¿Algún día volveremos a nuestra vida normal? Una foto de febrero, en mi estudio.

Vivimos en un departamento de pasillo. Atrás de todos los departamentos, hay un edificio de dos pisos con poquitas unidades. Entre el año pasado y este se fueron varios vecinos y los departamentos quedaron vacíos, así que la pandemia nos encontró a pocos aquí. En el edificio quedaron solo 3 vecinos, dos viven solos y también hay una pareja. Ayer subí a la terraza a despejarme un poco y me quedé dos horas hablando con la pareja. El muchacho me contó pormenorizadamente una historia larguísima sobre los motores de los autos. A mi nada me importa menos que los motores de autos, pero lo escuché con atención con tal de hablar con alguien. Hablamos mucho tiempo, por supuesto respetando la distancia. Nos despedimos contándonos lo bien que nos había hecho charlar con otras personas.

Desde que dejaron de ir a la escuela, hace 4 semanas, no paré de luchar con los piojos. Cuando logro exterminárselos a Guillermina, le aparecen a Emilio. Por momentos me canso y los dejo con piojos hasta que veo que se rascan mucho y vuelvo a comenzar la guerra. Ahora mismo lo tengo a Emi embadurnado con el antipiojos. Presuntamente Guille no tiene. Nadie puede asegurarlo, hay que esperar unos días. Como con el covid19.

Hoy tuve que salir, no había nadie en la calle y manejé algunas cuadras sin ver ningún auto. No hay nada más relejante que manejar. Aproveché para pasar por el estudio y ver que todo estuviera en orden. Me dio una nostalgia terrible y la incertidumbre de si algún día volveremos a nuestros trabajos, recuperaremos la normalidad, nuestra vida aburrida de antes.