Hace un tiempo, mirando libros en Yenny, encontré uno que proponía juegos para bebés de 0 a 24 meses. Me pasé una media hora leyendo las actividades. Entre ellas estaba este juego que hacemos varias veces por semana con Guille. En ese momento solamente retuve el juego en la memoria y lo puse en práctica. Al ver el resultado, decidí comprar el libro: Juegos de estimulación para bebés de 0 a 24 meses, de María José Fernández Ferrari. Está bueno, me sirve mucho cuando ya no sé más qué hacer para entretenerla (sobre todo cuando hace mucho frío o llueve). Entre la bibliografía recomendada está el libro Bésame mucho de Carlos González, hecho que me gustó más todavía. Lo único que puedo criticar es lo que siempre me disgusta de este tipo de libros: está muy "seccionado", como que las actividades propuestas para un bebé de un año no son "correctas" para que las haga un bebé de 2. Mi espíritu subversivo no respeta estas normas.
Por otro lado, debo decir que se basa en bebés bastante "avanzados" porque los juegos propuestos para bebitos de 1 año, Guille apenas si los puede realizar. De todas formas, proponiendo la actividad y dejando que el niño elija cómo debe ser, siempre obtendremos buenos resultados. En cambio, si nos concentramos en que el "juego debe ser así" porque lo dice el libro,m seguramente no nos servirá para nada.
Les copio la actividad y después les cuento cómo lo hicimos nosotras.

"Fideos o porotos" (para bebés de 6 meses a 1 año)
Ponga en una palangana un paquete de fideos cortos o porotos, garbanzos o lentejas. Dele baldes de colores o potes de yogur y déjelo que saque los fideos de la palangana y los ponga en los baldes de colores. Alrededor de los once meses le puede decir: "Yo pongo las lentejas en el balde verde y vos las ponés en el balde amarillo". Deje que juegue metiendo la mano en la palangana. También puede esconder animales chiquitos dentro de los porotos y pedirle que los busque.

Este juego estimula la motricidad fina, la noción de los colores, aumenta el vocabulario. También lo ayuda en los aspectos emocionales o sensoriales.

En Fernández Ferrari, María José: Juegos de estimulación para bebés de 0 a 24 meses, Albatros, Buenos Aires, 2008.

Cómo lo hicimos nosotras

Para empezar, aclaro que no me gusta "presionar" para que los chicos aprendan esto o aquello. Sobre todo me molesta la fijación que la gente tiene con que aprendan los colores o a contar o a reconocer las letras. El reconocimiento de todas esas cosas se va a dar igual aunque no estemos todo el tiempo señalando y nombrando los colores. Aparte, muchas veces este tipo de enunciados termina estableciendo una especie de competencia entre los miembros más pequeños de la familia. Así que eso de mencionarle los colores ni se me pasó por la cabeza. Por lo menos no el hecho de hacerlo en forma premeditada ;-)
Simplemente le di a Guille un tupper lleno de porotos y otro recipiente más para que los pase de uno a otro. Hay que tener cuidado de que no se los metan en la boca (el libro no lo aclara porque todos los juegos están propuestos para que el adulto esté al lado). Ahora le doy los porotos y todos los tarritos que encuentro. Guille ha llegado a jugar 2 horas de reloj con los porotos y empieza a gritar si se los juntás para guardarlos. Realmente me sorprende el éxito que tiene el juego. Ahora lo que le enseñé a hacer es a pasarlos todos juntos de un recipiente a otro, digamos a verterlos. Esto último ayuda al control de esfínteres.
Les dejo fotos de Guille ¡concentrada en los porotos!

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