Soy Roxi
23 agosto 2012
Si ya estaba atrasada con el año antes de enfermarme, esos días en cama me mataron. Volver al laburo, tomar las pruebas porque cierra el trimestre (y corregirlas!), vender las rifas del día del niño que me mandó la cooperadora de la escuela de Guille (y ahora encontrarlas, porque perdimos los troqueles), cerrar días de sesiones con dos embarazadas, pasar presupuestos para otras sesiones, programar la sesión del bebé de mi amiga que cumple 1 año en medio mes, sacar turno y conocer a la nueva fonoaudióloga de Guille, hacerle análisis a Emilio (sangre, orina y dos re complejos en donde hay que juntar las caquitas: me da mucho asco el frasco!), ir a la fiestita del 17 de agosto de la escuela de Guille. En el medio se llovió todo y un caño de desagüe pluvial de mis vecinos de arriba se rompió y me salió agua de tooooda la pared (alisada y pintada a nuevo hace menos de dos meses), el veredicto del plomero fue "acá hay que romper TODO". No doy más. Estoy cansadísima, tengo cero paciencia y mi casa sin limpiar hace más de dos semanas. Si alguno vez menciono la posibilidad de tener otro hijo, por favor, que alguien se acuerde de mandarme a leer esto. Estoy (posta) en el peor momento de este puerperio. No olvidemos que Emilio sigue tomando teta y eso es hermoso pero ¡agotador! Y sin embargo no tengo ganas de llorar, más bien estoy "paralizada", no puedo accionar y entonces siento que la montaña de responsabilidades y cosas me cae encima y no puedo respirar.
Por suerte en la web uno encuentra gente tan copada como Roxi, mi alter ego, la persona con quien me he sentido más identificada en toda mi vida. Para las que no saben quién es Roxi, les dejo el trailer del programa. No se lo pierdan, estrena nuevo capítulo los miércoles en esta página. La amo porque me hace sentir menos culpable ver que no soy la única a la que la maternidad la está matando. Como dice Roxi, "Ser mamá, esposa, amiga, trabajar, adelgazar y ser feliz es demasiado para una sola mujer"
El nadismo
16 agosto 2012
Estuve enferma (MUY), recién hoy 2 días después del último antibiótico, puedo decir que me siento "mejor". Igualmente me agarró una especie de nadismo que me asusta un poco: un nomeimportanada, un todomechupaunhuevo, una especie de hastío generalizado. Es como si me hubieran reseteado y dejado en cero. Me siento vacía.
Y en el medio me surge este gran interrogante ¿continúo con mi 366 o lo abandono? De continuarlo, me quedaría un bache interesante de unos 15 días. No sé qué hacer. Lo cierto es que si no lo retomo, no saco fotos (o al menos no las saco al margen de las sesiones que estuve haciendo, ahora se acercan 2 sesiones de embarazo, me gusta mucho fotografiar embarazadas).
Y el resto de los proyectos está parado, esperando a que active un poco. Estoy como sin ganas de hacer y eso es muy preocupante en mi. ¿Será la convalecencia?
Y a pesar de todo, tengo tantas cosas anotadas que me gustaría charlar acá (creo que lo más típico de cualquier blogger, la cantidad de posts pensados pero no escritos ¿o no?).
Ya estamos casi a mitad de agosto y necesito el empujoncito de "seguí con tu 366, tú puedes" ;-)
Y acá un resumen de mi vida, año a año...
Ya estamos casi a mitad de agosto y necesito el empujoncito de "seguí con tu 366, tú puedes" ;-)
Y acá un resumen de mi vida, año a año...
Semana Internacional de la Lactancia Materna 2012
02 agosto 2012
En la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2012, yo solo quiero contarles cómo esta vez salvamos nuestra lactancia ♥
Con Emilio la lactancia se inició en el quirófano. Medio a escondidas del médico, que no aprobaba tal cosa (jejeje). Todo hacía suponer que sería un camino facilísimo: madre super informada, lactancia a demanda, buen agarre. Pero no, fue difícil también esta vez y aunque finalmente debo decir lo logramos, tengo dos conclusiones:
- no te ates a tus planes
- soy pésima para las cosas maternales (!!!)(por qué tengo un blog de maternidad??? apaguemos la luz, YA!) ;-)
Volvimos a casa y Emilio tomaba toda la teta que quería de día y de noche en sucesión continuada. Primer control: no aumentó lo suficiente. Reacción materna: los pediatras no saben nada de lactancia, son unos inútiles, no sirven para nada, con mi lactancia no se van a meter, si es evidente que aún no me bajó la leche, es lógico que baje hasta e 10% del peso los primeros días, no saben nada, son unos irrespetuosos y algunos otros varios improperios. Cambio de pediatra. Segundo, tercer, cuarto, quinto control: Emilio no aumenta lo suficiente. Empezamos a analizar causas, como para ir viendo. Mi pediatra pro-lactancia (el segundo en la recorrida) me dice después de 5 controles con aumento mínimo de peso (unos 20grs semanales): "Ahora te vas a ir a tu casa, vas a comprar una cajita de vital y se la vas a dar". Lo miro, me mira, me dice "¿Se la vas a dar?", repondo "Lo voy a pensar, pero no creo" (para ser cortés). Me voy y no regreso nunca más.
Busco a la pediatra más pro-lactancia de Rosario: Velia Peralta. Velia nos apoya, nos espera, nos contiene. Pasan los meses. Emilio nació con 3 kg y a los 4 meses pesa 3,5 kg. Es difícil aguantar. Cuando ya hasta Velia me suelta la mano, intento darle un poquito de fórmula con relactador, no la acepta. Mi razonamiento me dice "si no acepta la fórmula es porque no la necesita". Ok, seguimos adelante. Llega el tiempo de los "estudios", sí, preferí pincharlo antes que mandarle fórmula sin investigar un poco. Análisis de sangre y estudios del corazón. No tiene nada. Me toca el turno de la indagación personal: ¡puta madre! ¿cómo puede ser que me cueste tanto? Fines de enero, Emilio tiene 4 meses y pico, sigue pesando 3,5kg y yo acepto darle un poquito de fórmula, siempre con relactador (¡lo que cuesta meterle el relactador! pordió). Mientras tanto me saco leche con sacaleche para aumentar la producción.
(En el medio leo "El poder del discurso materno" y me quiero matar, decido no leer nunca más a Laura Gutman y también decido dejar de castigarme, no tengo tiempo para resolver el pasado en ese momento, la prioridad es que Emilio aumente por fin de peso).
El día a día se convierte en una sucesión interminable de tetas, relactador, preparado de fórmula, lavado de la sonda con una jeringa, sacaleche, lavado del sacaleche, teta de nuevo. Y así. Decido relajar un poco, es decir, descansar la mente, dejar de martirizarme. Sigo con la rutina del relactador durante 1 mes y medio. Emilio aumenta por fin de peso. Después de este breve "no pensar" recibo la invitación de Sandra, una de mis amigas doulas que está estudiando puericultura con Susana Fleischman y Violeta Vázquez, de Panza y Crianza. Necesitan gente que les sirva de "práctica". Allá voy, a ver si puedo reflotar mi lactancia y quitar el relactador. Emilio tiene 5 meses y medio, aún no entró en la curva de crecimiento pero no importa porque está bien y Velia nos apoya con lo del relactador. Nos atiende Susana, nos escucha, hablamos un buen rato con el resto de las chicas que están ese domingo y me vengo a casa con una detallada prescripción de pasos a seguir: sacaleche y domperidona para aumentar la producción. La domperidona es el nombre genérico de una droga que se usa para tratar los vómitos. Es como el clásico reliverán, pero mucho más potente. Para hacerlo más o menos breve: en dos días, reduzco la cantidad de fórmula a la mitad (de 300cc a 150cc por día). En una semana Emilio está solo con lactancia exclusiva después de un mes y medio de lactancia mixta (aunque siempre con relactador). No sé por qué pasó lo que pasó, por qué de nuevo costó tanto: si la producción estaba bien, si el agarre estaba bien, si se prendió en el quirófano, si no lloró jamás por hambre, me sigo preguntando por qué carajo no aumentaba! Porque la verdad es que no aumentaba bien, yo me la banqué 4 meses, pero fue difícil verlo así tan escuálido, frágil, transparente. Era muy impresionante. Y toda la gente alrededor, preguntando por qué era tan flaco, que si tenía una semana (cuando tenía 4 meses!), que si estaba enfermo :( Mucho estrés.
No sé si realmente influye o no el pasado, la crianza poco amorosa que tuve, no se si influye o no la situación familiar del momento en el cual llegó Emilio. La verdad es que no importa si influye o no, lo que finalmente importa (me importa) es que aunque instalar la lactancia me llevó 6 meses (¡6 meses!) no me arrepiento del inmenso, enorme, grandísimo trabajo que me tomé. No me arrepiento de ninguna de las veces que preferí tomarme el trabajo de preparar y lavar el relactador a la facilidad de preparar una mamadera. Al fin y al cabo así pude salvar nuestra lactancia ♥
En definitiva tuve los mismos problemas de lactancia que con Guille, la diferencia es que esta vez busqué ayuda :)
Un gracias enorme a toda la gente que nos ayudó de una u otra manera. Han sido 10 hermosos y felices meses de lactancia (y ojalá sean muuuuchos más!). Meses de mucho aprendizaje también. Gracias a tanto recorrido hoy Emilio come de todo y toma solo teta, ni leche de vaca ni agua (ni agua acepta!) y mi corazón desborda de felicidad cuando abre la boca la leche se le cae por la comisura ♥ Sigue aumentando de a gramos el muy guacho, es el mini Emilio ;-)
Cuando nos acostamos a dormir la siesta y Emilio se mata de risa sabiendo que se viene el momento teta, todo tiene sentido :)
Quiero agregar que también recibí apoyo de varias líderes de Liga de la Leche (las quiero chicas!), pero creo que en mi caso particular necesitaba un apoyo más clínico y por eso me vino tan bien la ayuda de una puericultora :) Pienso que todas las ayudas son buenas y los problemas de lactancia se resuelven mejor con una mirada interdisciplinar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Luisina Serenelli
Docente // Fotógrafa // Blogger //Feminista // Doula// Escritora // Lectora incansable // Mamá de Guille y Emi // Enamorada de David // En permanente deconstrucción y construcción