Llego a la escuela a las 7:30, con un bolso que pesa 10kg, la agenda, la netbook y 3 pilas de trabajos por corregir en el otro brazo. La mañana transcurre sin mayores sobresaltos, una clase simple con un 5to. año, mate en la sala de profesores mientras termino de armar el video para la feria de ciencias de la otra escuela. En mitad de la jornada, una de mis alumnas me hace un bollo con la prueba y me lo tira. Le pido el cuaderno de comunicaciones, me lo tira en la cara. Me voy de la escuela enojada y frustrada porque a veces es TAN difícil. Voy manejando medio a los pedos, aunque respetando los límites de velocidad porque, al fin y al cabo, soy capricorniana. En el asiento del acompañante va la netbook terminando de generar el video para la tarde, recibo whatsapp de mi compañera de área, lo leo en un semáforo, los videos de la mañana (también armados con los chicos), gustaron. Siento un segundo de satisfacción.
Busco a Guille para llevarla a la escuela, subo la mochi, saludo a Emilio con el ritual del bocinazo. Sigo conectada a mi mundo laboral: una prueba hecha un bollo, citación a una madre, videos, feria de ciencias, 4 sesiones de fotos programadas para el fin de semana, el tutú que quedó por la mitad. De golpe, algo me vuelve a la realidad. Guille y su vocecita me reclaman. Es como emerger de una ensoñación, como salir del ensimismamiento (tantas veces mi hermana mayor me dijo "a veces te metés para adentro, sos una ostra").
La vocecita me reclama:
"Mami, cuando vuelvas a casa ¿podés jugar al Pou? Es que esta mañana no jugué y se va a ensuciar".
Carcajada inmediata pensando en el contraste. Explicación requerida por Guille. No le jugué al Pou, lo tuvo que rescatar a la vuelta :P
Qué grande Guille!!! Primera vez que entro por aquí, que lindo que escribís :-) Abrazooo
ResponderEliminarMe quedé pensando en mis alumnos chinos, si uno me hubiera hecho un bollo (sin llegar a la parte del cuaderno). primero lo agarran los compañeros, después el de asuntos estudiantes, y para terminar lo revientan los padres jajaja Yo sé que está RE MAL reventarlo, pero en un país concientizado (¿Existe esta palabra?), en que solo la educación los puede sacar de la miseria, y donde perder la cara (perder el control sobre si mismo) es un deshonor, me dejó pensando, ¿En qué momento nos perdimos? ¿En qué momento empezamos a perder el respeto, no solo al prójimo, sino a nosotros mismos? .
ResponderEliminarPor suerte siempre aparece alguien y te rescata, UNA DULZURA Guille <3
ay que duro lo de la alumna, la falta de respeto por un lado, y anda a saber que cosas vivirá en su casa por el otro! Me vuelve loca tu día con solo leerte; espero que ya te lleguen las vacaciones y el descanso. besotes!!
ResponderEliminarSimpatizo totalmente contigo, yo también soy una ostra. ;)
ResponderEliminarTe entiendo a full... cada palabra de este post (y que lindo escribís! siempre halagando las fotis creo que nunca te lo dije!) beso grande! (ya viene las vacas, falta menitos!)
ResponderEliminarque complicado trabajar con adolescentes!!! Como a veces decís vos sosla vieja de lengua. Creo que jamás podría hacerlo porque detesto los chicos maleducados, tengo mucha paciencia pero al mal educado no lo soporto. Quizá puedo entender los conflictos de la chica, y la edad difícil, pero la falta de respeto no la acepto
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