El sábado festejamos el cumple de Emilio. Hicimos un picnik en el parque de atrás de casa, como para zafar -ahora que todavía podemos- del pelotero y la animadora gritona. Digresión: estoy harta de los peloteros, pero más de las animadoras que hacen que todo sea un intercambio "quién quiere comer paaaaaaaaaaaanchoooooooos? el que quiere comer panchos tiene que hacer una filita atrás mío y saltar en una pata hasta la mesa, si no, no comerá paaaaaaaaaanchoooooooos", me rompe soberanamente las pelotas. Claro que hay lugares más tranquilos que otros, pero la mayoría deja mucho, mucho que desear. Y bueno, a mi el de Guille ya no me queda otra que hacerlo en ese pequeño infierno a partir del año que viene, así que mientras podamos mantenernos al margen con Emilio, lo haremos ;-)
Como les decía, hicimos el cumple en el parque con la familia y algunos amigos. Estuvo muy lindo y hasta relajante, eran las 5 de la tarde y estábamos todos tirados mientras los chicos corrían pacíficamente alrededor nuestro. El plan era remontar barriletes, pero no había casi viento así que fue imposible. Igual no me puedo quejar porque hizo un día hermoso: soleado y fresquito. Ideal para el parque. 
Lo único malo es que me peleé con mis suegros (!!!!)(????)(....). En fin. Digamos que me cansé de que me maltraten o me miren con soberbia. Siempre es mejor lo que hacen los otros. En este caso claramente para ellos era una locura que hiciéramos el cumple en el parque, hubiera sido mejor pagar 1000 mangos por el super salón de fiestas. Eso sumado a los caprichos de mi suegro (ejem! es igualito a mi, por eso me irrita muchísimo) hizo que ¡pum! estallara todo por los aires unos 20 minutos antes del cumpleaños. Como corresponde, suegra amenazó con irse, lo que fue recibido con un  "haga lo que quiera, si quiere irse vayasé", aunque me hubiera partido al medio si se iba. La verdad es que yo adoro a mi suegra, realmente la quiero muchísimo, pero todo tiene un límite y lo peor es que en el medio de la discusión me dijo cosas que nunca creí que pensara de mi (auch! dolió mucho!). Nos tratan como si tuviéramos 4 años y a mi me desespera. Bueno, al final no se fueron, pero queridas he de decirles que todo tiene su precio y que me he sumado al grupo de mujeres que se llevan mal con su suegra. Y creo que es un bajón.
Volviendo al cumple, la hermana mayor lo disfrutó como loca. Está cada vez más deshinibida, pienso que la fonoaudióloga la está ayudando muchísimo ♥. Y Emilio ¡qué decirles! me derrito de amor y me tiene todo el día con la lengua afuera procurando que no se parta la cabeza. Me salió trepador y sin una gota de miedo. Él no vacila, va hacia el peligro con una determinación asombrosa. Y yo sufro, me cuesta mucho manejar el terror que me da que pueda lastimarse feo. Hace semanas que da pequeños pasitos, el día del cumple se animó e hizo algunos trechos más largos y en estos días fue perfecccionando la técnica. Así que digamos que ya camina :) Sigue tomando teta y durmiendo un promedio de 9 horas nocturnas (¡groso!).
Les dejo las fotos y más tarde vuelvo a subirles el molde del barrilete que entregamos como souvenir ;-) No están las fotos de la torta porque las sacó mi amiga, ni las de la piñata (hubo piñata a pesar de mi férreo control de las golosinas que entran a casa jajajaja! aunque debo decir que eran unos invitados tan extraños como sus padres, porque me tocó juntar casi todos los caramelos del piso para que no quedaran en el parque, cuák! reciclamos para otro cumple, no se preocupen). Tampoco quedaron fotos del momento globoflexia, como decía mi abuela, el que toca nunca baila

Preliminares
Invitadito
Sanguchito
Puchero
Teta
Nuestro picnik
Corriendo por la loma
Intentando con el barrilete
Pasitos
Sonrisota :)
Pasitos
¿Puedo agarrarme de acá?
Más invitados ♥
El bello homenajeado (jijiji, madre babosa)