De amor y de casualidad

No puedo decir mucho de Guillermina, siempre me quedo sin palabras, como me quedé cuando nació (por eso empecé a hacer fotos!). Cumple 9 en un par de días. Ser mamá es, lejos, la mejor experiencia de mi vida. Y ojo que fue durísimo atravesar los primeros años de crianza, he pataleado aquí y allá hasta el infinito, pero el saldo final siempre es la transformación poderosa en la que me hundí cuando llegó <3

Aquí, los últimos días de febrero y su mosaico final <3

Los 28 momentos de Emilio, acá.

Eléctrico, vibrante y con perfil de "jefecito", así es Emilio. Enviciadísimo con los "jueguitos" de la compu, amante del nudismo y el agua. Él siempre tiene calor. No conviene que esté incómodo, como cualquier libriano, explota al primer desarreglo del mundo. Ama las rutinas, detesta la comida saludable. Aún tiene nostalgia de la "teta" y le gusta estar a upa.

Así pasaron estos 28 veraniegos días de febrero. Quinto año consecutivo de proyecto. 

Estos últimos días y el mosaico final <3
Los momentos de Guillermina, acá.

Si algún día de este año me siento triste o bajita de energías, voy a venir acá a abrigarme con vos. 

Enero fue slow (o yo decidí tomármelo así). Fue pileta, calor agobiante y siestas extensas. Fueron madrugones de lectura (porque me despierto sola y no puedo volver a dormir) y series a la noche hasta que me duermo. Hicimos también algunas escapadas al campo y prendimos muchos fuegos al atardecer, esperando amigos en el patio de casa. Pasamos días en familia, invitamos amiguitos de la escuela y cocinamos muchísimo. Tuve conversaciones delirantes con mis amigas del whatsapp y también largas charlas offline. Festejé mis 38 unas 20 veces. Recibí regalos hermosos. Me reí hasta llorar y agarrarme la panza. En definitiva, fuimos felices.

Y cumplí con mi meta de tomar más fotos familiares (veremos cómo sigue el resto del año!).