Quiero contar mi experiencia de lactancia: fue un fracaso que duele aún hoy y seguirá doliendo por mucho tiempo más, pero tal vez a alguien pueda servirle para hacerlo distinto y tener éxito o para sentirse identificado.
Durante el embarazo leí muchísimo sobre lactancia, estuve en reposo dos meses y me dediqué a informarme y prepararme. Mis pezones son normales y supuse que no tendría mayores dificultades. Estaba tan segura de lactar durante dos años o más, tan confiada de que iba a poder que no pude ver lo que me esperaba. Cuando mi suegra me decía cosas como "mi leche no sirvió" yo me callaba y por dentro me moría de risa pensando: qué ignorantes que eran antes, por suerte ahora las mujeres estamos informadas acerca de los beneficios de la leche materna, por suerte sabemos que todas las leches sirven, por suerte tenemos conocimiento de que el tamaño de los pechos o la contextura física no tiene nada que ver con lactar. Obviamente no le contestaba porque yo estaba absolutamente segura de algo: quería darle la teta a mi bebé hasta, por lo menos, los dos años. Y como dicen que si una tiene confianza en sí misma seguro lo logra, solamente esperaba el momento de ponerme el bebé al pecho.
Así llegó el 3 de marzo, mi bebé nació en una cesárea programada a las 37 semanas por oligoamnios y posición podálica. Tuvo distres respiratorio y fue a neo por dos horas. Como Guillermina lloraba (claro: estaba sola, NECESITABA a su mamá más que al oxígeno) le dieron una mamadera con fórmula...todavía no sé por qué, en todos lados había leído que un bebé nace con una reserva alimentaria de 8 horas...y que lo único que necesita es estar cerca de su mamá: olerla, reconocerla y succionar! Llegó mi marido con mi hijita y las cosas se sucedieron así: vino la enfermera y me dijo "ahora disfrutá, después vamos a intentar prenderla a la teta" pero ¿cómo?¿prenderla a la teta no era parte del disfrute? En ese momento yo estaba tan eufórica que me limité a decirle que sí...que hiciera sus cosas total mi hija ahí estaba...esperando...
Después vino el obstetra: "No más de 15 minutos de cada lado, cada 3 horas"...yo digo ¿algún médico sabe algo de lactancia? (y sé que las que estan leyendo tiene la misma duda que yo)
Finalmente vino la enfermera y la prendimos a la teta, momento perfecto...desde el principio tuvo una excelente colocación: toda la areóla en su boquita y labios hacia afuera. Un único problema: se cansaba tanto de succionar que se dormía, la enfermera me enseñó a despertarla pellizcándola en la axila...pero igual se dormía. No mamaba más de 5 minutos cada vez. No lloraba, entonces yo la despertaba cada 3 horas...era lo que me habían dicho, no? Me la llevé a casa sin que llorara una sola vez por hambre. Yo la despertaba o, si estaba despierta la ponía a la teta...sentí que nos iba fenomenal y pensé: no tuve parto natural pero sí tengo lactancia: genial.
Llegamos a casa y seguimos con la misma rutina hasta el viernes 7 de marzo en que visitamos al pediatra. Cuando la pesa: primer golpe...había descendido mucho más del 10% habitual que pierde un bebé en sus primeros días. Ahí nomás en la balanza me dice: hay que agregar complemento. Y me indica: primero teta y después el complemento. No le doy nada el complemento: mi hija tenía 4 días y decidí esperar y esperarme. A la semana vuelvo a la consulta, la pesa y había aumentado 80 gr. no saben la frustración que sentí en ese momento...es verdad que los pediatras pretenden que los chicos aumenten más de los que se puede aumentar con la lactancia materna, pero convengamos que 80 gr. no es un aumento. Tengo que confesar que le mentí, le dije que la beba no había aceptado el complemento. Entonces me larga "Ya que no lo acepta después de la teta se lo vas a dar antes". Volví a mi casa y empecé a darle el complemento pero después de la teta. A los 3 días decidí que no le iba a seguir dando el complemento. Cuando volvemos a la consulta había aumentado 100 gr., cada vez peor...habían pasado tres semanas y no había recuperado el peso de nacimiento...es horrible que te pase esto que estoy contando. Y yo hacía todo lo que te dicen que hay que hacer para tener más leche: tomaba 4 litros de agua, comía super bien, intentaba descansar, la ponía al pecho todo el tiempo: llegué a estar tardes enteras con la beba en la teta y ella succionaba y succionaba. Y el resultado fue siempre el mismo: no aumentaba. Es terriblemente frustrante...todos te dicen: dale el complemento pero a la vez te hablan de la importancia de la teta. Así estaba yo: en pleno puerperio, sin dormir, con la beba en la teta todo el día y ella no subía de peso. Fue francamente desesperante.
También busqué ayuda en Fundalam. No me dieron mucha bola o eso me pareció a mi, que estaba bastante alterada emocionalmente por mi puerperio. El obstetra en lugar de apoyarme y enseñarme me amenazó: "Si le das la mamadera deja la teta y en una semana la tenés enferma"...yo digo ¿amenazar a una primeriza con la enfermedad de su beba de una semana es una forma de promover la lactancia? Tengo que confesar que también rechacé ayuda de gente que realmente podría haber salvado mi lactancia...aún hoy me pregunto por qué lo hice.
Cuando volví al pediatra a la semana, la pesó y bueno...se imaginan lo que pasó: no había aumentado. Ya tenía casi un mes de nacida y pesaba poco más de 3 kg. Ahí el pediatra me dijo "un bebé tiene que crecer, si no crece no se desarrolla el sistema neurológico". La verdad es que ahora cuento esto y me siento super infantil, no sé por qué le mentí al pediatra. Yo nunca le dije de frente "quiero amamantar, ayudame"...soy bastante tímida y más cuando otro tiene el poder. Y en ese momento fui demasiado dócil...no supe expresar, poner en palabras lo que realmente quería, seguramente él me hubiera entendido porque es un muy buen médico.
Y me rendí...ya no había mucho por hacer. Introduje la mamadera, seguí con la lactancia mixta pero ya había perdido la confianza en mi misma y de eso no había retorno. A los 5meses y medio Guille no quiso más la teta...leche me seguía saliendo, incluso hasta un mes y medio después. Cometí muchos errores, no me crucé en el camino con la gente adecuada y hasta tengo que reconocer que a lo mejor tuve vagancia...Y ahí, casi sobre los cinco meses de mi hija me cayó en las manos el libro de Gutman que muchas habrán leído ("La maternidad y el encuentro..."). Me reconocí tanto en cada uno de los capítulos, lo leí en los viajes en colectivo hasta la ciudad en la que trabajo: lo leí llorando de principio a fin, y ahí empecé el ejercicio de autorreconocimiento, ahí empecé a asumirme como mamá y generé mi nueva identidad. Tal vez fue el inconsciente el que no me dejó lactar o tal vez no...no sé, nunca lo sabré del todo. Sé que las circunstancias no me ayudaron y que siento una pena enorme por eso. Hice muchas cosas que no alcanzaron, tal vez hubiera sido necesario que hiciera más...sigo estando a favor de la lactancia materna pero ahora sé que es difícil y admiro a la que lo logra. También sé que logré formar un vínculo muy fuerte con mi hija y que eso va mucho más allá de la lactancia. Pero me quedó la sensación amarga de no haber podido lograrlo.