En casa
31 enero 2011
Si nunca les mostré mi casa es por una simple razón: me cuesta fotografiarla y que quede bien. Y eso fue lo que aprendimos en La vuelta al mundo en enero: a fotografiar "nuestros espacios". La verdad es que soy muy desordenada y además, Guille ha "invadido" mi zona con todos sus juguetes y cosas. Por otro lado, mi casa aún está en construcción. Hicimos un entrepiso de madera para tener dos habitaciones, pero nada de eso está aún terminado. Lo que será nuestra pieza es en verdad un amontonamiento de cajas y bolsas con ropa de invierno :S. En marzo probablemente le pongamos un poco de ganas a la finalización de la obra (me da tanta pereza pensar en el pintor, el pulidor del piso de madera, la limpieza posterior y el plastificado!).
Son poquitas las fotos de este post y son solo de mis espacios preferidos :)
El pizarrón del patio, donde tiramos la manta y unos almohadones y fabricamos nuestro rinconcito de lectura (Guille está vestida para la foto, se pasa el día entero den bolas ¡nos imita! jaja)
Pueden ver otras fotos del pizarrón en este post del blog.
Nuestra biblioteca ♥
El sofá del living y alguien que se quedó dormida allí :)
Mi cocina. Por cierto, la foto en la que me asomo a la puerta fue publicada en Kireei :)
Esta es nuestra mesa del comedor. Es una mesa de pool a la que mi suegro (carpintero él) le hizo la tapa. Quedó hermosa y entran como veinte personas sentadas, pero quita muchísimo espacio. Me gusta, pero igual me considero una buenísima persona por haberle permitido ese capricho a David ;-)
Me queda pendiente mostrarles mi escritorio de la compu, no pude lograr una sola foto decente :(
Si quieren ver las fotos más grandes, pueden ir al set de Flickr. Les recomiendo que pasen por el blog de Jackie a ver otros espacios que me encantan, sobre todo el espacio de trabajo de Isthar y el de Meisi, dos de mis personas preferidas de la web. De paso, van a poder darse una vueltita por las casas de gente alrededor del planeta :) Les confieso que me dieron ganas de redecorar y hasta estoy pensando en coser yo misma unas fundas para mi maltrecho sofá del living :) (al menos hasta que podamos comprar otro!)
Hace bien volver por aquí. Mañana ya es febero y yo vuelvo a mi trabajo, ya pasaré a contarles sobre eso.
¿Y sus espacios preferidos?¿Cuáles son?
¿Pensaron que estaba harta de los blogs y que capaz que cerraba este? Bueno, capaz que más adelante, jaja! Por ahora vengo a contarles que tuve un enero en el que trabajé mucho. A decir verdad, hacía demasiado tiempo que no trabajaba TANTO. Y ese trabajo es mi nuevo proyecto. Mi micro empresa de fotografía :)
Lo dejé madurar, cambié combinaciones de colores cientos de veces, pregunté, pedí opinión y después le pasé el trapito.
David ya miraba de reojo desconfiando de que alguna vez el proyecto viera la luz (jajaja!)
Y acá está. Soy feliz. Disfruté tanto, tanto creando esta página que me sucedió eso de "amar la trama más que el descenlace". Y acá estoy hoy. Pasen y vean :)
(click en las imágenes)
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"La leche siempre está", por Gisela Antonuccio
21 enero 2011
Gisela Antonuccio es una de mis amigas foreras, de la época de Familia Natural. Hoy publicó en facebook la experiencia de lactancia con su segunda hija, Sofía. Me pareció muy inspiradora y me conmovió profundamente :) Gracias por compartirlo Gise!
Para mí, que no reniego de la tecnología, tener Internet en mi celular fue una forma de reencontrarme con una de mis pasiones: la lectura. Y hay tanto para leer y tan bueno, que la hora y media de viaje que tengo de ida y de vuelta al trabajo, encontraron finalmente algún sentido.
Los blogs de crianza respetuosa con los que me voy encontrando, me devuelven al camino del que, cada vez más a menudo, me pierdo. Me dan ideas para aplicar los conceptos que siento, pero que se diluyen en el caos de la rutina diaria y las obligaciones ineludibles.
Y si bien, me considero muy lejos de tener un blog (al margen de que parece innecesario agregar uno más a la lista tan exquisita que hoy existe), si me pasa que la lectura me inspira a escribir.
Hoy mientras leía un artículo muy interesante y ameno sobre Lactancia Prolongada (en Cuatro en la cama), pensaba en la cantidad de casos de mamás y bebés que abandonan la lactancia antes del año porque ‘la leche se les va’, y caí en la cuenta de que yo misma soy progatonista de un ejemplo maravilloso.
Cuando Sofi nació fue directo a la teta y ahí quedó, de día y de noche, durante 10 días muy pero muy complicados. Días en que los pezones sangraban incluso con pezonera, en que, desesperada con la sola idea de que se prenda, en algunas tomas me sacaba leche y se la daba en vasito con pico (de los que usan cuando son más grandecitos). Me acuerdo que el día en que me bajó la leche, lloraba de dolor y de esa especie de fiebre que sube.
Llegó el 9no. día y yo estaba dispuesta a llamar a La Liga de la Leche y pedir ayuda, porque sabía que esto tenia solución, mi amiga-virtual Claudia me había dicho que todo el dolor se debía a una mala posición de los labios, pero ella vive en Mendoza y obvio no podía venir a ver!. La cosa es que no llegué a hacer nada, porque ese fue el día en que Sofi dormía y no comía, y aunque (como ya saben los que conocen la historia) yo nunca me imaginé que Sofi tendría algo tan grave como lo que tuvo, a la noche cuando salimos para llevarla al servicio de neonatología del sanatorio donde nació, atiné (no me pregunten por qué) a llevarme el sacaleche!. Lo agarré a las apuradas, como quien se lleva algo fundamental antes de salir corriendo de una casa que se incendia.
Esa misma noche, Sofi quedó internada (muy grave) y no se volvió a encontrar con la teta hasta pasados 15 días.
Los primeros días (de esos 15) yo me esforzaba por ‘cumplir’ con el sacado de leche, un poco atendiendo a mi necesidad de descongestión y otro poco porque sabía que la podía guardar para que se la den, más adelante, cuando comenzara la alimentación por sonda. Pero llegó un momento en que, en primer lugar, había más leche de la que ella (probablemente) iba a consumir durante su internación; en segundo, mi voluntad estaba flaqueando (ante la ansiedad, el estrés y la tristeza); y por último, ya no era tan intensa la bajada de leche (por la falta de succión) por lo que no estaba tan incómoda como para tomarme el trabajo de ir al lactario del sanatorio (y practicar todas las normas de higiene que allí se requerían para evitar la contaminación).
Estuve varios días sacándome solo 1 o ninguna vez al día, y hasta llegué a aceptar la posibilidad de que nuestra lactancia no se recupere, al menos no del todo.
Aún así, y gracias a que yo contaba con muy buena información sobre lactancia, el día en que los médicos autorizaron la alimentación por boca, puse a mi bebita en la teta (ya curada por completo después de tantos días!) y ella se prendió con total naturalidad, como si nada hubiese pasado. Enseguida después de esa “segunda primera vez” nos pasaron a terapia intermedia donde yo quedaba internada con ella en la misma habitación, y ahí sí teníamos vía libre para estar teteando todo el día ¿qué otra cosa había para hacer?. El primer día (en la terapia intermedia) Sofi bajó de peso y los médicos se preocuparon, no tardaron nada en determinar que la mejor alternativa era que tome algunas mamaderas de una leche para bebés prematuros, intercaladas con las tomas de teta. Sostenían que la succión le hacía quemar las calorías que obtenía de la leche y que el problema no era la leche sino la succión, me ofrecí a sacarme leche y dársela en mamadera, pero no tuve mucho ‘éxito’.
Adentro mío, yo sabía que solo necesitábamos algo más de tiempo, que no existía NINGÚN alimento más perfecto que mi leche para que ella se recupere de su cirugía cardiovascular (que fue el tratamiento necesario para corregir la cardiopatía congénita con la que nació), así que evadí casi todas las veces las indicaciones médicas, argumentando que la bebé había rechazado la mamadera (cosa que al final era cierta, porque había estado tomado teta todo el día!). Una sola vez Sofi tomó una mamadera entera de la fórmula, y fue porque vino una enfermera a dársela y no me animé a decirle que no (no me lo reprocho, mi estado emocional no daba para demasiada contienda, apenas para alguna estrategia).
Lo importante es que la leche seguía ahí en la teta, a pesar de 15 días de mínimas tareas de ‘mantenimiento’, a pesar de los nervios, el estrés, la tensión, la tristeza, el puerperio, la cesárea, la separación de mi hijo mayor (con quién compartí casi nada de tiempo en tres semanas), el lidiar con las normas del sanatorio, y todas esos factores materiales y emocionales que, con justa razón, hacen que la leche ‘se vaya’.
La leche seguía ahí, y solo se necesitaba un bebé que succione para sacarla!
Sofi tomó teta exclusivamente hasta los 6 meses y después empezó a incorporar la alimentación complementaria.
Cuando ella tenía 8 meses, volví al trabajo (casi 12 horas separadas) y yo me sacaba leche para su toma de la tarde (que era la única que hacía en mi ausencia). Me acuerdo que nos costó muchísimo hacer que acepte la mamadera, y al final la aceptó, pero a los 3 meses me cansé de la logística del sacado de leche (me costaba mucho organizar mi trabajo) y reemplazamos esa única toma por comida (una fruta, o un yogur…) y así repentinamente como llegó, también se fue la mamadera, porque seguía sin parecerme necesario darle otra leche.
La teta fue para ella Alimento y Consuelo (como decía este artículo que me inspiró) y ahora, a sus 14 meses, es también Juego.
Amigas, médicos y otras personas de mi entorno me dicen ‘ehh, todavía toma teta?’, la respuesta es SI!, porque todavía es un bebé, porque la teta nos conecta de una manera única y hermosa. Toma teta cuando yo estoy con ella y a la vez, es capaz de adaptarse a que la cuide otra persona “sin teta”, come cualquier comida y tiene interés por probar todo, y con esto (digo yo) se rompe también el mito de que el bebé que toma mucha teta no come.
Así que así es como quiero seguir, acompáñandola de esta forma mientras crece, y ya llegará solo el día en que las dos o alguna decida que es momento de cambiar ‘el formato’ del vínculo, y dejemos atrás esta etapa que tanta satisfacción nos está dando.
Vengo corriendo
13 enero 2011
A contarles que desde hoy -y hasta marzo- compartiré, los días jueves, algunas de mis fotos en el blog Familia Libre, de Mónica Zalazar. Estoy muy contenta por esta oportunidad que nos dio Mónica de participar en su blog. Otras colaboradoras serán: Azu Caballero, Lety Giménez y Vivian Watson. Espero que pasen a leerlas y a ver mis fotos.
Acá, pueden ver la foto de hoy :)
(estoy desaparecida porque una de mis hermanas se cayó y se fracturó el brazo a la altura del hombro, la operaron ayer y todo salió bien!)
Divagues
06 enero 2011
Resulta que ¿vieron el concurso de ingreso a la docencia?¿ese eterno? Bueno, más del 50% de los inscriptos presentaron recursos de amparo -yo no, no te hago un trámite de esos ni en pepe-, la cosa es que antes de que salga la titularización, tienen que dar respuesta a todos esos recursos. Y claro, se enlentece un cacho. Para mi situación, no es ni bueno ni malo. Ya me había hecho la idea de que el 2011 me encontrara en otra cosa y ahora estas demoras hacen que sea altamente probable que siga trabajando unos meses más (o años, nadie sabe!) en Ricardone. Lo bueno es que puedo ir pensando con calma qué quiero hacer (digo, con un respaldo económico, mínimo, pero respaldo al fin).
Por otra parte si me pregunto qué quiero hacer con mi vida se me ocurren tantas cosas que los 70 años de vida que me quedan por delante son pocos (pobre mi hija, me va a tener que aguantar hasta los 102 años jaja). Por momentos quiero coser, al rato estoy diseñando la página para ofrecer sesiones fotográficas, cuando me canso de estar adelante de la compu se me ocurre diseñar juguetes de madera, ¿y si vuelvo a la facultad? (no a estudiar, sino como adscripta), tal vez pueda empezar a escribir gratis en revistas webs y después ir viendo cómo cobrar, ¿un taller literario? Bueno, se me ocurren todas esas cosas y mil delirios más (algunos delirios divertidísimos jajaja!).
¿Por qué soy así?¿Por qué me gustan tantas cosas? A lo mejor ustedes piensan que es una ventaja, pero no. Sufro un montón porque me frustro a mitad de camino (buuuu!), no concentro la energía en una sola cosa y entonces se diluye todo. Soy Felipe: "¿Por qué justo a mí tenía que tocarme ser yo?"
Y aparte hay un tema con los trabajos independientes. Básicamente, mis viejos fueron autónomos toda la vida y la pasamos mal (sin seguridad social, sin obra social, sin vacaciones pagas, sin aportes jubilatorios, sin nada!) y a mi me cuesta horrores pensar en que no voy a tener nada de eso si trabajo por mi cuenta.
Pero me estoy animando. Logré concentrar mi energía durante 24 horas en una sola cosa (mis mejores amigas se matarán de risa cuando lean esto!), guarda! Que el 2011 promete :)
Vengo en breve. Estoy de vacaciones (en casa, pero de vacaciones al fin...)
Vengo en breve. Estoy de vacaciones (en casa, pero de vacaciones al fin...)
Tiempo de salir al bosque
03 enero 2011
"Si no sales al bosque, jamás ocurrirá nada
y tu vida jamás empezará
-No salgas al bosque, no salgas- dijeron ellos.
-¿Por qué no? ¿Por qué no tengo que salir al bosque esta noche?- preguntó ella.
-En el bosque habita un enorme lobo que se come a las personas como tú. No salgas al bosque, no salgas por lo que más quieras.
Pero, naturalmente, ella salió al bosque y, como era de esperar, se encontró con el Lobo, tal como ellos le habían advertido.
-¿Lo ves? Ya te lo decíamos- graznaron.
-Eso es mi vida, no un cuento de hadas, zopencos – replicó ella -.
Tengo que ir al bosque y encontrarme con el lobo; de lo contrario, mi vida jamás podrá empezar.
Pero el lobo que ella encontró había caído en una trampa, se le había quedado la pata prendida en un cepo.
-¡Socorro, auxilio! ¡Ay, ay, ay! – gritaba el lobo – . ¡Socorro, ayúdame y te daré la justa recompensa! – añadió.
Porque eso es lo que hacen los lobos en los cuentos de esta clase.
- ¿ Y cómo sé yo que no me vas a hacer daño? – le preguntó ella, pues su misión era hacer preguntas – . ¿Cómo sé yo que no me matarás y me dejarás reducida a los puros huesos?
- Mala pregunta – dijo el lobo-. Tendrás que confiar en mi palabra.
- Y el lobo reanudó sus aullidos y lamentos.
¡ Ay! ¡Ay! ¡Ay!
Sólo hay una pregunta
que merece la pena hacer, hermosa doncella,
¿dóooonde está
el
almaaaaaaa ?
- Oh, lobo, voy a correr el riesgo. ¡Vamos allá!
Abrió la trampa, el lobo sacó la pata y ella se la envolvió con hierbas medicinales y plantas.
- Oh, gracias, dulce doncella, mil gracias – dijo el lobo, lanzando un suspiro.
Pero, como había leído demasiados cuentos que no debía, ella exclamó:
- Bueno, ahora ya puedes matarme, anda, terminemos de una vez.
Pero no fue eso lo que ocurrió. En su lugar, el lobo alargó la pata y se la apoyó en el brazo.
- Soy un lobo de otro tiempo y lugar – dijo. Y, arrancándose una pestaña del ojo, se la entregó diciendo -: Úsala y procura ser sabia. De ahora en delante sabrás quién es bueno y quién no lo es tanto. Mira a través de mi ojo y lo verás todo con claridad.
Por dejarme vivir,
te ofrezco vivir
como jamás en tu vida has vivido.
Recuerda que sólo hay una pregunta
que merece la pena hacer, hermosa doncella,
¿dóooonde está
el
almaaaaaa?
Y así la doncella regresó a la aldea,
alegrándose de estar viva.
Y esta vez cuando ellos le dijeron,
“Quédate aquí y cásate conmigo”,
o “Haz lo que te digo”,
o “Di lo que yo quiero que digas,
pero que todo quede tan en secreto
como el día en que viniste”,
la doncella tomó la pestaña del lobo
miró a través de ella
y vio sus motivos
tal como jamás los había visto.
Y a la vez en que
el carnicero pesó la carne
ella miró a través de la pestaña del lobo
y vio que pesaba también su pulgar.
Y miró al pretendiente
que le decía “Soy el que te conviene”,
y vio que no le convenía para nada.
Y de esa manera y muchas más
se salvó
no de todas
pero sí de muchas
desgracias.
Pero, además, con esta nueva visión, no sólo vio al astuto y al cruel sino que el corazón se le hizo inmensamente grande, pues miraba a las personas y las volvía a calibrar gracias al don que le había otorgado el lobo al que ella había salvado.
Y vio a los que eran verdaderamente buenos
y se acercó a ellos,
encontró a su compañero
y permaneció a su lado todos los días de su vida,
percibió a los valeroso
y se acercó a ellos,
captó a los fieles
y se unió a ellos,
vio perplejidad por debajo de la cólera
y se apresuró a disiparla,
vio amor en los ojos de los tímidos
y se inclinó hacia ellos,
vio sufrimiento en los callados
y cortejó su risa,
vio necesidad en el hombre sin palabras
y le habló,
vio fe en lo más hondo de la mujer
que afirmaba no tenerla
y se la volvió a encender con la suya.
Vio todas las cosas
con la pestaña del lobo,
todas las cosas verdaderas
y todas las cosas falsas,
todas las cosas que iban contra la vida,
y todas las cosas que iban a favor de la vida,
todas las cosas que sólo podían verse
a través de los ojos de aquel
que pesa el corazón con el corazón,
y no sólo con la mente.
Así descubrió que era cierto lo que dicen, que el lobo es la más sabia de las criaturas. Si prestas atención, el lobo cuando aúlla hace siempre la pregunta más importante, no dónde está el alimento más próximo, la pelea más próxima o la danza más próxima,
sino la pregunta más importante
para ver dentro y detrás,
para sopesar el valor de todo lo que vive,
¿ dóooonde
estáaaa el
almaaaa?
¿Dónde está el alma?
Sal al bosque, sal enseguida. Si no sales al bosque,
jamás ocurrirá nada y tu vida no empezará jamás.
Sal al bosque,
sal enseguida.
Sal al bosque,
sal enseguida".
Selección de "La pestaña del lobo", poema original en prosa de Clarisa Pinkola Estés, copyright 1970. En: Pinkola Estés, Clarisa: Mujeres que corren con los lobos, Zeta, Barcelona, 2009.
De regalo para mí en mis 32 años. Mi deseo es que este año me traiga creatividad para aprender a salir al bosque ;-)
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Luisina Serenelli
Docente // Fotógrafa // Blogger //Feminista // Doula// Escritora // Lectora incansable // Mamá de Guille y Emi // Enamorada de David // En permanente deconstrucción y construcción