Pequeñas historias familiares
Mostrando entradas con la etiqueta Pequeñas historias familiares. Mostrar todas las entradas
"No es posible"
29 mayo 2012
Ayer a la hora de la cena...
- ¿Qué vamos a comer hoy, mami?
- Arroz
- No me gusta el arroz, prefiero los fideos
- Bueno Guille, pero voy a hacer arroz
- A mi dame los fideos que le dije a papi que me guardara, los de esta mañana
- Mmmm, me parece que papi se los comió (ya lo conozco)
- No, le dije que me los guarde! Buscalos
- No están en la heladera hija, se los debe haber comida papi
- No, se los debe haber comido el perro, no es posible que papi mienta
:(
(marche cagada a pedos para el padre!)
(al final se comió 3 torrejitas de coliflor y estaba contentísima porque le encantan)
- ¿Qué vamos a comer hoy, mami?
- Arroz
- No me gusta el arroz, prefiero los fideos
- Bueno Guille, pero voy a hacer arroz
- A mi dame los fideos que le dije a papi que me guardara, los de esta mañana
- Mmmm, me parece que papi se los comió (ya lo conozco)
- No, le dije que me los guarde! Buscalos
- No están en la heladera hija, se los debe haber comida papi
- No, se los debe haber comido el perro, no es posible que papi mienta
:(
(marche cagada a pedos para el padre!)
(al final se comió 3 torrejitas de coliflor y estaba contentísima porque le encantan)
Cinco dólares
30 julio 2010
La vez que mi mamá nos regaló 5 dólares a cada una vino ayer a mi memoria mientras hacía dormir a Guille. Estábamos a fines de los '80 y 5 dólares eran la esperanza de la multiplicación, porque su precio con relación al Austral (moneda argentina de los '80) variaba todos los días y casi siempre aumentaba. Mi hermana mayor se compró un jean, mi hermana Analía se peleó con mi mamá porque quería hacerse la permanente, al final arreglaron y mi mamá la dejó hacerse la permanente...solo en el flequillo!!! (pobre mi hermana, no se imaginan lo feo que le quedaba). Bueno, yo tenía 10 u 11 años y no sabía en qué gastarlos. Entonces decidí "ahorrarlos", todos los días averiguaba la cotización del dólar y los vecinos me preguntaban. Ellos se entretenían y yo me aseguraba la "atención" de todos. Hasta que llegaron Men*m, Cavallo y todo sus secuaces, sacaron la ley de convertibilidad y un dólar empezó a valer $1 argentino. Y yo, claro, perdí mi pequeña fortuna. Apenas si pude comprarme un alfajor :(
Después me convertí en una despilfarradora total de dinero.
Nunca más pude ser capaz de ahorrar un centavo.
Qué mala onda los 5 dólares :P
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Luisina Serenelli
Docente // Fotógrafa // Blogger //Feminista // Doula// Escritora // Lectora incansable // Mamá de Guille y Emi // Enamorada de David // En permanente deconstrucción y construcción