (¡junio!). 
Tomé 4 horas más de una licencia por maternidad. No veo la hora de que vuelva la profe. El grupo es hermoso y la paso muy bien con ellos (es un 4to año), pero la verdad que 4 horas cátedra más, hacen una diferencia enorme.
Sin embargo, mientras más trabajo, más y mejor me organizo. Y eso me hace bien. Ahora limpio la casa a la siesta, sí o sí. Y disfruto de la casa ordenada a la tarde. Antes de acostarnos, junto todos los juguetes y después puedo disfrutar de no vivir en el caos más absoluto.
Emilio cumplió los 18 meses. Sigue tomando teta, sigue siendo mitad ser humano mitad monstruo. Pero en fin, supongo que de a poco su energía podrá ser canalizada en juegos más tradicionales y ya no necesitará saltar de cabeza desde la mesa :/

El otoño me pone de buen humor. Se merecía un post absolutamente descolgado.

Tal vez algún día venga y cuente lo sociable que está mi niña introvertida, pueda mostrarles los trabajos que estuve haciendo en foto o contarles del taller de origami que hice cuando fui a Buenos Aires hace un par de semanas. Pero por ahora no. Ahora tengo que ir corriendo a bajar a Emilio de la mesa. Antes del clavado.