Bueno, antes que nada quiero contarles lo malo. Como una forma de exorcizarme y de a poco dejar ir esta historia. Sacarme de encima el dolor que sentí en ese momento.
El 6 de enero a la noche Guille tuvo su primer accidente. No fue terriblemente "grave" aunque soy conciente de que podría haber sido muchísimo peor. ¿Qué pasó? David bajó a preguntar una cosa a la recepción y yo me quedé tirada en la cama. Guille estaba al lado del mueble del televisor. Todo el  mueblecito y el tele apenas si la sobrepasaban unos centímetros. La miraba todo el tiempo, pero como entre ambas se interponía un ventilador de pie, pensé que solamente estaba mirando la tele de cerca e intentando volver a apagarla y encenderla. Y fue un segundo: Guille se trepó al mueble y se le vino todo encima, el televisro le pegó en la fente de chanfle y voló atrás, y el mueblecito sí le cayó de lleno encima. Y al grito de ambas siguió el peor momento desde que nació: ir a levantarla. Simplemente pensé que estaba muerta. Y todavía no logro recuperarme del susto. Y sigo aún intentando revisar exactamente cómo fue que sucedió. Sé que fue mi responsabilidad, no digo culpa porque es ese segundo que le puede pasar a cualquiera. Pero yo tendría que haberme levantado a ver qué era exactamente lo que estaba haciendo Guille.
La historia recién comenzaba y cuando David volvió a entrar al cuarto nuestra hijita ya tenía un chichón terrible en la sien izquierda y estábamos abrazadas llorando. Salimos corriendo de la habitación con la mochila y un par de cosas, la recepcionista nos aconseja ir al Hospital Maciel. El taxi que demora una vida en recorrer el camino y yo que intento cumplir con todo lo que te dicen ante un golpe en la cabeza: que no vomite, que no se duerma...por momentos sólo me recuerdo llorando. Eran las diez de la noche y conseguir que Guille no se durmiera en esos 20 minutos de viaje fue super difícil. En el Maciel nos atendieron increíblemente bien. Recuerdo la calidez de la jefa de guardia intentando tranquilizarme e intentando consolar a Guille con un Papá Noel chiquito arrancado del precario arbolito (me lo traje de recuerdo!). Esa atención fue perfecta, hubo contención y cuidado, le hicieron los primeros controles muy exhaustivamente. Pero irremediablemente debían derivarnos al hospital pediátrico.
Hace muchos años que tengo el seguro de viaje que brinda la tarjeta de crédito Cabal (de hecho mantengo esta tarjeta por el seguro), pero eran las 10 de la noche de un feriado y yo no supe qué hacer, estaba completamente desbordada, aterrorizada de que Guille estuviera mal en otro país. Porque Uruguay será acá enfrente, pero es otro país y yo no lo entendí hasta que no nos pasó esto, incluso creo que no lo hubiera entendido nunca si no nos pasaba. Y entramos nomás a la maquinaria burocrática de la medicina estatal...de otro país. Y no la pasamos bien.
Dos horas después del ingreso al Maciel, llegó la ambulancia del Hospital Pediátrico Pereira Rosell y bueno la discusión típica de que solo un acompañante puede ir en la ambulancia. Sin auto y con cero perspectiva de taxi el conductor se ablandó y dejó que David subiera. Y hacia allá fuimos y Guille se durmió porque ya era casi la 1 de la madrugada y pobrecita no daba más.
Al llegar nos separaron inmediatamente de David que quedó solo en una sala de espera, sin que nadie le informara nada, durante más de 10 horas. Nosotras fuimos a la parte de trauma y nos revisó una pediatra "correcta", hizo todos los controles sin que Guille se despertara. La despertó para revisarle los ojos con una linterna y dos segundos después me pedía que la durmiera para hacerle una tomografía. ¿Cómo hacer dormir a un bebé que se despierta de golpe, en un lugar totalmente extraño y lleno de luces con una linterna en los ojos? Imposible. "Bueno -decide la pediatra- no importa que se haya despertado. Tendremos que hacer 6 horas de ayuno, le ponemos un suero para hacerle anestesia general y después hacemos la tomografía". Y yo no pude evitar absolutamente nada de todo esto, y estoy dolida aún. No porque me hayan engañado, pero creo que no hubo buena voluntad ¿No hubiera sido más lógico hacerle la tomografía estando dormida y después revisarle los reflejos?¿No se hubieran corrido menos riesgos?¿Cómo no va a importar hacerle una anestesia general a una nena de 22 meses?
Basta decir que las siguientes 12 horas fueron de lo más traumáticas. Enfermeras mal intencionadas, cero contención de parte de los médicos (mucho menos te iban a explicar algo de lo que pasaba), y toda clase de maltrato a todos los internados. Y ojo, no digo que me hayan tratado mal por ser argentina: trataban democráticamente mal a  todo el mundo :( Tampoco digo que funcione siempre así. Solamente estoy contando mi experiencia y lo que vi en esas 12 horas de internación. Aclaro esto porque veo en la página web que parece ser un buen proyecto, con buenas intenciones. Y claro que agradezco que me hayan atendido gratis (obviamente sí pagamos la tomografía: 2000 pesos uruguayos, algo así como $400 argentinos). Pero gratis no es sinónimo de bueno. Creo que toda mamá que tiene que estar con su bebé en una sala de observación es un ser vulnerable y sus emociones tienen que ser reconocidas, como así también los sentires y dolores de los niños. No creo justo que un pediatra residente se burle de un niño porque llora o que todos los médicos de guardia se hayan reunido para mofarse de un bebé que estaba particularmente alterado. Me pareció triste y doloroso. Y más doloroso me parece que lo hagan cuando es gente especialmente vulnerable al maltrato, sin herramientas para defenderse de la agresión.
¿Cómo me maltrataron a mí? Dejándome incomunicada durante 12 horas, diciéndome que no llore cuando me veían lagrimeando, gritando en toda la sala que "lo tuyo no es para tanto" y demás linduras. Y lo tuvieron que repetir muchas veces porque yo soy muy llorona y la verdad que nadie va a convercerme de no expresar lo que siento. Así que empecé a llorar ahí y recién me tranquilicé dos días después, cuando ya era evidente que Guille estaba bien.
El único gesto bondadoso lo tuvo la anestesista, explicando el procedimiento, los riesgos reales y los menos frecuentes. Y por suerte todo salió bien y la tomografía dio perfecta. Pero hubo que atravesarlo y es un bajón que Guille haya pasado por todo esto a los 22 meses. Y yo me siento mal aún, siento que no pude evitarle ninguno de estos dolores o de estas intervenciones. Creo que de a poco se irá alejando esta historia en el tiempo y todo será una anécdota, pero lo cierto es que ya pasó por la colocación de una vía para el suero, una antestesia general y una tomografía y eso no se borra, está ahí, pasó :(
¿Por qué seguimos el viaje? Primero que nada porque Guille estaba bien y segundo porque no queríamos que el viaje se tranformara solo en un malísimo recuerdo. Si hicimos todos los estudios fue porque queríamos asegurarnos que no había ningún problema y al no haberlo hubiera sido inútil todo si no seguíamos. Y la verdad es que la pasamos increíblemente bien el resto del viaje...aunque me autoimpuse no pensar demasiado en esto para disfrutarlo y ahora que llegamos me pegó el bajón con todo. Me hace bien escribirlo y compartirlo, revisar todo lo que pasamos y poder llorar ese dolor. Son cosas que pasan, me repetirán hasta el cansancio. Pero uno no espera que le pasen en vacaciones y en otro país.
Quiero cerrar el capítulo reiterando que para nada estoy diciendo que esta situación sea general en ese hospital, sólo cuento lo que yo experimenté en esas 12 horas. Y claro que sé que estas cosas ocurren en todo el mundo, en mi país y en otros también. Y agradezco que no me separaran de mi hijita y que me atendieran. Pero también siento que un cachito más de humanidad es necesario.
Y aquí dejo esta historia, lo dejo ir y me lleno de lo lindo...de la "latinoamericanidad" de Montevideo (preciosa!), de la alegría de sus calles y de sus atardeceres interminables, de la tranquilidad y la frescura de las playas de Uruguay, de la calidez de su gente y de sus mates gentiles, y de la alegría de estar otra vez en casa. Los tres juntos y sanos.

*¿Alguien leyó el cuento "El rastro de tu sangre en la nieve" de García Márquez? Exactamente como el protagonista de esa historia debe haberse sentido David.