Ya llega, ya llega. Faltan dos días para dejar de ver a mis alumnos por 2 semanas. Tengo un malestar enorme con la escuela. Por muchas causas, porque el sistema me agobia, porque descreo de los métodos que usamos y entonces los uso por la mitad y de esa manera confundo a los chicos y me confundo yo misma, porque me faltan el respeto continuamente y eso me violenta (violencia que naturalmente no puedo expresar). No me está resultando fácil trabajar y encima tengo que escuchar los comentarios del resto de los docentes, del tipo "uuuuh, te tocaron los peores" y sólo en ese momento siento un poco de empatía con los chicos. La escuela como está no da para más, pero pocos parecemos darnos cuenta, la mayoría sigue en el trajín del día a día, todos lo suficientemente anestesiados para no darse cuenta. Y la verdad que aunque te des cuenta, tampoco se puede hacer demasiado.
Lo cierto es que por mucho que me plantee mis incomodidades con el sistema, con la escuela "en-sí", necesito la plata y es mi forma de ganarme la vida. Y el sueldo -en este momento y en Santa Fe- no es malo. Trabajo 14 horas semanales (porque no me ofrecen más, no porque no quiera) y me pagan lo mismo que gana David por trabajar 8 hs diarias durante 6 días corridos. Así que digamos que no es despreciable. 
Todo son normas y me agobia muchísimo tener que hacer que se cumplan, pero lo cierto es que si no hago que se cumplan tampoco puedo hacer "mi trabajo" real que vendría a ser transmitir algo de lo que estudié. Es una gran encrucijada, pero vuelvo al problema anterior: necesito la plata, por mucho que no crea en la institución escuela (en la educación sí creo, claro...y también en la literatura!) y entonces me siento un poco hipócrita. Tengo mucho que decir sobre este tema, pero poco tiempo. La semana que viene tal vez lo retome para ver si puedo despedazar este problema en todas las partes que lo componen. 

También tengo que reconocer que me gusta salir a trabajar, no sería capaz de quedarme en casa todo el día con los chicos durante años. Ya probé el año pasado, estuvo bien pero sentí que mi vida se empobrecía un poco...eso es lo que me pasó a mi, ojo! Estoy completamente de acuerdo con las mamás que quieren quedarse en casa y estoy segura de que puede ser una vida igualmente "rica" que saliendo a trabajar, solo que a mi no me funcionó. Digamos que en un punto idealicé demasiado quedarme en casa y cuando por fin tuve la oportunidad, no me llenó del todo y no entiendo bien por qué. Tal vez el asunto estaba mal desde un principio porque yo no decidí dejar de trabajar, más bien lo que sucedió es que me quedé sin trabajo. Y aparte tengo todo el discurso materno de "no dependerás de nadie" y es muy difícil luchar contra eso (aunque entiendo perfectamente que es una falacia!). Este tema también merece despedazarse más (soy Jack el destripador últimamente! jaja)

De todas formas, una de la pregunta sigue siendo: ¿Quién me mandó a mi a estudiar Letras?¿Ehhhh?

Estoy desayunando unos mates con pan casero y quesito crema, ya llego tarde (BU). Del bienestar de casa a la escuela, sin escalas ;-)

(seguro hay errores tipográficos, pero ya no tengo tiempo de corregir jaja)