Entre el comienzo del año y el amarillo (me mato con los títulos che!)
31 marzo 2012
Se nos fue marzo y sigo atrasada, me quedé en octubre del año pasado, jeje. Por eso voy a saltear cosas y listo. Y me falta el cumple de Guille y el inicio en jardín nuevo :)
Vengo a despedirme de marzo: el mes en que -al fin- refrescó un poco. Ahora vienen los sucesivos veranitos de San Juan :/ Traigo las fotos de otro mes del 366 y alguna mínima participación en La vuelta al mundo. Y me reservo lo de la #masamadre y cómo nos matamos de risa con Mara y Lucía (y muchas más!) para otro post (tal vez en 2013?).
Marzo representa, para mi, el inicio formal del año. Creo que es algo así como una deformación profesional porque para mi "el año" es el "ciclo lectivo". Así que fue el mes de empezar a correr...aunque yo corro poco y será por eso que siempre voy dos meses atrás (ok, capaz en junio la ropa del jardín diga que pertenece a mi hija).
Marzo fue así
1. Comienzo, 2. Verde, 3. Arbolitos, 4. Que los cumplas feliz, 5. Lluvia de marzo, 6. Rogel, 7. Muák!, 8. ..., 9. Marchando, 10. Nuevos espacios, 11. Nueva luz, 12. Chau, chau, papi!, 13. 4 años, 14. ¿Dónde van?, 15. Volviendo de la plaza, 16. Lengüita, 17. Un instante cotidiano, 18. Detalles, 19. Hermanos, 20. Pancito, 21. Trenes, 22. Sunflare, 23. Patchwork, 24. Listos, preparados, ya!, 25. Jeans x 2, 26. 6 meses, 27. Sopa, 28. Invisible, 29. Frida, 30. Upalalá!
(falta la de hoy, claro!)
También colaboré en La vuelta al mundo, trabajamos con el amarillo y me arrepiento de no haber sacado más fotos, es un tema que me encanta. Las mías forman parte de la serie "Amarillo porteño" y las saqué el año pasado, durante las vacaciones de invierno. No dejen de visitar el nuevo blog de Jackie Rueda y la cadena para dar la vuelta a un mundo amarillo.
Seis meses
26 marzo 2012
A la misma hora en que se publique esta entrada, Emilio cumplirá 6 meses. Hace ya algunos días que estoy emocionada. Me senté a releer la larguísima cadena de mensajes en respuesta a un privado mío por facebook. Aún hoy se me caen lagrimitas de emoción cuando leo esa enorme red de contención que tejieron para nuestra familia tantas mujeres enREDadas: amigas, compañeras de lucha y de camino, conocidas significativas, antiguas compañeras del foro. Era un momento delicado, habíamos recibido una sacudida pero debíamos estar en pie para recibir a este hijo. Soñado, pensado, planificado y esperado. Fue un niño respetado desde su concepción. Y, si bien torció el camino que teníamos preparado, también fue respetado en su nacimiento. Yo lo busqué así y lo logré. No, no fue nuestro soñado PVDC en casa que tanto planificamos. Nació en una cesárea respetada que curó cualquier herida anterior. Él lo dispuso así y marcó el camino de su llegada.
Todas las palabras de aliento, apoyo y cariño me las guardo para mi familia y para mi. Comparto con ustedes el mail que desencadenó esa avalancha de amor y contención. Ese mail refleja muy bien mis sentires con respecto al momento en el que estábamos :)
(las negritas son aclaraciones mías)
"Hola a todas!
Si están agregadas en este mensaje es porque en algún momento me han
preguntado cómo estaba o cuáles eran mis novedades con respecto al
embarazo. Obvio que pueden "bajarse" de la cadena cuando quieran.
Bueno, la mayoría de ustedes saben -porque han sido parte importante de
esta búsqueda- que habíamos decidido tener nuestro PVDC en casa, con
Cristina Giménez, que es la única en Rosario que atiende en domicilio.
Nos preparamos durante semanas con Cristina, asistiendo al taller que
ofrece, compartiendo muchos momentos muy lindos con otras parejas (ya
esos bebés nacieron en casa! estoy muy contenta por eso). En total éramos 4 parejas: 2 primerizas que parieron en casa y 2 con cesáreas previas, la otra chica sí logró su PVDC :)
A mitad
de camino surgió lo que sería nuestro "primer inconveniente": bebé Monje
estaba sentado, pero corría la semana 32 y aún teníamos mucho tiempo por
delante. Me desanimé un poco, claro, porque fue encontrarme ante una
situación muy parecida a la de mi anterior embarazo....pero como muchas
me dijeron, el camino hacia el PVDC también nos posibilita superar los
obstáculos que nos llevaron a la cesárea anterior. Así que fui de un
médico chino a hacer moxibustión (y continué por mí misma el tratamiento
en casa, con los rollitos de artemisa que el mismo chino me regaló, un
divino el médico), gateé y estuve en posición de mahometano 40 minutos
por cada dos horas (es decir, mucho tiempo, jeje), de paso me sirvió
para aliviar el dolor de espalda, hablé con el bebé (tranquilamente y
por momentos intimándolo jeje), empecé a recorrer mi biografía humana
con una terapeuta del equipo de Laura Gutman que me dio muuuuchas pistas
y me ayudó un montón (y que recomiendo, me sirvió mucho), lloré,
patalié, escribí infinidad de emails, exigí la versión externa y la
intentamos 4 veces (a pesar de que antes de la semana 37 es riesgoso,
valoramos los beneficios con mis equipos obstétricos y lo intentamos),
por cierto...es un dolor indescriptible -me refería a la versión externa-, también recurrí al homeópata.
Cristina no atendía un parto en podálica en mi casa y los sanatorios
en donde ella atiende no están en mi obra social. Ante la realidad de
encontrarme en la semana 36 y que mi bebé siguiera sentado, decidí
negociar con mi otro obstetra la posibilidad de esperar a que se
desencadene el trabajo de parto y, si el bebé seguía sentado, hacer la
cesárea una vez comenzado el mismo. Ese día le conté que yo había
planeado un parto en casa y él se solidarizó tanto conmigo que aún hoy
me emociono cuando pienso en toda la buena voluntad que le puso (me refería a Jaime Lardizábal). Cuando
vi su buena predisposición, decidí negociar con él la posibilidad de que
me atendiera el parto en podálica en el sanatorio, me escuchó, me
explicó los riesgos y me dijo que si el trabajo de parto se
desencadenaba solo y avanzaba sin detenerse, podíamos intentar el
nacimiento de nalgas. No se pueden imaginar la tremenda batalla "ganada"
que significó eso para mi...antes de que Jaime Lardizábal (el obstetra
del sanatorio) aceptara atenderme el parto en podálica habíamos charlado
la posibilidad de viajar a Villa General Belgrano a que nos atienda
Silvia Peyrú, pero la
verdad es que esta opción era bastante compleja porque David no puede
tomarse vacaciones y bueno, porque yo soy muy arraigada a mis
espacios...pero lo consideré de todas maneras, por ser una opción más.
En el medio, Lardizábal me pide otra eco para ver si podíamos volver a
intentar la versión. En esa eco se presenta otro problema, que yo venía
arrastrando y que se presentó tb en el embarazo de Guille: oligoamnios.
En la semana 32 tenía un índice de líquido amniótico de 6 (lo normal es
que sea de entre 9 y 12), pero una vez más yo tomé decisiones y mis dos
obstetras me apoyaron: no iba a hacer reposo en cama porque con Guille
no había servido de nada, sí iba a tomar más líquido, lo que se llama
"sobrehidratación", llegué a tomar 6 litros diarios de agua más todo lo
que ya e por si uno consume (mate, jugos). Bueno, en la eco del jueves
el ILA (índice de líquido amniótico) estaba en 3. Me asusté, pero decidí
que "a mi otra vez no me agarran", así que me fui a otros dos
ecografistas independientes del sanatorio en donde me atiendo. Y el
diagnóstico es el mismo: oligoamnios severo. Estoy de 37 semanas.
Con las tres ecos me fui de Lardizábal y bueno, la situación es
compleja, digamos...él acepta esperar unos días más para llegar a
término, pero no le parece bueno que esperemos hasta la sem 40 o hasta
que se desencadene el parto, básicamente porque probablemente el ILA
siga bajando y ya un ILA de 4 es indicación de cesárea. Para "aguantar"
me mandó a un monitoreo el lunes (me había negado a los monitoreos
anteriores) y una eco con doppler el viernes que viene. Si cualquiera de
los dos estudios da alterado, bebé Monje debería nacer.
Si me
preguntan cómo estoy, bueno...es raro...es como que ya lloré tanto que
me siento un poco vencida, como sin ganas de más. También es cierto lo
que me dijo Cristina: basta de autocompasión, porque también están el
papá y la hermana y el propio bebé monje y vieron que yo tiendo a ser
bastante egocéntrica.
Como ya les dije a varias de ustedes: nunca
perdí las esperanzas de que el bb se diera vuelta, pero la realidad ya
me dice otra cosa y es que con tan poco líquido, es casi imposible
incluso que se mueva demasiado. También sigo teniendo esa sensación de
duelo, de no poder creer que no vaya a pasarme a mi. Lo soñé tanto, lo
imaginé tanto, que no puedo creer que no vaya a ser real.
Por otro
lado, las causas del oligoamnios son desconocidas: puede ser
idiopático, pero también puede ser un problema de la placenta o incluso
puede ser que algo en los riñones del bebé no funcione bien. Esto es lo
que más me preocupa, porque tengo mucho miedo de que lo metan en neo por
rutina o (peor) porque lo necesite realmente.
Así que en realidad
ahora se viene lo más difícil y tengo que reponerme para afrontarlo de
la mejor manera posible. No creo que lleguemos mucho más allá de las 38
semanas (las cumplo el sábado que viene).
Podría decir mil cosas
más, pero lo voy a cortar acá porque ya es larguísimo y no es justo para
ustedes jaja. Es irónico haber planeado un parto en casa y terminar
peleando por una habitación privada en el sanatorio jejeje...ni les
cuento lo que es tener la pileta de parto (Cristina me había prestado una pileta de partos para que me relaje) en casa y estar negociando los
detalles de una posible cesárea programada :S Claro que todo esto me
reconcilia con mi cesárea anterior, que no fue una innecesárea, pero que
ahora ya tengo la seguridad de que no lo fue. Sí me queda de esa
experiencia anterior cosas que definitivamente van a mejorar esta vez.
No me queda más que darles infinitas gracias a todas, por el apoyo
permanente y por estar ahí siempre alentándome. Por algo están en mi
camino aunque finalmente no logre pasar del otro lado del PVDC. Igual
creo que fue un camino exitoso, por todo lo que aprendí y por todo lo
que me deja adentro el recorrido.
Un beso enorme a todas y perdón
por este mensaje tan largo. Recibirán noticias seguramente por medio de
Anita cuando nazca mi bebé (que por cierto aún no tenemos claro si es
bebé o beba, aunque yo siempre sentí que era varón).
Luisina"
Y Emilió nació, a las 8 en punto de la mañana del 26 de septiembre de 2011. Ni bien salió de mi panza, aún con el cordón latiendo, me lo colocaron encima (me ataron, pero muy suavemente, así que pude abrazarlo dando un suave tirón a las gasas y desatándolas). Yo misma descubrí que era un varón. Ahí estuvo mientras pasaba el minuto de espera que habíamos pactado (no es usual en una cesárea). Después cortaron el cordón y lo limpiaron. Vino la neonatóloga y lo revisó encima mío aún lleno de sangre y grasita blanca. Olía riquísimo y lo primero que hice fue sacarle la grasa y pasármela por los labios. David estaba al lado nuestro y sacó algunas fotos. No se oían otras voces que las nuestras (o tal vez el mundo se detuvo, no sé). No lo pincharon, no lo lavaron y no nos separaron en ningún momento. No le pasaron sondas, ni lo midieron. Lo pesaron en un segundo con la balanza puesta a mi lado: 3.050 kg. En seguida se prendió a la teta y salimos del quirófano los dos juntitos (David se sacó el traje de cirugía que le dieron para presenciar la cesárea, lo encontramos en la salida del asensor). Tengo además que destacar el trabajo de las puericultoras del Sanatorio de la mujer (al menos de las que me tocaron a mi) porque pasaban 2 veces al día y realmente asesoraban de lactancia.
Ya más adelante hablaré del papel de mis dos obstestras: Jaime Lardizábal y Cristina Giménez. Pero eso será otro día.
La búsqueda de mi segundo hijo me llevó a un largo camino para buscar mi parto vaginal después de cesárea. Me encontré con mujeres valiosas y valientes que me mostraron el trayecto y las opciones. Yo elegí parir en casa, me informé y me preparé para eso. No pudo ser, pero mi hijo me enseñó una cosa más: el camino de la aceptación. Y es una increíble lección. Por eso yo, que no parí en casa, que no parí después de cesárea y que no parí vaginalmente, me siento igualmente emponderada. Porque pude elegir y decidir con información, porque pude hacer que la vida de mi hijo empiece en forma digna aunque no lo haya llenado de las hormonas del parto (porque esa es una realidad). Emilio nació y no fue violentado. Yo creo que el final del camino, de MI camino personal hacia este segundo hijo fue maravilloso y exitoso, aún cuando el final haya sido distinto al soñado.
Felices seis meses hijito mío, mi pequeño duende de la felicidad. Gracias por tu vida, gracias por tanto :)
Emilio con 30 minutos de vida |
*(se puede parir vaginalmente después de cesárea, MIL veces se puede! Y si no, mirá todas estas historias
Pañuelos blancos, nunca más
24 marzo 2012
Genes
22 marzo 2012
Cuando era chica no me gustaba que mi mamá doblara las puntitas de las hojas para marcar un libro.
Cuando era chica mi papá me miraba por el agujero del pan y me preguntaba "¿quién se habrá comido la miga?"
Todos mi libros los marco doblando las hojas en la puntita.
Mi hija agujerea los panes y se come la miga.
(a menudo los hijos se nos parecen...)
Louise
17 marzo 2012
Resulta que hay un contacto mío de facebook (un contacto lejano, no un "amigo") que me irrita permanentemente. Hay muchas cosas que me irritan, pero en este caso son dos cuestiones puntuales: su convencimiento de que todo lo que hace es perfecto y su necesidad de darnos "clase" para que nuestra vida sea tan perfecta como la suya. Pero no es la idea criticar a mi contacto/a -cuyas intenciones son, de hecho, muy altruístas-, sino analizar por qué me irrita. Y acá viene la cosa.
Estoy leyendo a
Louise Hay (si, derrapé un poco y estoy a full con la autoayuda) y Louise
comenta q en general las cosas que nos molestan de los otros son aquellas que
nos molestan de nosotros mismos. Y quedé atónita ante la constatación de que muchas veces actúo/actué así como mi contacto/a. Así que, queridos lectores, si alguna vez sintieron que mi vida era perfecta (o aunque sea linda) y que los estaba adoctrinando desde esta tribuna, perdón. La vida a veces no es linda, a veces apesta. Y lo peor, no tengo nada para decir acerca de cómo puede arreglarse.
Es solo un análisis, no se preocupen. Está todo bien en mi vida. ¿Ven?! Lo hago permanentemente...está en la lista de tareas pendientes.
También estoy muy tentada de escribir: "fíjense si a ustedes les pasa esto con alguien", es es la parte de dar clases. Muy difícil cambiar el "modelo mental" che!
También estoy muy tentada de escribir: "fíjense si a ustedes les pasa esto con alguien", es es la parte de dar clases. Muy difícil cambiar el "modelo mental" che!
El despido
11 marzo 2012
David trabajaba desde el 2004 en una empresa de colectivos de Rosario. Es una empresa privada que depende del estado municipal. En ese año yo buscaba desesperadamente trabajo porque vivía sola y las pocas horas que tenía como docente no me alcanzaban para nada. Todos los domingos revisaba el diario local buscando laburo. La cosa se estaba moviendo un poco más, pero tampoco era "wow, cuánto trabajo". Tanto David como yo habíamos trabajado como inspectores de tránsito en la municipalidad de Rosario, éramos pasantes por la UNR. La cosa es que un domingo vi ese aviso en el diario en el que buscaban inspectores y pensé ¿por qué no? Como éramos amigos le avisé que había salido ese aviso buscando gente y los dos mandamos nuestros CV. Atravesamos tres entrevistas juntos y ¡quedamos! Hicimos los análisis prelaborales y, cuando estábamos a punto de empezar yo conseguí más horas en una escuela privada y decidí dedicarme a eso. Es decir, renuncié antes de empezar.
Todo esto lo cuento para que entiendan la situación precaria que vivió desde un principio: entrar por CV y sin ninguna recomendación a una empresa manejada por el Partido Socialista es "inestable" desde el vamos. ¿Qué quiere decir eso? Que desde el mismísimo momento en el cual entró a la empresa, estuvo "a punto" de ser despedido (porque todos los demás estaban acomodados y eran más difíciles de "echar"). Básicamente, las empresas privadas que pertenecen al estado son utilizadas para pagar favores políticos con lugares de trabajo (eso ocurre en el estado nacional, en el provincial y en el municipal...y en todos los partidos políticos, para los que creen que el PS rosarino no hace "clientelismo" ejem!). Tengamos en cuenta que los inspectores de esta empresa están bajo el convenio de UTA y por eso ganan muy bien. Así que un puesto ahí es un "regalo" buenísimo para alguien que colaboró con la "campaña" electoral.
La verdad, pasarte 7 años trabajando con la amenaza del despido sobre la cabeza es altamente desmoralizante para cualquier trabajador. Y no sólo eso, tuvo (tuvimos) que aguantarnos tantas cosas. Por ejmplo, en la última campaña electoral (en la que ganó Bonfatti), David fue obligado a ser fiscal por el socialismo en una mesa. Siempre la amenaza era la misma "si no voy me despiden". Las discusiones que teníamos por este tema eran inagotables. Mi postura siempre fue "hagas lo que hagas y seas amigo de quien seas, tarde o temprano te van a despedir, porque no sos del PARTIDO". Hemos comido empanadas para cada fiesta patria...empanadas que pagaban la campaña de Bonfatti, Fein o quien fuera el candidato en ese momento. Hasta le hemos tenido que votar a esos mismos porque "si pierden los socialistas todos perdemos el trabajo". Fue enloquecedor y echarlo fue lo mejor que hicieron por nosotros en la vida. ¿Fue difícil? Dificilísimo. Y claro, una semana antes del nacimiento de Emilio, digamos que no era el mejor momento para atravesarlo. Pero bueno, las cosas salieron mejor de lo que pensábamos. Aunque mucha gente de nuestro entorno se alejó repentinamente ¿será que creyeron que los íbamos a contagiar? Y también hubo mucha gente que nos ayudó desinteresadamente, que desde su corazón fue capaz de decir "traéme un CV que lo presento en mi trabajo", otros que nos sostuvieron emocionalmente, simplemente estando cerca. Otros supieron escuchar. No pretendíamos que nadie nos consiguiera un trabajo para David, él sólo necesitaba un poco de apoyo moral, el trabajo podía conseguirlo solo (como lo demostró). Y yo agradezco tanto, tanto a los que supieron estar :)
Cuando David llegó a casa ese día, más temprano de lo habitual, pensé que le habían dado la tarde libre (a veces le pagaban algunos favores con "ratos libres"). Pero cuando lo vi llorando me pegué el susto de mi vida porque Guille se había ido a pasar la tarde de los abuelos y yo, que tengo el chip preparado para la desgracia (tengo que cambiar eso porque trae mucho sufrimiento) pensé que le había pasado algo a la nena y le habían avisado a él. O sea "pensé que le había pasado algo" es "creí que estaba muerta", así de horrible. Todo eso lo imaginé en un par de segundos. Yo gritando y David que no me decía lo que le pasaba, casi me muero. Es más, lo escribo y revivo el susto. Cuando me dijo lo que le pasaba casi lo mato, gente. O sea, mi chip de "entrenamiento para la desgracia" jamás consideraría un despido como una desgracia. Jamás, osea: un despido es uns circunstancia laboral solucionable, la muerte no.
Y bueno, ahí vino el aprendizaje de saber entender y acompañar a David. Porque para él fue una situación traumática y trágica, digamos que tuvo siempre tanta suerte que el despido fue lo peor que le pasó en la vida. Así que imagínense. Lo más duro para mi fue acompañarlo, en un momento en donde yo apenas podía sostenerme a mi misma. Y tuvimos miles de peleas por este tema. Y salimos a flote super fortalecidos como pareja y también como personas. Y no solo eso. David se demostró a sí mismo y a todos que sí vale la pena como trabajador, antes de que pasaran 5 meses del despido entró a otra empresa, en un puesto similar, sin ningún tipo de recomendación ni ayuda. Y eso me enorgullece :)
Así que hoy, a casi 6 meses del despido puedo decir que todo el saldo es positivo. Nos liberamos del jefe desquiciado que tenía (unos días antes de despedirlo le había pedido a David que saliera de testigo en su juicio de divorcio y él obviamente había aceptado porque "si no lo hago me despide", así que dimensionen la neurosis de ese tipo), David estuvo en casa los primeros meses de Emilio y eso sí que fue un regalo. Lástima que el mayor tiempo la pasó medio desmoralizado, pero deprimido y todo eran dos brazos más para ayudar con el bebé y con Guillermina. Mi hija aprendió mucho de esta situación: que podemos seguir adelante y que sus papás le cuentan siempre la verdad de lo que sucede. Cada día que pasa estoy más convencida de que fue para mejor. Incluso fue lo primero que le dije a David cuando me enteré "es para mejor", pero en ese momento tenía algunas dudas. Hoy no. Y ojo, que el sueldo es bastante menor y obviamente necesito trabajar yo también (recordemos que yo quedé desempleada a principios del año pasado, no fue voluntario mi retiro de las aulas, jeje) y espero que pronto salgan horitas porque con las sesiones de fotografía no alcanza. Pero a pesar de eso, hoy por hoy siento que estamos mil veces mejor. Ya no discutimos por el trabajo de David ni por las humillaciones continuas que padecía. Y eso es genial :)
Toda esta situación que tuvimos que remontar, más el bebé, más el puerperio, más Guillermina, más un verano a 40°, es lo que me tiene alejada de la web. Pero de a poco van volviendo las ganas, porque no quiero olvidarme de las que pasamos y de todo lo que superamos juntos. Y porque la vida siempre es una fiesta y merece ser celebrada. Todo pasa y de todo se aprende. Y yo aprendi tanto en estos últimos meses que tengo ganas de seguir creciendo.
No sé si me quedo
10 marzo 2012
Y acá estoy. Vengo como 5 o 6 meses atrasada al resto del mundo. Y sin embargo la vida sigue vertiginosa, imparable. No sé si es el puerperio o si es la gente. Nunca llego a actualizar el blog o a contar las cientos de cosas que me pasan por día, esas cosas que no quiero olvidar. Y cuando voy a escribirlas pienso "pero si esto pasó hace mil años".
La cosa es que desde que David fue despedido antes de que naciera Emilio hasta hoy, tuvimos que adaptarnos a rutinas completamente diferentes de las que llevábamos. Y a veces me siento agotadísima.
Hasta el año pasado las cosas estaban más o menos acomodadas, pero cuando Guille terminó el jardín fue caótico. Las fiestas de fin de año me pasaron por encima, literalmente, y siento que estoy aún tratando de reponerme y encontrarle el ritmo a este año.
Decíamos con algunas de las chicas de facebook que este era "nuestro año", pero las cotidianidades hay que atravesarlas, no? Y a veces cueeeeeeeesta remarla. Solo a mi se me ocurre que un año con un bebé chiquito puede ser "mi año", ok, error de cálculo total...capaz el 2013 sea mi año.
Si supieran la cantidad de mails que tengo atrasados por contestar. De verdad que me encantaría tener una vida social bloggera (ah, y una vida social de la otra también!!), pero no llego. Y encima me siento super maleducada por no contestar los comentarios y los mails que recibo :( Pero bueno, sé que son etapas y que es algo lógico que no llegue a todo. Capaz si me libero de escribir lo atrasado y escribo lo cotidiano se me aligera un poco la cosa, no?
El jueves pasado David empezó formalmente en el nuevo laburo, hace monitoreo de alarmas en una empresa muy grande. Tiene un horario nuevo al que tuvo que adaptarse, él y nosotros (es decir, los que nos quedamos en casa). No es fácil adaptarse a nuevas rutinas.
A finales del año pasado fuimos al sorteo para ver si Guille entraba a jardín de 4 en la Gurruchaga. Obviamente, en línea con el "increíble" año que tuvimos (ejem!), no entró. Pero quedó 4ta en lista de espera. Dos días antes de que empezaran las clases nos llamaron para ofrecernos una vacante. Genial! Pero una cosa es la teoría "quiero que mi hija vaya a escuela pública" y otra diferente es la realidad. La escuela es hermosa, la propuesta es super linda y muy en línea con lo que queremos de la escuela. Pero dejar a Guille en un ambiente nuevo es otro desafío, sobre todo para mí. Pero quiero hablar de esto más extensamente, así que lo dejo para otro momento. La cosa es que estas semanas fueron caóticas: marido en trabajo nuevo con horario nuevo, hija en escuela nueva con maestra nueva y horario nuevo (va a la tarde) en "integración". En el medio Guille cumplió los 4 años, se enfermó, hicimos un mini festejo. Y yo llegué al colapso. Y obvio que el que manifestó todo fue Emilio: 24 horas a upa/teta...no doy más. Estoy en ese momento de crisis en donde quiero "tiempo para mi", ajhá...el tema es que no fue Emilio el que pidió venir, así que me la tengo que aguantar. Sé que TODO PASA y que pronto se va a aliviar mi carga. Lo sé, pero de verdad que a veces tengo el sentimiento de que voy a enloquecer. Y eso que para mi fue bastante fácil la adaptación al segundo hijo.
Bueno, qué desvarío. Me sirve para cuando venga la próxima crisis. A ver si logro darle periodicidad a contar mi vida :P
Saludos a todos! Si me escribieron, ya tendrán respuesta ("ya" quizás sea en julio, ojo!)
Vengo, pero no sé si me quedo :P
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Luisina Serenelli
Docente // Fotógrafa // Blogger //Feminista // Doula// Escritora // Lectora incansable // Mamá de Guille y Emi // Enamorada de David // En permanente deconstrucción y construcción