Este es el lema de la nueva campaña publicitaria contra la violencia infantil. Pone en debate la forma de tratar a los niños y nos obliga a reflexionar acerca de lo que decimos. ¿Nuestra obligación? Escucharnos siempre, recordar que los niños "se creen" todo lo que les decimos y que si los tratamos de "tontos" o "tarados" seguramente creerán que lo son. Una vez que lo dijimos, ya es tarde. Aunque sea pidamos disculpas.
No se trata de cuidar sólo la forma en que los tratamos, sino de cuidar las personas que serán mañana. El insulto, los gritos y las etiquetas son los peores legados que podemos dejarles a nuestros hijos. Lamentablemente, ver la campaña me trae tristes recuerdos ya que muchas veces he escuchado de boca de mis padres este tipo de cosas y otras aún peores. Sin embargo, como decía ayer en el foro, lo peor fue la "catalogación" que se había establecido en mi familia. Resulta que en el resparto de roles me tocó ser "la estudiosa" y "la independiente", claro en el algunas cosas me benefició, pero también le debo frustraciones como la enorme crisis vocacional en la que me encuentro. No etiquetemos a nuestros hijos, no asignemos roles a cumplir. Estas acciones son formas de violencia.
Les dejo uno de los spots que saldrán en la tele dentro de poco tiempo. Aquí el link a la página de la campaña, con recursos de ayuda y material bibliográfico.