Las cosas materiales nos vinculan con el mundo, generan identidad, nos dan un lugar en nuestra familia. No son importantes y a la vez lo son porque marcan la forma en la que llegamos la mundo en la manera en la cual lo atravesamos. Me gustaría contarles cuáles son los objetos que le dan identidad a nuestra paternidad, aquellos a través de los cuales Guillermina fue soñada e imaginada, los que nos hicieron compañía en esta aventura que es la crianza de nuestra hija.

Primero, aquellos que estaban en nuestras vidas desde mucho tiempo antes de que ella fuera imaginada, planeada, soñada.


El babero


Este babero lo hizo mi mamá, es decir la abuela materna de Guille: Lilián. Mi mamá se dedicaba a coser y bordar ajuares para bebés: catres, cunas, moisés, sabanitas, toallas, chichoneras, acolchados, etc. Lo hacía por encargo y vendía bastante, en sus ratos libres hacía cositas para poner en la vidriera. Mi mamá murió en el año 2000, con mis hermanas vendimos la casa familiar en marzo de 2003 y en septiembre cada una emprendió su rumbo, no sin antes repartirnos las cositas que había hecho mami y que pensábamos darle alguna vez a nuestros hijos como testimonio de la presencia de sus abuelos paternos. En 2006 nació mi sobrino y tuve el impulso de ragalarle mis cosas a mi hermana mayor, pero me quedé con el babero. En julio del 2007, al enterarme de mi embarazo, corrí a buscar el babero: lo lavé y lo planché con amor...fue la primera prenda que mi hija tuvo en su ajuar. Debo confesar que no lo usó nada porque no es muy cómodo...pero sigue ahí guardado entre los recuerdos de mi hija: es la presencia amorosa de mi mamá.
















El enterito rosa

La historia del enterito es graciosa y premonitoria. En Octubre del 2005 compré este enterito para regalárselo a mi amiga Valeria que había tenido a su hijita Irina. La desidia absoluta en la que vivo hizo que nunca fuese a conocer a la hija (la conocí más tarde) y el enterito fuese quedando algo chico para regalárselo a una nena de 6 meses. La cosa es que mi hermana mayor estaba embarazada, pero aún no sabíamos el sexo entonces yo pensé: ya está, si es nena se lo regalo a Andrea. Bueno, tuve que comprar un enterito celeste y guardar el rosado. Así fue cambiando de lugar hasta que quedé embarazada y lo busqué y lo lavé junto con el babero. Yo quería tener una nena, pero si era nene se lo iba a poner igual...aunque sea para entre casa. Pero, el 21 de diciembre del 2007 nos enterábamos de que tendríamos una niña...y el enterito cobró un significado especial.

















El primer regalo


Este fue el primer regalo que recibió Guillermina. Me enteré de que estaba embarazada el lunes 16 de julio, el 20 era el día del amigo y nos entontramos con Marcia: ella me regaló este agarra chupete que Guille no usó, pero que quedará guardado junto a sus cositas preciadas porque fue su primer regalito!

















Es una nena!

Cuando mi suegra se enteró de que venía una nena, corrió a comprar esta muñequita para que Papá Noel se encargara de dejarla en el arbolito el 24 de diciembre de ese año.

















La ropita con la que salió del sanatorio
Esta es la ropita que le puse aquél 5 de marzo cuando nos dieron el alta. Le quedaba tan grande que tuve que arremangarle de todos lados, pero era lo único más abrigadito que tenía, porque si bien nos faltaban varios días de calor, ese día había viento y estaba bastante fresco. El enterito es regalo de Pato y Diego, y la batita fue regalo de Julia y Ernesto. Le quedaba tan lindo, se me pone la piel de gallina de solo recordarlo.





















Los chupetes que no fueron
Sí señores, aquí tenemos los 5 chupetes con los que intentamos persuadir a nuestra hija de que usar chupete "era lo más". Pero no hubo caso, ella puso sus reglas y no usó chupete! Por momentos, en los primeros meses deseaba que lo agarrara para confromarla con algo. El tiempo fue pasando y tengo que decir que nunca jamás lo necesité desesperadamente y, sí...tengo un problema menos.


















La toallita bordada por Mirta
Mirta es mi suegra y la abuela paterna de Guille, borda en punto cruz desde hace muchísimos años...borda hermoso! Esta es la toallita bordada con las iniciales de Guillermina. No es hermosísima? Bueno, Guille la usó muchísimo porque tuvo reflujo fisiológico hasta los 5 meses...y la toallita sigue impecable.

















Las primeras zapatillas
Estas zapatillas las compré con un sueldo que me debía un colegio privado desde hacía ¡dos años!, un buen día de abril me llaman para que vaya a cobrarlo y a la vuelta no me resistí y le compré estas zapatillitas de jean. Fueron sus primeras zapas, las que guardo de recuerdo...