Cada mes recibo en mi correo el newsletter de Laura Gutman. De los doce artículos que recibí durante el año, el que más me gustó es el que comparto aquí:
En lugar de tribu hay sólo un padre
Todas las madres con niños pequeños necesitamos sostén, acompañamiento, solidaridad, comprensión y resguardo de otros miembros de nuestra tribu. Pero claro, en el mundo occidental -especialmente en las grandes ciudades- nos hemos quedado sin tribu. Emprendemos la búsqueda solicitando apoyo y lo que encontramos más cerca es al señor que duerme en nuestra cama, que en la mayoría de los casos ha sido nombrado padre oficial del niño. Llamativamente suponemos entonces que toda la compañía, el cobijo, la ayuda, la disponibilidad y la empatía que una tribu entera nos hubiera prodigado, ahora debería provenir de una sola persona: el padre del niño. Tomemos en cuenta que una cosa es la inmensa necesidad de ser amparadas frente a la desesperación, la locura y las vivencias confusas que estamos experimentando desde el nacimiento de nuestros hijos, y otra es lo que un solo individuo puede ofrecer, reemplazando los roles de muchos.
Cuando no vislumbramos nuestra realidad en forma global, creemos que las cosas se solucionarían si el varón regresara más temprano a casa, si cambiara los pañales de vez en cuando o si ganara más dinero. Es tiempo de admitir que somos sólo dos personas -nada más que dos- y que tanto las madres como los padres estamos demasiado solos en la compleja tarea de acunar a nuestros hijos. Si la realidad es tan desventajosa, compartamos lo que nos pasa, conversemos y decidamos juntos a quiénes pedir ayuda. Inventemos una red amorosa donde haya un lugar destacado para los niños. Ofrezcamos una sonrisa, un libro, un dato valioso a otras madres. Abramos nuestras casas, cocinemos algo delicioso, invitemos a otros adultos con niños a visitarnos. Si participamos en la construcción de una tribu moderna, dejaremos de culpar a nuestra pareja. Y aparecerá la virilidad que estábamos reclamando.
Laura Gutman
Me parece increíblemente lúcido, aunque bastante utópico. Utópico porque para recuperar las funciones de toda una tribu (o de una familia grande como la de nuestras abuelas) no alcanza con cocinar algo rico. Creo que hace falta una transformación social porque estamos demasiado encerrados, y no solo dentro de nuestra casa. Estamos encerrados en la falta de tiempo para socializar, para pasar tiempo con otra gente. Muchos de nosotros solo tenemos contacto durante el día a día con nuestros compañeros de trabajo. Personalmente, me cuesta muchísimo encontrar el tiempo para ver a mis amigas. Claro que ayudan las redes sociales -ya sean reales o virtuales-, pero no se igualan con la labor de toda una tribu. No sé bien cómo se haga eso, pero nuestras obligaciones occidentales no son compatibles -lamentablemente- con la forma de vida de una tribu o de las familias de antes. No necesito que la abuela me lave los platos, pero sí me gustaría encontrar sostén y apoyo, abrazos, crianza compartida. Ese es mi propósito para el año que viene: tender la red y encontrar los caminos para criar en comunidad. "Participar en la construcción de una tribu moderna", ¡eso!
¿Les gustó el artículo de Laura Gutman?¿Qué piensan al respecto?¿Tienen una "tribu"?¿Piensan formarla?
Perdón Luisina, pero una vez mas debo decir que no me agrada leer a Laura Gutman. No sé si lo que me molesta es la descripción del “supuesto padre”. Falta que diga “esa cosa que duerme al lado tuyo”.
ResponderEliminarSin embargo tu apreciación sobre el texto si me parece muy acertada! En la sociedad actual uno tiene mas contacto con amigos virtuales que con los reales, es una lástima, ya juntarse en una casa organizar los horarios es una tarea imposible. En mi caso la tribu la he formado con mi familia y la de mi marido y somos un montón, afortunadamente somos una gran red.
Saludos, Carob79
Hola Carob! Cómo estás? jaja...si, si...es bastante irónica laura gutman, pero también me parece que reivindica bastante la figura del padre...como diciendo "es imposible que una sola persona pueda dar el sostén que prodiga una tribu...no le exijamos tanto".
ResponderEliminarVeo que te pasa igual que a mí con los horarios. Es bastante difícil coordinar, no? Pero está bueno tener a la familia, como en tu caso :)
Besos!! y gracias por tu aporte :)
Este articulo me hace recordar a como se hacian las cosas en mi pueblo. La red, por lo general, si no se armaba con la familia, se armaba con los vecinos. Cada uno se preocupaba por el otro, la madre, los niños, el anciano, el que no podia valerse por si mismo. Siempre habia alguien que vigilara, cuidara, proveyera, limpiara por y para otros, sin importar mas que la de ser util a su "tribu".
ResponderEliminarAhora que vivo en la gran urbe lo echo de menos porque aca a nadie le importa el otro, si te caes en la calle, mejor levantate solo porque nadie te va a ayudar. En fin, quizas sea asi, que debamos empezar a armar las tribus de nuevo.
A mí me pasa parecido que a Carob con lo de leer a Laura Gutman. Leí cosas de ella que me parecieron super interesantes, aunque nunca al 100%. Pero siempre algo me da una sensación parecida, como que a veces habla desde un lugar tan extremo que no deja espacio a disentir.
ResponderEliminarIgualmente, es cierto lo que vos decís.
Hace poco leí "El libro del niño" de Osho, y justamente habla de este tema, de criar a los niños en forma más comunitaria. Y lo que me gustó es que no ponía el acento solamente en el beneficio para la madre (y padre) sino especialmente para los chicos, que de esa manera no crecen atrapados entre las creencias y deseos de dos padres, si que aprenden de manera más global.