Aclaración importante: sólo estoy haciendo una especie de remebranzas de mi relación y la de mi familia con la historia y la política argentina. Bajo ningún punto de vista esto es un análisis o una verdad de nada. Son sólo nuestras circunstancias particulares. Historizar a nivel a micro. Seguramente estos recuerdos coincidirán con los de algunos lectores y serán diferentes a los de otros.
Me dieron ganas de escribir sobre esto porque tenía muchas cosas sepultadas en el cuasi olvido, los acontecimientos de la semana pasada me trajeron recuerdos, sensaciones, palabras escuchadas, situaciones determinadas y quise escribirlas para mi hija. Y para quien quiera compartir sus recuerdos con los míos ;-) Hay algunas situaciones que han ido quedando afuera porque merecen entradas individuales, como por ejemplo la primera vez que escuché hablar de los nietos desaparecidos y restituídos. Pero vayamos de a poco, que soy memoriosa :P

(conozco a alguien a quien le irritan todas estas prevenciones, no puedo evitarlo, así que...permiso)

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Estas son dos de las páginas de mi diario íntimo (jaja!)(al menos no tengo errores de ortografía, che!). tenía 16 años en el '95, ya había leído Las venas abiertas de América Latina y sabía que no me gustaban los gobiernos con políticas liberales. Es decir, ya sabía que jamás sería republicana (para que entiendan los extranjeros). O sea que, al margen de los problemas económicos familiares, no me gustaba el gobierno de M*nem desde el punto de vista ideológico. Me asumía de izquierda, aunque no tenía mucha idea de qué significaba eso. En la escuela preguntaba y tuve la suerte de que respondieron siempre todas mis preguntas.
Pero, arrastrada por la mediocridad política de mis viejos, entendía que "había que sacar a Méndez". No votaba, pero ya era tan hinchapelotas como ahora y cargoseaba a mis amigas todo el santo día con que le dijeran a los padres que había que votarle a Bordón (!!!!)(me miro en retrospectiva y no entiendo cómo tenía amigas, supongo que yo hablaba y ponían el piloto automático!! jaja) Esa fue la primera elección presidencial de la que tengo memoria. Y fue una profunda desilusión ver que la mayoría de la gente pensaba distinto. Tal vez los únicos que estábamos mal éramos nosotros. No sé, la verdad. Igual ¿hubiera cambiado algo si ganaba Bordón? Lo dudo muchísimo.
Así crecí. Escuchando que todos los políticos eran corruptos, que no había nada en qué creer, que la culpa de todo la tenía Perón (??), que tenían que volver los militares, que toda la política era basura. La gente decía eso, los medios decían eso. Ah, otra cosa que todos decían era "el problema de la Argentina es la redistribución de la riqueza". Lo decía Lilita Carrió y Zamora, lo decía Pino Solanas y también lo decía Alfonsín. Todos decían eso. La gente en la calle, mi viejo, mi profesora de contabilidad. Lo escuché tantas veces y lo recordaría tanto unos años después.
Porque yo interpreto esa frase así: los que más ganan son los que más impuestos deben pagar para poder redistribuir esa riqueza ¿o no? Bueno, yo la verdad siempre entendía eso cuando hablaban de la bendita redistribución de la riqueza. Retomo el tema en un par de entradas.
Empecé mi carrera universitaria en el '97.  Nunca milité. Hubo una razón básica: mis viejos bancaban mis estudios (la universidad pública en Argentina es gratuita, pero yo tenía que viajar todos los días y comprar los libros y apuntes) y debía recibirme lo antes posible. Pero tampoco me atraía. Los consideraba infantiles y pretenciosos. Tengo muchas anéctodas que aún hoy me hacen sonreír (nos hacen porque David también estudió Letras), me acuerdo de las asambleas en el patio de la facultad, las consignas eran "que se vaya Méndez", "que se vaya tal otro" y así. Una vez estaba esperando que empezara una clase en el patio de la facu. Había una asamblea. El que la llevaba adelante propuso varias mociones para votar hasta que llegaron a un punto que para ellos era clave y el tipo soltó: "el que esté en contra de pagar la deuda externa, que levante la mano" y todos levantaron la mano. Ese era el nivel del debate universitario en mi tiempo. Otra: "quien esté en contra de la pobreza, que levante la mano" y todos levantaban la mano. A mi perdonenmé, pero yo considero que esos debates eran -y son si aún se producen- absolutamente irrelevantes e inútiles. No porque no crea en la política, sino por su grado de ingenuidad. ¿A quién afectaba que 50 personas en un patio de una facultad del interior votaran el no pago de la deuda externa? Claro que tenían toda la libertad de hacerlo, no estoy discutiendo eso, estoy pensando en la utilidad de todo ese tiempo. Por ahí se me ocurren otras maneras de que un joven universitario colabore con su sociedad desde un punto de vista político. Y tal vez hubiera participado (aunque estuviera ajustada de tiempo) si las propuestas hubieran tenido que ver con construir. Ojo, me arrepiento de no haber sido yo la que tomara la iniciativa de proponer algo constructivo.
Claro, seguramente había otros debates que sí eran interesantes y que yo me perdía. Seguramente había gente interesante en la política universitaria de mi tiempo, no tuve el gusto de conocerlos :(
Así se nos fueron los '90. Pero De la Rúa y el Chacho prometían, así que los voté, como muchos otros.
No sé si lo vimos venir o no, pero estoy segura de que nadie imaginaba que iba a terminar como terminó.