Cuando me quiera dar cuenta, se me pasó abril sin escribir. Bueno, al menos se me pasó la mitad de abril. Estoy haciendo muchas cosas, poniéndole ganas al trabajo, estudiando, cubriendo sesiones y eventos, escribiendo para varias revistas -Mots, sí, pero también la revi digital de Las Casildas y la revista en papel Maternar en tribu, de mi amiga Gabriela-, sacando fotos, proyectando a futuro.
Venía con la vida medio de cabeza, así que puse un freno y empecé a ordenarme. Primero, la comida. Estaba comiendo descontroladamente, llegando al límite entre el sobrepeso y la obesidad. Así que me estoy ordenando y cuidando, haciendo mucho ejercicio (cómo me gusta! increíble que no haya encontrado espacio en 5 años) y controlando el tamaño de las porciones. Me siento mucho mejor, aunque no esté haciendo una dieta específica. La idea es comer ordenado, sin mucha grasa ni azúcar y disminuir las porciones.
También ordené mi casa. Cada noche antes de que los chicos se acuesten barro y paso un trapo húmedo. Yo era de las que hacían una limpieza a fondo semanal. Y después mantenía o eso intentaba. La verdad es que no mantenía mucho y los últimos dos días antes de la gran limpieza vivíamos en la mugre y el kilombo. Así que le dije basta a eso. Y no puedo creer la felicidad que me da este simple cambio.
De a poco les estoy corriendo el horario de acostarse a los niños. Cierto que nunca fueron de estar despiertos hasta muy tarde, pero las vacaciones y el verano los habían acostumbrado a dormirse a las 10 y pico. Ayer empecé a correr un poco las rutinas y hoy ya antes de las 10 estaban dormidos. Planeo lograr que se duerman 9:30. Lógicamente para eso hay que cocinar temprano, comer temprano, etc. Pero me funciona mucho mejor. Aparte la recompensa de tener ese valioso tiempo para mi después de las 9:30 (aunque solo sea para irme a dormir temprano si tengo ganas, o mirar un peli, o leer un rato, o trabajar) es enorme.
Hace una semana Guille empezó natación, pensé que iba a ser un caos sacarla de la escuela y que en 15 minutos estuviera en el agua (el club queda a una cuadra), pero nada que ver. Todo engancha justo y después me quedo a esperarla con Emilio en el patio del club. Nos viene genial porque Emilio tiene pocas salidas, pobre. No le pongo mucha dedicación a sus actividades. Es que siento que me pasó una aplanadora por encima. Me siento cansadísima. Y estamos en abril.
Estoy aprendiendo a manejar el auto y a andar en rollers. Y no me queda más que decir que hay una edad en donde el cerebro no es nada plástico y ¡cómo cuesta aprender cosas nuevas la puta! Manejar no tanto...pero andar en rollers OMG! Preocupante.
Estoy en una etapa de cortar un poco con las pantallas, siento que tengo que largar algo de todo lo que hago en la web. No sé que voy a sacrificar antes, supongo que lo que me dá más trabajo, que es la revista. Pero eso se verá más adelante,el número 4 está en marcha.
Por ahora pretendo llegar cuerda al final del día y créanme que me está costando bastante ;-)
Wow! Felicitaciones!
ResponderEliminarEs lindo, sinceramente, tener una vida ordenada. Tu post es inspiración... para "muchas" (o sea, yo!) :D
Espero que sigas!!!
grossos cambios! los aplaudo todos, y me quisiera sumar con los rollers.
ResponderEliminarAy! como te entiendo!! La pantalla absorve vida sin que nos demos cuenta...Me parece buenísimo que puedas ordenarte y aprender cosas nuevas! La del manejo la tengo muy pendiente, pero sin un auto disponible es medio al dope, y me viene de excusa para caminar más seguido!! Te mando beso!!
ResponderEliminarLuisi, siempre me "afecta" leerte. Y esta vez resulta que estamos en la misma onda!
ResponderEliminarTe leo y es como si todo lo que ronda por mi cabeza alguien lo hubiera escrito. (excepto lo de conducir y los patines, jajaja, en esas tareas te llevo ventaja, jaja)
INCREÍBLE la de cosas que estás haciendo. Solo de leerte me desmayo de agotamiento, pero oye: que satisfacción! Estoy en modo pantalla desconexión total también (hasta hemos tenido que cerrar CM :-(, pero es que ahora mismo no damos!)
Yo paso el día ordenando la casa. Si voy de un lado a otro voy recogiendo cosas del suelo, doblando mantas, aspirando migas de galleta... es agotador. Con dos pequeños es IMPOSIBLE! Y creo que pierdo el tiempo y demasiada energía en eso, ojalá me molestara menos, pero lo cierto es que vivir en el caos y con suciedad me altera anímicamente (qué asco ser tan neurótica)
Desde que Valentina empezó el colegio hemos ido poco a poco arreglando lo del sueño. como ya no duerme siesta a las 8:30 está agotada y generalmente entre esa hora y las 9 dormida (Amanda a veces tarda un poco más) Y NOS DA LA VIDA! Es el único rato que tenemos para nosotros (o para mí) No podría vivir sin ese momento.
Un besiño muy enorme.
Hace mucho que te leo, pero es la primera vez que comento. La verdad es que me gustaría lograr ordenarme, desde que soy mamá me cuesta mucho. Voy a inspirarme en vos :)
ResponderEliminaraprendí a manejar cerca de los 30, o sea ya grande... y aunque costó, ahora no podría estar sin manejar! los roller... los dejo para otra vida, nunca anduve en patines, asi que no me veo subida a eso!
ResponderEliminarBien por los cambios y el orden, a veces hace falta parar un poco. Un beso!
Acabamos de comprar nuestro primer auto y ... ni marido ni yo sabemos manejar OMG socorroooooo!!! patinar si sé, sirve? jajaja! marido ya terminó curso de manejo y en este momento está aprovechando la tarde del sábado para practicar porque tiene fecha para el registro, y yo veré en que momento de mi día incluyo las clases de manejo... llegué tarde a comentar, yo a abril lo llevé mejor que a marzo que me la pasé enferma y, lo que es peor: los peques recontra idem! vamos por mayo!!! besotes Luisi!
ResponderEliminar