Hace dos semanas que no puedo sentarme un minuto a escribir esta entrada o simplemente a realizar cualquier actividad que me deje un poco de paz. La Navidad del estudio me pasó por arriba y no me gusta nada porque había planeado que este año no fuera así. Ayer envié lo último al laboratorio que me imprime copias y todas las postales a la gráfica, me había levantado a las 5am para llegar bien y cuando por fin le di el enter a los últimos envíos me empezó a doler terriblemente la panza. Estuve mal TODO el día, pero a la noche me llegaron unos envíos y faltaban cosas ¿pueden creer que el estres me revivió y me dejó de doler todo? Es horrible alimentarse del estres, no se lo deseo a nadie. 
Hace semanas que tengo horribles pesadillas que repiten la misma situación: no llego a entregar todo antes de Navidad. Por suerte, sí llego, pero qué mal que la pasé. Y entonces en el grupo de colegas despotricamos contra la navidad y juramos que NUNCA MÁS hacemos esto, hasta que llega septiembre del año que viene y volvemos a caer. ¡No aprendemos más gente! Este año fue muy especial para mi y sin embargo me dejé arrastrar por la locura de diciembre, así que poco espero de poder sostener la paz el año que viene. Sería algo así como expectativas vs. realidad.
Al trabajo sumémosle la cantidad indecible (hasta aplicaría la palabra pronográfica) de eventos de fin de año de mis hijxs: cierre de talleres, clases abiertas, último día de clases con espuma de por medio, muestras varias de sus actividades. Todo hace un combo letal y encima multiplicado por dos. No quiero decir que no los disfruté, todo lo contrario, amo verlos felices haciendo todo lo que aman hacer y me hice el tiempo necesario para cada cosa, pero hasta ellxs terminaron con ojeras. Y aún quedan un par de eventos menos formales a los que sin duda asistiremos.
Todo este caos lo une el relato de imágenes de fin de año que me quiero guardar por aquí :-)
Toda esta milonga empezó en noviembre, con el cierre de la Escuela de Animadores, donde Guille y sus amigxs fueron todo el año a aprender a producir animaciones. Muy felices <3

Su corto fue "La poción encogedora"

Pero pueden verse todos los cortos producidos por niños y niñas de la escuela de animadores aquí.
Hubo cierre de los talleres anuales de la escuela: el taller de programación de videojuegos, que nos dejó con la boca abierta y el taller de música de Emilio.
Y clase abierta de tecnología




Finalmente el viernes pasado terminaron las clases

Y el sábado fue la muestra de tela de Guillermina
En el medio de la vorágine yo seguí trabajando como si nada, porque la Navidad se impone y los bebitxs siguen naciendo. También he asistido sin faltar ni una sola vez a mi terapia (tan necesaria para sobrevivir a esto jaja!) y a cada reunión de fin de año entre amigxs. Ahora, con lxs chicxs en casa por las vacaciones y el trabajo que no para estoy medio al borde del colapso pero feliz porque ya casi tengo todo para armar las entregas navideñas. Y también porque logré escribir este post todo descoordinado aunque hoy no sea lunes. En breve se vienen los balances y el merecido descanso :-)
Nos vemos el viernes porque retomo de una vez las cosas que me quiero guardar de estas semanas.