Bienvenidos a la primera semana del año, con retraso (como debe ser! jaja!). Me sumo al proyecto de Paula porque extraño el 365, pero soy consciente de que no puedo realizarlo otro año más, llegué con la lengua afuera a diciembre.
Esta foto es del 1ero de enero. Mi cuñado estaba podando y de golpe salió el pájaro volando. Lamentablemente, abandonó el nido con dos huevitos...esas cosas impredecibles que pueden suceder.
Decidí cambiar la plantilla del blog, aunque aún no tuve tiempo de hacerle todos los ajustes (el primero será cambiar la imagen de cabecera, que es la que venía con la plantilla LISTO!). El tema es que si esperaba a tener tiempo para hacerle los ajustes, tal vez nos encontrara el 2016. De a poco van a ir viendo avanzar la prolijidad. No me quedó otra opción que eliminar las categorías ya que a lo largo de 6 años de escritura de este blog, puse unas 500 etiquetas a los posts. Desastre.
Acá viene la confesión: las vacaciones no me sientan bien la verdad...demoro mucho en adaptarme al descenso de actividad, me deprimo, me agarran crisis existenciales y, cuando por fin me recupero y empiezo a disfrutrarlas, ya se terminaron. Me pesa mucho ser así (así de loca, se entiende). 
De todas formas, aún no estoy totalmente de vacaciones (y dudo que lo esté en algún momento de enero), me falta entregar 4 trabajos que quedaron colgados del 2014 y empezar a editar las primeras sesiones y eventos del 2015. A ver si puedo arrancar y despejo un poco mi mente.